Un sistema para almacenar datos en ADN, las pantallas OLED, células solares flexibles, un dispositivo para administrar medicamentos por vía nasal, nano materiales para prótesis dentales y un método para cultivar tejidos humanos. Esos son los grandes inventos que han merecido este año los galardones en la gala anual de la Oficina Europea de Patentes (EPO).
En 2020 no hubo ocasión de celebrar una cita que se había venido repitiendo desde 2006, recorriendo las grandes ciudades europeas. En 2021, la decimoquinta edición se ha reconvertido en una representación audiovisual elaborada desde un plató, en el cuartel general de EPO en Múnich.
La gala fue un vídeo lleno de efectos cuidadosamente editado, con interpretación en seis idiomas, público virtual para aplaudir y emisión en falso directo para tratar de evocar el estilo emotivo de emulación de los Óscar que había logrado en sus últimas ediciones.
Para el año que viene, sea cual sea el formato que elija EPO para presentar la gala, su presidente, António Campinos, anuncia otra novedad: una nueva categoría de premios, que se añadirá a las seis existentes, destinada a subrayar, estimular y premiar a los jóvenes inventores menores de 30 años.
"Estamos muy ilusionados con esta iniciativa", dice Campinos. La novedad se complementará con "una especie de red, con los ganadores y finalistas de ediciones pasadas, para difundir en las escuelas y universidades el potencial de la innovación e inspirar a los jóvenes inventores".
Una finalista española en pymes
La española Carmen Hijosa, finalista este año en la categoría de Pymes, podría contar una historia diferente, ya relatada en D+I, de perseverancia y esfuerzo, cuando decidió dar un giro radical a su vida, después de haber construido una carrera profesional que no tenía nada que ver con la después le llevó a su innovador invento, una fibra que imita y reemplaza al cuero, producida a partir de hojas de piña.
A Hijosa no le correspondió el premio de la gala. Fue para los suecos Henrik Lindström y Giovanni Fili, que han desarrollado paneles solares flexibles, imprimibles en cualquier formato y apariencia para adaptarse a todo tipo de dispositivos. Su empresa se llama Exeger y está en Estocolmo.
La esencia de su creación es que han logrado reemplazar los conductores de óxidos de indio o estaño que se usan habitualmente, "caros e ineficientes", por un nuevo material, patentado, que aseguran es mil veces mejor conductor. Se llama Powerfoyle.
Declaran haberse inspirado en las hojas de las plantas y creen que cualquier aparato, un móvil, un ordenador, podrá captar toda la energía que necesita a partir de la luz ambiental.
El tercer competidor en la categoría era una protección para los anzuelos que se usan en la pesca con palangre, para evitar los frecuentes accidentes que padecen las aves marinas al acercarse a los barcos.
El premio para la categoría de Industria se lo lleva el noruego Per Gisle Djupesland, especialista de garganta en el Hospital Universitario de Oslo. Ha diseñado un dispositivo con características de inhalador, que aprovecha la aerodinámica respiratoria para suministrar medicamentos por vía nasal.
Medicamentos por vía nasal
El aparato que fabrica Optinose AS, empresa fundada por él y su esposa en 2000, se introduce simultáneamente en nariz y boca y aprovecha la exhalación, tras una inspiración profunda, para completar un ciclo que envía la sustancia medicinal por la nariz. Djupesland asegura que, entre sus múltiples usos, es un sistema muy eficiente para reducir y superar la infección de la covid.
Competía contra una compleja grúa portuaria con articulaciones que le permite moverse al unísono con el barco al que se acopla, para carga y descarga y el flujo de la marea. El tercer candidato es un proceso para producir plásticos a partir de dióxido de carbono.
En la categoría de Investigación se imponen el austriaco Robert N. Grass y el suizo Wendelin Stark, que han desarrollado un sistema para guardar ingentes cantidades de datos en cadenas de ADN encapsuladas en pequeñas esferas cristalizados. Trabajan en Haelixa, una spinoff de la Universidad Politécnica de Zúrich.
Se inspiraron en procesos de fosilización, que preservan la información durante cientos de miles de años, fijándose en los hallados dentro de ámbar. Stark sugiere miles de usos. Como que la información que ahora se incluye en un código de barras en el envase de un producto podría estar integrada dentro del propio producto con su tecnología.
Sus competidores eran un dispositivo que usa nano partículas magnéticas para detectar la fiebre del dengue y otras enfermedades contagiosas y un nuevo método de obtención de imágenes por ultrasonido, utilizando ondas de corte.
El premio destinado a países no integrados en EPO lo ha ganado la indo-estadounidense Sumita Mitra, hija de un químico, que viendo a su padre se obsesionó con las propiedades de los diversos materiales.
Su investigación le llevó a descubrir unos nano clústeres que pueden utilizarse para crear una sustancia con la que reconstruir, empastar y reparar los dientes. Supera las viejas limitaciones de otros materiales en cuanto a aspecto o falta de dureza para las superficies de la dentadura que se aplican al morder.
Competía con un dispositivo para cultivar microbios, con el fin de desarrollar fármacos, y un sensor de huellas dactilares para los smartphones, que refuerza la seguridad confirmando la presencia de flujo sanguíneo.
Tecnología Oled
El físico alemán Karl Leo, inventor de los altamente eficientes diodos emisores de luz orgánicos que utiliza la tecnología OLED, es el galardonado este año con el premio a la Trayectoria de toda una vida.
Sus OLED están ya, asegura él, "en las pantallas de mil millones de dispositivos", teléfonos, televisores y ordenadores, con una extraordinaria calidad de imagen y contraste de colores, además de gran eficiencia energética.
Las otras candidaturas correspondieron al invento de unas herramientas eficientes para analizar ácidos nucleicos, para el análisis de datos genéticos, y una metodología de cultivo de tejidos orgánicos para medicina regenerativa.
Precisamente este último invento, desarrollado por la ingeniera de origen yugoslavo Gordana Vunjak-Novakovic le ha valido a esta para conquistar el premio por Votación Popular. Un galardón al que concurren como candidatos los 15 inventos finalistas de las otras cinco categorías y que se otorgan por 'sufragio universal' a través de internet.
En esas cinco categorías, los finalistas son seleccionados por un jurado independiente, que recibe una criba de 40 candidatos filtrados por los expertos de la Oficina Europea de Patentes de entre todas las propuestas recibidas. El mismo jurado designa a los ganadores de cada categoría.
En el caso del premio por votación, el triunfador lo determinan las preferencias del público, que dispone de varias semanas para emitir los sufragios desde que se anuncian los finalistas hasta que se celebra la gala. En esta ocasión se recibieron 29.948 votos y Vunjak-Novakovic obtuvo el 14,8%.
La ingeniera biomédica, ahora estadounidense, explica que cursó sus estudios en Belgrado, pero fue "el ambiente de la Universidad de Columbia [en Nueva York], especialmente amistoso para la investigación y la colaboración con otros investigadores y estudiantes", lo que catapultó sus propios logros.
Puede cultivar tejidos de órganos 'ex vivo', fuera del cuerpo, utilizando células del propio paciente, para reconstrucción facial y de hueso. Confía en lograrlo también con el pulmón, corazón e hígado.
Esos tejidos, con idénticas características genéticas que el paciente, pueden servir para trasplantes, sin riesgo de rechazo, o para hacer pruebas de medicamentos, con los mismos efectos verificables que tendrían si se aplicasen al enfermo.
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