Empresas: no es el cómo, es el por qué
Montar una empresa, un equipo o liderar un proyecto es más difícil de lo que parece: responsabilidad, necesidad de aprendizaje continuo, vértigo psicológico, errores y, sobre todo, mucho trabajo. Todo esto le puede resultar familiar a todo aquel que ha llevado equipos, pero, sin duda, no es lo que se proyecta cuando uno lee noticias sobre rondas de financiación o jóvenes en un garaje con una idea feliz. Hay mucho más detrás: desde desgaste psicológico hasta incluso poner a veces en riesgo tus pilares financieros o familiares.
Por todo ello, siempre me he preguntado: ¿cómo son capaces estas personas que lideran empresas de alto impacto de darlo todo, mantenerse creativos y emanar un liderazgo positivo?
Tengo 29 años, llevo un equipo de casi 100 personas y, sinceramente, todavía la respuesta final no la tengo. Pero me gusta fijarme en otras personas a las que admiro para sacar respuestas o pistas.
Las startups que más aprecio y que creo que mejor lo están haciendo tienen un patrón: un equipo que quiere mejorar el mundo. Y no es un tópico: desde Google, Apple o Tesla, pasando por empresas españolas como CrowdFarming o Woodabu.
Todas quieren mejorar la vida de la gente o del ecosistema y, para ello, fichan a equipos que tengan esta misma visión. Gente que no sólo quiera triunfar profesionalmente, sino también llegar a sus casas y decirles a sus familias que están orgullosos por lo que han hecho ese día y cómo han ayudado a otras personas.
Es esta motivación, y no otra, la que mueve a estas personas a dejar todo lo malo detrás (problemas, miedos, cansancio, etc.) para sacar lo mejor de ellos (liderazgo, creatividad, energía para trabajar duro y hacer de su visión una realidad). Y no todo se basa en definir una visión o un por qué. También se trata de cuidar y no olvidarse de ese por qué.
Tengo amigos escépticos sobre esto: "La famosa visión de las empresas es puro marketing, en realidad sólo quieren ganar dinero". Habrá muchas que sí, pero a las mejores empresas estoy seguro de que lo que les mueve es algo más allá. "Apuntar a las estrellas para llegar a la luna" es de las frases más acertadas que he escuchado. Si el motivo de las empresas fuera únicamente el ganar dinero, estoy seguro de que muchos no tendríamos las fuerzas para sobreponernos a todo lo que supone el montar algo nuevo. Se necesita un motivo más fundamental. Se necesita un por qué.
Todavía es cierto que hay empresas que no opinan igual, pero con la guerra de talento que vivimos, donde son los profesionales los que deciden en qué proyectos trabajar, y no al revés, sólo aquellos proyectos con impacto tendrán la oportunidad de tener al mejor equipo. Y sólo con el mejor equipo una empresa puede ganar.
*** Luis Bardají Izard es cofundador de Trucksters.