Ésta es mi primera columna del año, así que creo que lo primero es empezar felicitando el año a todos los lectores, deseando que sea un gran año en todos los aspectos y por supuesto en el tema que nos ocupa, el tecnológico digital.
Pero antes de continuar, me gustaría hacer un breve repaso al año que se nos acaba ir. Eso me trae a la memoria lo que un buen amigo me dijo el 10 de enero del año pasado: “Paco, este año va a ser un año inmejorable”, y tengo que decir que acertó, tanto a nivel personal como profesional, con sus altos y sus bajos, para mí el 2023 ha sido un año excelente, no inmejorable, porque confío en que este año sea aún mejor.
El año pasado comencé una nueva aventura empresarial apasionante, rodeado de buenos amigos y profesionales, y este año tenemos el reto de seguir creciendo y consolidarnos.
En el aspecto tecnológico digital también ha sido un año donde han ocurrido muchísimas cosas, empezando por el boom de la inteligencia artificial generativa y todo el Tsunami que ésta ha provocado. Y no me refiero solo a su uso, sino el impacto en el desarrollo de las infraestructuras necesarias para que la IA Generativa sea una realidad, es decir, la supercomputación y la hiperconectividad.
En temas de computación se está dando saltos “cuánticos”, nunca mejor dicho, con lanzamientos de nuevos microprocesadores con unas prestaciones que parecen, simplemente, de ciencia ficción. Mayores capacidades de computación, velocidades y memoria al mismo tiempo que se reduce el tamaño y el consumo de energía.
Sirva como ejemplo el nuevo Supercomputador Europeo, el MareNostrum 5 desarrollado por el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación, (BSC_CNS), que fue inaugurado el pasado 21 de diciembre. Es 23 veces más potente que su predecesor y 10.000 veces más potente que el MareNostrum1 de 2004 (en su momento el cuarto más potente del mundo). El MareNostrum 1 ocupaba una superficie de 180 m², hoy toda esa capacidad de computación cabe en un chip de ¡¡¡8 cm²!!!. El MareNostrum 5 utiliza 4.480 de estos superchips.
El MareNostrum 5 es capaz de realizar 314.000 billones de cálculos por segundos, equivalente a 380.000 ordenadores de gama media-alta. Toda esta capacidad de computación se va a poner a disposición de la ciencia y la tecnología para el desarrollo de gemelos digitales del planeta y del cuerpo humano, así como la búsqueda de nuevos tratamientos contra enfermedades como el cáncer, el diseño de ciudades más sostenibles, la búsqueda de nuevas fuentes de energía y nuevos materiales.
Si los datos son el petróleo del siglo XXI, el desarrollo de los semiconductores y de las telecomunicaciones son las autopistas que permiten que esos datos puedan ser utilizados.
La hiperconectividad es otro de los grandes retos para la implementación de nuevas tecnologías como la IA Generativa, el Metaverso o la Movilidad Conectada. Tecnologías que consumen gran cantidad de datos con una necesidad de latencias mínimas. La pregunta es si el sector está preparado para afrontar este nuevo reto y estas nuevas inversiones.
De momento parece muy complicado, ya que la hiperegulación europea desarrollada en el siglo XX, como acaba de señalar el presidente de Telefónica en el Foro de Davos, pone en cuestión el modelo de negocio de los operadores y su rentabilidad para afrontar nuevas inversiones sin un escenario claro de rentabilidad a corte y medio plazo. Europa y España necesitan una red de telecomunicaciones potente para poder desarrollar nuevas aplicaciones. Sin nuevas infraestructuras no hay posibilidad de desarrollo de nuevas soluciones, y Europa corre el riesgo de perder competitividad frente a otras regiones más desarrolladas en este concepto.
Hablando del sector de las telecomunicaciones en España, este año veremos las consecuencias que tiene para el sector la entrada del estado en el accionariado de Telefónica, que este año celebra su centenario.
Los Fondos Europeos NextGenerationEU. Nos acercamos a la recta final de los NextGenerationEU y parece que todavía queda mucho por hacer para poder llegar a la meta con éxito. Este año es fundamental y tenemos que esforzarnos todos para conseguir aprovechar al máximo esta inmensa inversión europea, cuyo objetivo es transformar el tejido empresarial español a través de la digitalización y la transición energética.
Para seguir impulsando los Fondos NextGenerationEU contaremos con un renovado equipo en la Administración en el recién creado Ministerio el de Transformación Digital (una antigua petición de sector). El éxito de este nuevo Ministerio será el éxito de todos y su labor es vital para la industria digital y para la transformación del país.
Una Industria Digital que en 2024 se encontrará con una renovación completa de las presidencias de las tres patronales del sector digital. ADigital ya lo hizo a final del 2023 con la elección de Susana Voces, DigitalES acaba de anunciar el nombramiento de Federico Linares (EY) como nuevo presidente y AMETIC lo hará a final de año cuando acabe el mandato del actual presidente, Pedro Mier. Todos estos cambios sin duda influirán en desarrollar un nuevo marco de colaboración entre todas ellas, que ayudará a impulsar la industria digital española y como consecuencia todas las industrias productivas y la economía del país.
Para mí el 2023 fue un año increíble en cuanto a la evolución de la tecnología y de la industria digital y espero que el 2024 sea otro año INMEJORABLE, solo mejorable por el 2025. Feliz 2024.