¿Y si pudiéramos cargar los coches eléctricos de manera inalámbrica, tal y como hacemos con los teléfonos móviles? La ansiedad de la autonomía, esto es, el miedo de los conductores de vehículos eléctricos a quedarse sin batería en mitad de la carretera, se ha visto reducida en los últimos años gracias a la aparición de la carga rápida y a la proliferación de las estaciones de carga. Un Supercargador de Tesla puede llegar a cargar un coche del 20% al 80% en menos de media hora, pero todavía hay mucho recorrido por delante para mejorar la experiencia de los usuarios.
Hoy en día el reposte de gasolina sigue siendo, sin duda alguna, la alternativa más rápida. Ante este reto hay varias empresas que trabajan a contrarreloj para ofrecer tecnologías que mejoren la experiencia eléctrica. Una de ellas es la startup israelí Electreon, la primera del mundo en desarrollar la carga inalámbrica para los vehículos eléctricos, ya sea mientras se encuentren en movimiento o en reposo.
Electreon, que inició sus primeras incursiones en la industria hace nueve años, ya ha llevado a cabo pruebas de éxito en su país natal, Alemania, Suecia e Italia. Ahora asienta base en el territorio estadounidense con nuevas oficinas en Los Ángeles para construir su primera prueba piloto en el país.
“Los Ángeles es un lugar con grandes problemas de tráfico y de calidad de aire, lo que ha hecho que se convierta en la meca de la innovación en movilidad. Ahora la ciudad tiene el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono en pocos años y es el sitio ideal para implementar este tipo de tecnología”, comenta Stefan Tongur, vicepresidente de desarrollo de negocio de Electreon en Los Ángeles.
Los problemas de tráfico de Los Ángeles son mundialmente conocidos, pero la primera prueba piloto de Electreon tendrá lugar en Detroit gracias a una alianza con el Departamento de Transporte de Michigan. No habrá que esperar mucho para ver la puesta en marcha del primer tramo de apenas 1.6 km, ya que se espera que esté listo para el próximo año.
El objetivo de Electreon es poner a prueba su concepto con varios fabricantes de coches y a partir de ahí expandirse comercialmente. Para ello será clave establecer un ecosistema de alianzas con el sector privado y público.
“Teniendo en cuenta que nuestro objetivo es liderar el futuro de la movilidad y la electrificación impulsando la fabricación de vehículos eléctricos y reduciendo los costos para el consumidor, la carga inalámbrica en las carreteras es la próxima pieza del puzle para alcanzar la sustentabilidad”, comentaba Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan en un comunicado público.
La revolucionaria tecnología de Electreon
Para hacer realidad este sueño eléctrico, Electreon debe proceder con una “cirugía de mínima invasión” en las carreteras. Debajo del asfalto se instalarán unas placas de inducción fabricadas con cobre y se cubrirán de nuevo con asfalto. Las placas van conectadas a unas unidades principales, instaladas en el lateral de las carreteras, que a su vez están en conexión con la red eléctrica.
El segundo paso es instalar otra placa receptora en los vehículos. El número de placas necesarias para alcanzar la carga necesaria inalámbrica va en relación con el tamaño del vehículo. Los coches llevarían instalados una placa, las furgonetas dos, los autobuses tres y los camiones más de tres. Cuando el vehículo se aproxima a la parte electrificada de la carretera, la carga se activa automáticamente mientras conducimos, ampliando la capacidad de la batería y, por supuesto, reduciendo la frecuencia de paradas que serían necesarias para cargar los coches.
¿Qué sucede entonces con los millones de vehículos eléctricos que ya circulan por las carreteras de todo el mundo? ¿Podrían beneficiarse de la carga inalámbrica en las carreteras públicas? Desde Electreon, Stefan Tongu confirma que ésta es una posibilidad: “Estamos trabajando de cerca con los fabricantes de coches y tenemos la oportunidad de instalar nuestras placas receptoras en coches existentes. De hecho, ya estamos colaborando con compañías como Volkswagen en Alemania, Stellantis en Italia y Ford en Michigan para que se convierta en una modalidad que puedan ofrecer a sus clientes”.
La carga inalámbrica resultaría aún más útil para las grandes flotas de vehículos incluyendo los taxis, los autobuses y los vehículos de reparto. Este tipo de sistemas de transporte no pueden permitirse el lujo de realizar largas paradas para recargar y la solución más sencilla para atajar el problema sería incorporar las cargas inalámbricas en las carreteras de las ciudades.
El objetivo de Electreon no es suplantar a los cargadores eléctricos rápidos, que resultan más agresivos para las baterías de litio, sino complementarlos. La carga inalámbrica dañará menos las baterías al brindar una carga lenta y progresiva. “Nuestro objetivo no es cargar las flotas lo más rápido posible, sino cuando el vehículo lo necesite, alargando la vida de las baterías”, asevera Tongur.
El modelo de subscripción llega a la carga inalámbrica
El modelo de negocio de Electreon es un tanto camaleónico, ya que se puede adaptar a la región y a los diferentes sectores involucrados según sea conveniente. En Israel, por ejemplo, cuentan con un trato comercial con Dan Bus Company, el operador de autobuses más grande del país.
Dan Bus Company paga por el servicio de carga a través de un modelo de subscripción sencillo: cada vehículo de su flota cuenta con una subscripción mensual. Los costes de electrificar la flota de unos 200 buses de la compañía corren a cargo de Electreon. “Esta oferta fue muy atractiva para ellos, ya que solo tienen que pagar por el servicio de carga”, comenta Tongu.
Este es solo uno de los conceptos comerciales que baraja la compañía, que tampoco descarta pactos con inversores privados y públicos, aunque también concibe la idea de que las ciudades se animen a ofrecer este servicio a los ciudadanos en las carreteras públicas.
Suena a tópico, pero Electreon empezó como una pequeña startup con una idea que sus fundadores, Oren Ezer y Hanan Rumbak, desarrollaron en un garaje en el año 2013 y ahora ha crecido de manera imparable. La compañía es pública y cotiza en la Bolsa de Tel-Aviv, cuenta con una plantilla de más de 100 personas en la actualidad y esperan llegar a los 200 empleados antes de finales de año.