Un plan de gobierno, no de país: claves del Plan Nacional de Competencias Digitales
Ambicioso en presupuesto, acertado en el diagnóstico, pero limitado en la coordinación con las iniciativas de ayuntamientos, empresas u ONGs.
28 enero, 2021 02:36Noticias relacionadas
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El presidente del Gobierno Pedro Sánchez presentó ayer tres nuevas estrategias nacionales en materia de transformación digital. Entre éstas, el Plan Nacional de Competencias Digitales (PNCD).
El Plan movilizará un total de 3.750 millones de euros en el período 2021-2023. Incluye un compendio de actuaciones ya en marcha desde los ministerios de Educación o Asuntos Económicos, otras ya anunciadas y algunas de nueva creación.
En concreto, el PNCD está compuesto por 4 ejes y 16 medidas. Sintetizando, estos ejes serían: la alfabetización digital de la sociedad (cierre de brechas), la modernización del sector educativo, el impulso a la digitalización en estudios de FP y universitarios (para aumentar el número de profesionales TIC, y sobre todo de mujeres), y el skilling digital tanto de desempleados como de trabajadores en riesgo de perder su empleo.
Entre las medidas, destaca la puesta en marcha de una oferta online gratuita de acceso masivo (MOOC). O el Plan Uni Digital, por su carácter transversal: incluirá inversiones en medios técnicos, metodologías educativas digitales y formación de los profesores universitarios. O la creación de una Red nacional de centros de capacitación digital, a través de la utilización de los centros integrados y de referencia nacional de FP.
También, la creación de recursos educativos abiertos para la enseñanza con medios digitales, así como un programa de capacitación digital para trabajadores de las Administraciones públicas.
Primeras impresiones agridulces
El Ejecutivo es sabedor de que en España tenemos una de las redes de telecomunicaciones más avanzadas y con mayor capilaridad del mundo, pero ese liderazgo no se está traduciendo en mejoras tangibles en la empleabilidad, el bienestar social ni la competitividad del país.
Y el gran culpable de este desequilibrio es el retraso extendido en la capacitación digital de los españoles. “Nuestro hardware personal no ha cambiado al mismo ritmo, y ahora se ve impactado con nuevas exigencias, impuestas por la digitalización acelerada en un escenario inesperado”, apunta Roel Koppens, director general de GoodHabitz en España.
El PNCD acierta en el diagnóstico y converge de forma coherente con el resto de planes nacionales y europeos relacionados con la materia, como la agenda España Digital 2025 o el Plan europeo de Educación Digital.
Asimismo, identifica claramente los públicos potenciales de estas actuaciones: el propio sistema educativo, los colectivos vulnerables, las mujeres (en tanto existe una brecha de género en las profesiones TIC), los desempleados, las empresas (particularmente las pymes) y los profesionales de la Administración pública.
Sin embargo, no resuelve uno de los grandes problemas de fondo: la falta de coordinación entre las muchas y dispersas iniciativas de digital skills que ya existen en España, en su mayoría de ámbito local. Iniciativas puestas en marcha por ayuntamientos, organizaciones, fundaciones, centros de estudios, empresas tecnológicas...
“Se multiplican las iniciativas para entregar ordenadores a alumnos de colectivos vulnerables: de administraciones -estatales, autonómicas, municipales- de empresas y ONGs... sin diagnóstico previo, sin coordinación, sin apoyo formativo. Urge una estrategia común”, expuso el martes en Twitter, clarividente, el director general de la Fundación Cotec, Jorge Barrero.
“Tampoco se aprovecha -en general- la oportunidad de reutilizar equipos en desuso, una estrategia más sostenible que permite liberar fondos para acompañar los equipos con formadores/tutores”, añadía.
1/3 Se multiplican las iniciativas para entregar ordenadores a alumnos de colectivos vulnerables: de administraciones -estatales, autonómicas, municipales- de empresas y ONGs...sin diagnóstico previo, sin coordinación, sin apoyo formativo. URGE una estrategia común.
— Jorge Barrero (@Jorge_barrero_f) January 26, 2021
El propio Barrero, que ayer asistió al evento de presentación del PNCD, advertía posteriormente para D+I: “A ver si ahora vamos a querer digitalizar a toda costa, de cualquier manera y sin reflexión previa de para qué o en qué condiciones. Hay que digitalizar con cabeza. Y esto aplica a todos los ámbitos, ya sea la salud, la educación, los servicios públicos…”
Y continúa: “No podemos sustituir la empatía de una persona con un bot; no podemos hacer que nuestros alumnos se esfuercen de la misma manera cuando tienen las distracciones de una pantalla; no podemos hacer que un robot o una IA sustituya al factor humano en la medicina: Lo que sí podemos es completarlo y multiplicarlo”.
“Estamos a tiempo de evitar caer en un pelotazo digital sin sentido”, concluye el portavoz de Cotec. Precisamente, esta fundación presentó esta semana un informe en el que relaciona los resultados académicos con la intensidad de uso de dispositivos conectados.
Este trabajo sugiere que “no es únicamente la cantidad de dispositivos digitales lo que beneficia el desempeño del alumnado, sino más bien la calidad en la que éstos se integren en las aulas”.
Según este informe, un uso moderado de la tecnología revierte en mejores rendimientos académicos, pero el exceso conduce al resultado contrario. Aun más, “los alumnos con mejores resultados en matemáticas en España son también quienes utilizan con menos frecuencia las TIC para fines educativos”.
Otras reacciones al PNCD advierten del riesgo de derrochar los fondos europeos en actuaciones que no conduzcan a una consecución de los objetivos. “Esto es el Plan E de Zapatero de 2008… pero en versión digital”, comenta entre confidencias una fuente del sector.
Colaboración público-privada
En cuanto la cuestión de la coordinación, en el PNCD se establece un modelo de liderazgo de arriba abajo, desde el Estado a las CCAA. “Cabe recordar que las competencias educativas están transferidas a las CCAA. No obstante, la colaboración entre el Gobierno central y las autonomías ha sido constante cuando se trata de impulsar el uso de las TIC en las escuelas”, expone el propio trabajo en la página 26.
"Los diferentes ministerios competentes liderarán la puesta en marcha de los diferentes proyectos y medidas, trabajando en el marco de sus propias conferencias sectoriales con las CCAA, mediante convenios y otros instrumentos de colaboración público-privada".
No se menciona en el documento, en cambio, la posibilidad de realizar un mapa de iniciativas de capacitación digital, dada la variedad dispersa e inconexa de iniciativas a nivel local y por parte de otras organizaciones. Un ejercicio de benchmarking de iniciativas por toda la geografía española permitiría dotar a los planes estatales y autonómicos de mayor eficiencia y eficacia, evitando posibles duplicidades.
Pero, sobre todo, abriría la puerta a multiplicar la escala y el impacto de las mejores iniciativas locales y privadas ya existentes, a través de nuevas colaboraciones público-privadas, aprovechando la simplificación administrativa para la ejecución de los fondos europeos Next Generation.
Las grandes empresas tecnológicas guardan silencio, por ahora. Al cierre de esta edición, tampoco la asociación Ametic había hecho declaraciones.
No obstante, la posición de todas estas organizaciones es lógicamente partidaria de cerrar acuerdos con el sector público. Este martes, en su intervención en Foro de la Nueva Economía Tendencias, la presidenta de Microsoft España, Pilar López, propugnó "la colaboración público-privada y las alianzas, para impulsar la digitalización de España, para favorecer la atracción de talento, que va a ser fundamental si de verdad queremos reimaginar el futuro y hacerlo realidad".
Aseguró que, "desde Microsoft", se toma esto "muy en serio", con un programa mundial para "empujar las competencias digitales" lanzado a finales de julio. Su objetivo es formar a 25 millones de personas "en el periodo más corto de tiempo posible".
López se puso "a disposición de nuestros clientes, de nuestros partners y de las administraciones, para poder demostrar estas credenciales que faciliten la consecución de los fondos y la agilidad de los proyectos".
El planteamiento del PNCD no es tan ambicioso e innovador al respecto de la colaboración público-privada como cabría esperar, dada la magnitud del presupuesto en juego.
Con carácter general, se indica únicamente: "La colaboración público-privada será clave para la identificación de las necesidades y el desarrollo de las diferentes medidas y proyectos de los programas de formación".
Como medida específica, quizá lo más orientado a esa deseable coordinación a nivel país sea la creación de un hub de competencias digitales, un órgano asociativo institucional, en el que estarán presentes diferentes stakeholders (pág. 44).
Este hub será básicamente un órgano de gobernanza del plan. Actuará “como espacio de trabajo, foro de diálogo, red de conocimiento, laboratorio de ideas y canal de difusión de las medidas y resultados del Plan”.
Otro de los objetivos del hub será "fortalecer el sector, haciéndolo más competitivo aprovechando las sinergias con empresas proveedoras de servicios complementarios, organizaciones no empresariales y la colaboración público-privada".