Las oportunidades y los beneficios que ofrece la digitalización están ya más que de sobra identificados, así como los riesgos y los retos que conlleva aparejado este proceso. Pero no por ello hay que dejar de insistir en la importancia que tiene que la transformación digital sea en igualdad de condiciones para todas las personas y no deje a nadie atrás.
Este es el objetivo del informe 'La digitalización y las personas', que acaban de publicar la Fundación SERES y HP. Un documento que analiza las oportunidades que ofrece la digitalización, pero también advierte de los riesgos o retos que estos cambios pueden tener si no se produce una adaptación y asunción digital por parte de todas las personas y en igualdad de condiciones.
"El proceso de transformación digital está transformando nuestras vidas y nuestra manera de relacionarnos. Sin embargo, para aprovechar al máximo sus oportunidades se requiere un impulso decidido no solo en infraestructuras y acceso a los servicios digitales, sino a la capacitación de las personas, capacidades básicas y especializadas, así como la integración de las tecnologías en las empresas y nuestro modo de relacionarnos", advierte.
En este sentido, apunta que existen ciertos riesgos para aquellos colectivos con competencias digitales inexistentes o por debajo de las básicas, como jóvenes con escasa cualificación, personas mayores, mujeres y personas en zonas rurales, que pueden quedarse excluidos de la carrera por la digitalización. Por ello, advierte de que las brechas de acceso, uso y aprendizaje de las tecnologías digitales pueden generar "importantes inequidades y despertar nuevas formas de exclusión".
"Reducir las desigualdades dentro de las organizaciones debe ser un reto que esté integrado en las conversaciones que tenemos con nuestros grupos de interés", remarca el presidente de la Fundación SERES, Fernando Ruiz, quien añade que en plena cuarta revolución industrial "no podemos dejar a nadie atrás".
Primer paso, elaborar un diagnóstico de impacto
Para poder cumplir con éxito el objetivo de una digitalización inclusiva y en igualdad de condiciones, el informe identifica cinco líneas actuación. La primera de ellas, lógicamente, pasa por realizar un diagnóstico del impacto que tiene la transformación digital en las personas con el fin de dimensionar el problema , de manera que se puedan articular políticas de apoyo en los procesos de transformación, con fondos propios y externos.
En concreto, propone que en las empresas se identifique a los colectivos más vulnerables a la digitalización, es decir, aquellos que no disponen de competencias digitales básicas y cuyos puestos de trabajo serán automatizados. Además, señala la necesidad de analizar posibles sesgos inconscientes o prejuicios respecto a determinados grupos de personas (mayores de 45 años, personas con bajas capacidades digitales, etc.).
Asimismo, sugiere evaluar capacidades y dialogar abiertamente con cada persona sobre sus necesidades de formación. También aboga por crear un mapa sobre cómo las tecnologías pueden cambiar los skills y los puestos de trabajo en la organización y qué medios son más adecuados para formar y capacitar en estas nuevas tecnologías. Esto incluye también identificar las transiciones a los nuevos puestos de trabajo que surjan, diseñando planes de reciclaje.
Una vez hecho el diagnóstico, el estudio ve necesario incorporar planes de transición digital individualizados, integrando a todos los colectivos, pero especialmente a los más vulnerables. Para ello sugiere planificar la transición digital incorporando la variable "transición formativa" y comprometer de manera transparente un porcentaje de la inversión a la capacitación digital de las personas.
Salario emocional y reclutamiento inclusivo
Asimismo, propone individualizar las soluciones por colectivos según su grado de vulnerabilidad, así como implantar el "salario emocional", conformando planes de carrera personalizados y de desarrollo profesional y estableciendo objetivos individualizados. Además, ve necesario apoyar el desarrollo de modelos de formación a lo largo de la vida junto a entidades educativas, universidades, centros de formación, sindicatos y centros de formación ocupacional y de formación continua.
La tercera línea de actuación pasa por afianzar un modelo de reclutamiento y de movilidad interna inclusivo, que promueva la diversidad y evite la discriminación. Para ello, propone desarrollar una política de reclutamiento inclusivo, eliminando algoritmos con sesgos y poniendo en valor las capacidades diferenciales de las personas con más experiencia.
Otras iniciativas propuestas por el documento en esta línea son humanizar la tecnología, desmitificándola e incluyendo otras capacidades complementarias que también son necesarias para el uso efectivo de mismas, y fomentar el aprendizaje intergeneracional y la movilidad interna.
"Las generaciones más jóvenes tienen mucho que aportar y enseñar a las personas sénior y estos pueden aprenden de las más jóvenes para el uso de las nuevas tecnologías, la gestión de medios sociales o la utilización de herramientas o aplicaciones", afirma el estudio.
Cultura digital y desarrollo territorial
Por otro lado, el informe elaborado por la Fundación Seres y HP propone desarrollar una cultura digital que promueva la utilización de la tecnología y el teletrabajo no sólo para mejorar la productividad, sino también para favorecer la conciliación y la inclusión.
Para ello, señala que hay que estudiar el modelo de teletrabajo óptimo para la organización y sus personas, dotarlas de capacidades y recursos individuales para el teletrabajo y estudiar las posibilidades que ofrece la conectividad y el teletrabajo, para la incorporación de personas con perfiles diversos y en lugares remotos.
Finalmente, el documento apuesta por identificar oportunidades de desarrollo territorial, aprovechando la accesibilidad digital y los nuevos modelos de trabajo en remoto. Por ejemplo, propone aprovechar esas capacidades de trabajo en remoto en los centros de trabajo en zonas alejadas de los de decisión y fomentar la contratación en dichas sedes.
En esta línea, ve necesarios proyectos de inversión público-privados que favorezcan el desarrollo de nuevos proyectos empresariales y como consecuencia, el asentamiento poblacional en zonas remotas. Para ello, también a que apoyar a las autoridades de dichas zonas despobladas en el diseño e implantación de proyectos de digitalización aportando recursos especializados.
Además, incide en la importancia de impulsar la colaboración y participación como agentes de cambio, con el diseño de proyectos atractivos para la inversión y para el asentamiento poblacional. "La colaboración público-privada será crítica para poder avanzar en el diseño de campañas de atracción y asentamiento poblacional a dichas zonas, independientemente de los fondos que se destinen por los diferentes planes de cohesión territorial propuestos desde España", subraya.
Impacto de la covid-19
En la presentación del informe, la presidenta de la región sur de Europa de HP, Helena Herrero, remarcó que con la irrupción de la COVID-19, gobiernos, empresas y ciudadanos tuvieron que hacer un enorme esfuerzo "de la noche a la mañana" para conseguir adaptar, sus procesos y seguir con su actividad.
En este contexto, Herrero subrayó que la digitalización se convirtió entonces en "la tabla de salvación a la que todos quisieron subirse, pero que muchos no pudieron o no supieron".
"Esta digitalización exprés ha puesto de manifiesto la necesidad de reducir la desigualdad digital y fomentar la conexión entre personas de todo el mundo, transformando este momento de gran dificultad en una oportunidad para hacer las cosas de otra manera, apoyándonos en la tecnología y trabajando para no dejar a nadie atrás", recalcó.
Por su parte, Ignacio Molina de la Torre, director del Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico, resaltó que la pandemia ha hecho volver los ojos a los pueblos y se han descubierto las potencialidades de vivir en otros entornos. Por ello, incidió en la necesidad de ser conscientes de los cambios estructurales que sería necesario abordar.
"Una de las claves es incorporar esa digitalización a todas las capas de ese cambio. Para que esos procesos sean más estables existen drivers esenciales como por ejemplo la conectividad. Es importante entender que el plan de recuperación y la digitalización van de la mano. Para aprovechar la oportunidad debe permear en la empresa. Debemos mejorar la potencialidad de las empresas que nos lleven a un país más justo, más innovador y resiliente", afirmó.