Los fundadores de Glacier, Rebecca Hu y Areeb Malik, han estado trabajando en un ambicioso proyecto para dar un vuelco a la industria del reciclaje. Empezaron en el año 2019, pero su trabajo no ha visto la luz hasta que la startup salió de modo stealth el pasado mes abril, cuando anunció una ronda de 4,5 millones de dólares (cerca de 4,2 millones de euros).
La primera ronda de financiación de Glacier ha conseguido captar la atención de reconocidas figuras de la industria, como Manik Gupta, que hasta hace poco ejercía como CPO de Uber o Sophie Purdom, cofundadora de Tech VC. Esta ronda semilla ha sido liderada por New Enterprise Associates.
El origen de esta startup proviene de un deseo personal por cambiar el mundo y crear una tecnología que, en su medida, contribuya a mitigar los efectos del cambio climático.
“Tras dejar mi anterior puesto de trabajo en la industria de la tecnología, empecé a preguntarme qué era lo que quería hacer con mi carrera profesional y cómo darle sentido”, confiesa Rebecca Hu a D+I. “No hacía más que leer noticias sobre el poco tiempo que nos queda en la lucha contra el cambio climático y, tanto yo como mi cofundador, decidimos centrarnos en proponer una solución dentro de este sector”.
Malik, que hasta entonces había ejercido como ingeniero de software en Facebook, se centró en la parte técnica del proyecto.
La misión de Glacier es desarrollar una tecnología capaz de llevar la industria del reciclaje, estancada en el pasado, a un nuevo nivel. La startup ha logrado crear el primer robot capaz de separar los productos de la cadena de reciclaje. Se trata de una ayuda esencial dentro de un laborioso proceso que hasta ahora ha sido desempeñado por humanos. Sin embargo, la gran resignación, también ha impactado en gran medida a esta industria.
“Cuando hablamos con plantas de reciclaje, muchas de ellas se enfrentan al mismo problema: no encuentran mano de obra”, comenta Hu. “Una de estas plantas ya ha subido el salario mínimo en varias ocasiones y buscan nuevas formas de incentivar a los empleados, pero sus plantillas se han visto reducidas de manera considerable y no son capaces de encontrar personal”.
El robot de Glacier
Así las cosas, la tecnología de Glacier llega en un momento histórico crítico en el que hacen falta soluciones para acelerar la lucha contra el cambio climático.
California es un estado líder en el sector. Su tasa de reciclaje es del 34,7%, muy por encima de la media nacional. Reciclar es sencillo. Los residentes cuentan con un bote de basura azul donde pueden depositar cualquier material reciclable, ya sea papel, vidrio, cartón o plástico: todo acaba en el mismo recipiente.
Cuando los camiones llegan a las plantas de reciclaje, sueltan los desechos en grandes montañas. A continuación, comienza el proceso de selección y separación de elementos. Es ahí donde entra en juego la tecnología de Glacier, que puede acelerar este proceso de manera significativa y reduciendo costes.
“Nuestro objetico principal es acabar con los residuos. No somos una compañía dedicada exclusivamente a la robótica: hemos desarrollado dos tecnologías. La primera es una herramienta de visión computarizada propulsada por la inteligencia artificial y la segunda los robots”, explica la cofundadora de la startup.
La visión computarizada otorga ojos y cerebro a los robots, ya que, además de poder distinguir materiales en la cadena de reciclaje, es capaz de almacenar información sobre cada uno de los elementos que va captando.
Hasta ahora, nunca se había analizado con exactitud cuáles son los elementos que pasan por las plantas de reciclaje y cuál es su cuantía. Toda esta información puede resultar de utilidad para diferentes grupos, según adelanta Hu. La integración de la inteligencia artificial en la industria del reciclaje aportará información vital que hasta ahora no era posible obtener con total precisión.
Los datos recabados ayudarán a identificar, dentro de las mismas plantas, qué sectores de la cadena necesitan mayor mano de obra, atendiendo a la cantidad de productos que estén siendo reciclados. Además, los gobiernos también pueden usar esta información para concienciar a los ciudadanos sobre qué artículos no deben ser reciclados.
Los robots de Glacier ya están activos en dos plantas de California y el objetivo a corto plazo de la compañía es expandirse por todo Estados Unidos antes de comenzar su conquista del mercado europeo.