En 1850 entró el funcionamiento el primer cable submarino de telecomunicaciones, que unió Francia y Reino Unido a través del estrecho de Dover. Aunque no duró mucho tiempo, ya que al poco de su instalación un pescador partió si querer el cable al engancharse éste a sus redes, su instalación fue un primer paso clave en el impulso de la conectividad.
Una conectividad que cada vez es más necesario reforzar entre los distintos países, ya que el fuerte aumento del consumo de productos digitales en las últimas décadas ha hecho necesario mejorar la conexión para permitir tanto una simple llamada de voz, como la transmisión en tiempo real de videos en streaming.
Y toda esta necesidad será más relevante en el futuro con todas las aplicaciones que serán posibles gracias a la implementación de la nueva tecnología móvil 5G y que requieren una menor latencia, es decir, reducir el tiempo que tarda la información en pasar por la red, desde los usuarios a los centros de datos y las plataformas.
Para avanzar en esa mejora de la conectividad, actualmente en los fondos de mares y océanos descansan cerca de 430 cables submarinos activos y existen casi 1.250 estaciones de anclaje en todo el mundo. A todos ellos se acaba de sumar EllaLink, que conecta las localidades de Fortaleza en Brasil y de Sines en Portugal con una longitud de 6.000 kilómetros y cuya enciendo tuvo lugar la pasada semana.
EllaLink representa un gran paso para reducir la brecha que existe entre América Latina y Europa y permitir una conectividad mayor, más segura, más robusta y más fiable que facilite la transformación y la inclusión digital en las dos regiones, ya que supone la primera conexión directa por cable submarino de alta velocidad entre los dos continentes. Así, ambas regiones ya están ópticamente igual de cerca que geográficamente.
Reduce a la mitad la latencia
De hecho, gracias a que crea la ruta directa más corta entre Europa y América Latina, evitando el paso por terceros países, EllaLink permite reducir en un 50% la latencia en comparación con la que ofrece la infraestructura desplegada actualmente, alcanzando un valor real de menos de 60 milisegundos entre Portugal y Brasil.
Esta menor latencia ofrece numerosas ventajas en el uso de las redes, ya que reduce el tiempo de trasferencias de los datos entre navegadores y servidores, aspecto que es "crucial" para trabajadores de servicios críticos y emergencia. Además, la capacidad total inicial de EllaLink es de 100 Tbps entre ambas regiones con cuatro pares directos de fibra.
Para lograr su objetivo de mejorar la conectividad entre los dos continentes, el proyecto incluye varias rutas terrestres que unen centros de datos estratégicos en Lisboa, Madrid, Marsella, São Paulo, Río de Janeiro y Fortaleza en asociación con compañías como Equinix e Interxion.
Además, están previstas conexiones a la isla de Madeira y Cabo Verde, pero también a Marsella, lo que permitirá una mayor conectividad con África, Asia y Oriente Medio. En esta línea, también se plantean otros potenciales puntos de conexión con Mauritania, Marruecos, Guayana Francesa y Canarias.
Colaboración entre continentes
De esta manera, los impulsores de EllaLink aseguran que este cable, que alcanza una profundidad de unos 4.500 metros, ayudará a transformar la colaboración en materia de educación e investigación entre América Latina y Europa durante los próximos 25 años, ya que llegará a unos 65 millones de usuarios de más 12.000 instituciones de ambas regiones.
En concreto, esta mejora de la conectividad permitirá que las comunidades científicas tanto europea como latinoamericana compartan datos y trabajen mejor juntos, permitiendo así a las empresas de ambos lados del Atlántico desarrollar conjuntamente toda la economía de datos.
Además, el contar un nuevo cable submarino como éste será beneficioso no solo para todas las empresas de telecomunicaciones, sino también para los servicios en la nube, el acceso a contenidos, todo tipo de negocios digitales e incluso dará un mayor impulso a la industria del gaming.
El despliegue de EllaLink, una compañía privada que cuenta con el fondo de inversión Marguerite como principal accionista, ha supuesto una inversión de 150 millones de euros. Además, está cofinanciado por la UE a través del programa BELLA, con una inversión hasta la fecha de 26,5 millones de euros, la división en América Latina de las Redes Nacionales de Investigación y Educación (NRENs) y el Gobierno de Brasil.
Puesta en marcha de EllaLink
La idea de esta nueva autopista digital de datos se presentó por primera vez en febrero de 2014 en el marco de la séptima cumbre de alto nivel entre la Unión Europea y Brasil y se reiteró en el encuentro entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en el que los jefes de estado de los distintos países decidieron cerrar la brecha que existía apoyando políticamente la conexión digital entre ambas regiones.
Tras varios años de trabajo y trece meses de despliegue, EllaLink entró en funcionamiento el pasado 1 de junio, un hito que presentó en el marco del evento Leading the Digital Decade celebrado en Portugal, una conferencia ministerial de alto nivel que analiza la transformación digital en la UE, organizada por la Presidencia portuguesa del Consejo y la Comisión Europea.
En el acto inaugural, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, incidió en que los flujos de datos necesitan infraestructuras "estables, seguras y rápidas" y defendió que EllaLink impulsará los intercambios comerciales, científicos y culturales. Además, sobre todo, ayudará a garantizar la seguridad, la estabilidad y la resistencia de la Internet abierta global, de la que dependen nuestras economías y sociedades.
"EllaLink es más que un cable. Simboliza nuestra renovada asociación con América Latina. Esto constituye un ejemplo para nuestros compromisos con socios de todo el mundo", incidió Von der Leyen, quien subrayó que para que Europa tenga éxito en su apuesta por la década digital, "necesita tener alianzas internacionales más fuertes".
Sines, puerta de entrada a Europa
Por su parte, el primer ministro de Portugal, António Costa, remarcó que la conexión de este cable a Sines es "simbólica" para Portugal, cuya posición geográfica puede ayudar al enriquecimiento de Europa. "Es poder conectar y abrir Europa a otros continentes. Podemos hacerlo a través de la historia, del idioma, de la cultura, pero también físicamente", subrayó.
En este sentido, añadió que la inversión de EllaLink tiene una importancia estratégica para toda Europa, pero también para Portugal y Sines, donde ya se instaló el centro de datos más grande del sur de Europa. Además, adelantó que tienen conocimiento de que ya hay otros cables y otros centros de datos en camino.
En definitiva, resaltó que todo esto hará que Sines sea en el futuro no solo un gran puerto de bienes físicos, sino también un "gran puerto de datos y de conocimiento". Así, agregó que esto garantizará que todos podamos contactarnos y transmitir cada vez más conocimiento, lo que creará "un mundo más cercano, más seguro y más amigable".
Por su parte, el consejero delegado de EllaLink, Philippe Dumont, afirmó que Sines tiene el potencial de convertirse en el nuevo Ashburn, la localidad estadounidense donde se produce la mayor concentración de centros de datos del mundo, dada la apuesta que está haciendo por estas infraestructuras.
Además, Dumont remarcó el esfuerzo que ha supuesto el desarrollo del proyecto de EllaLink, que ha necesitado más de diez años desde su idea hasta su puesta en funcionamiento este mes de junio y en el que han trabajado numerosas personas de distintos países de ambos continentes.