Cuatro de julio a la parrilla
Suena peliculero. Lo es. El cuatro de julio es una fecha repetida en Hollywood una y otra vez. Lógico, pues forma parte del sueño americano. Desde los superhéroes al concurso de perritos calientes de Coney Island, pasando por las hamburguesas con su Budweiser sacada de la nevera portátil. Son clichés que se ajustan muy bien a la realidad, que sirve de identificación nacional.
Banderitas, cervezas con amigos y, algo que no puede faltar, la barbacoa. En Miami se añade un clásico: la salida en barco para celebrar durante la tarde o incluso ver los fuegos artificiales antes de media noche.
En este punto la tecnología tiene un papel innovador. Por un lado, porque Boatsetter, el equivalente a Airbnb pero para embarcaciones de recreo, se ha convertido en el estándar para estas reservas especiales, y por otro, porque son cada vez más habituales los shows con drones y luces LED, en detrimento de los tradicionales fuegos con pólvora. Intel ha sido pionera en esta modalidad que, inicialmente sale más caro pero que, en el medio y largo plazo, resultará más seguro, ecológico y mucho más creativo.
Pero, esta vez, el calor tropical ha llevado al extremo la situación. El pasado miércoles, Miami batió récord de temperatura en estas fechas. A la lluvia torrencial diaria, con su consiguiente inundación, se suma está anomalía preocupante. En ese sentido, grupos como Seaworth Collective están usando la tecnología e investigación, para estudiar cómo el cambio climático afecta a Miami, a su presente y futuro. ¿O alguien pensó que el sargazo no afecta al turismo? Nadie quiere bañarse en un caldo lleno de pegajosas algas parduzcas: más allá de estropear la postalita, resulta incómodo.
Vacaciones, salvo en el universo Meta
Alrededor de estas fechas es cuando todo se para en Estados Unidos. Nunca es un parón tan marcado como el agosto europeo, pero sí se aprovechan para tomar aire, viajar y desconectar de la rutina antes de que el curso escolar arranque la segunda semana de agosto.
Mientras todos se toman esta semana para recargar pilas, en Menlo Park (y muchos en remoto) han aprovechado para lanzar Threads, la alternativa a Twitter. O mejor dicho, un nuevo intento de Zuckerberg para hacerse con esa conversación en tiempo real que tanto se le resiste y que tan bien sabía promover el pájaro azul desde los comienzos hasta la compra por parte de Elon Musk. Twitter ha dejado de ser el espacio caótico y naif a la vez al que nos tenía acostumbrados.
¿Conseguirá tracción? Estas semanas de julio van a ser el rodaje inicial. La clave estará en el otoño, con la vuelta del circo político.