La pandemia puede convertirse en el catalizador que necesitábamos para afrontar la digitalización de nuestra economía. Así al menos lo entiende Nadia Calviño, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, quien ha reconocido que la COVID-19 ha "acelerado la digitalización de nuestro país, poniendo de relieve nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades". Entre estas últimas, asignaturas pendientes para el Ejecutivo, encontraríamos las brechas sociales provocadas por la educación online o las desigualdades territoriales propias, así como la "falta de recursos o competencias de las pymes para afrontar el reto de la innovación".
Alrededor del 40% del PIB estará digitalizado en 2022, según ha recordado Calviño en el 34º Congreso de Economía Digital de AMETIC, que ha destacado la apuesta del mismo presidente del Gobierno por estos temas en el marco de la reinvención de nuestro modelo productivo. "La digitalización es la principal palanca para aumentar la productividad de nuestra economía y para que crecer en el futuro de forma sostenible", ha sentenciado la vicepresidenta.
En cuanto a la concreción de estos objetivos, Calviño ha sacado a colación la nueva Agenda Digital para 2025 que Pedro Sánchez presentó antes del verano y que marca los diez ejes principales de actuación en materia de transformación digital, incluyendo la modernización de la propia AAPP, de la tecnología inclusiva, el fomento del tejido emprendedor y las startups patrias, los proyectos tractores que "generen cambios estratégicos en sectores como la movilidad, el agroalimentario, la salud, el turismo, el comercio o la energía", además de la conversión de León en un polo internacional de ciberseguridad o el abrazo a la economía del dato.
Un discurso ambicioso, quizás el que más, aunque por el momento sin la concreción necesaria en presupuestos o medidas específicas para constatar su alcance real. En este ejercicio de bajar al terreno esas intenciones, Nadia Calviño ha mencionado únicamente que serán 50 proyectos (los incluidos en el Plan España Digital), con una inversión pública de 20.000 millones, la mitad procedente de Europa, y con la aspiración de movilizar otros 50.000 millones de euros adicionales de la parte privada en el corto plazo.
Reindustrialización, ahora o nunca
Por su parte, Pedro Mier -presidente de la patronal Ametic- ha recordado algunas de sus propuestas estrella, como la de un Plan Nacional de Formación, el impulso de los proyectos tractores que movilicen la innovación en todo el tejido empresarial. Además, ha requerido al Gobierno que "haga un esfuerzo importante por ponerse al mismo nivel, y cuanto antes, en la inversión en innovación que tienen otros países de nuestro entorno o los líderes mundiales, como Corea del Sur"; un terreno donde nuestro país siempre ha languidecido.
En cuanto al tema estrella en la época posCOVID-19, Mier ha remarcado algunos de los aspectos que ya había adelantado a INNOVADORES hace unos meses: "Necesitamos una estrategia de país firme para la reindustrialización con tecnologías del siglo XXI, digitales, que generen productos y servicios respetuosos con el planeta, inclusiva, que genere empleo de calidad y que contribuya a las comunidades en que se establezca". Un objetivo ambicioso en el que los fondos europeos jugarán un rol clave ("no sé si es la última oportunidad, pero sí que seguro es una muy buena oportunidad, pero tenemos que gastarlo bien", dijo Mier) que requerirán, en opinión de la patronal, un pacto de estado en estas lides.