Hace ya muchos años que las empresas tecnológicas en España aseguran tener serios problemas para encontrar según qué perfiles especializados. La “cantinela” no es nueva en absoluto, pese a lo que el problema persiste…, y se agrava día a día. En la actualidad, la patronal DigitalES calcula que existen 120.400 vacantes TIC sin cubrir, un 70% más que hace solamente un año.
La queja del sector es tan alarmista, la cifra es tan abultada, que parece irreal. Pero no lo es. Si empresas como ManpowerGroup aseguraban hace un año que seis de cada diez ofertas de trabajo TIC no se cubrían -o costaba mucho tiempo llegar a hacerlo-, ahora afirman que el problema afecta a 7 de cada 10 nuevas posiciones.
La solución -o una parte de ella- puede venir de la mano de la ficción. Pero antes de exponer esta idea, ¿por qué este sinsentido? ¿Cómo es posible que un país con una tasa tan alta de paro presente un déficit de especialistas en profesiones de alta empleabilidad?
Mito #1: el problema se resuelve ofreciendo más dinero
La primera reacción de mucha gente es: “Seguro que pagaran mejor les lloverían los candidatos”. Lógico, ¿verdad? Pero al investigar un poco, resulta que en el sector tecnológico nacional, en términos generales, los salarios son bastante superiores a la media. Un 11% superiores, según un informe. Además, las posiciones más difíciles de cubrir son las más especializadas, ergo, mejor pagadas.
En cualquier caso, los salarios no tienen tanto que ver con la captación de talento como con la retención de esos profesionales. Es cierto que dentro del sector TIC encontramos empresas con tasas de rotación de personal bastante elevadas. Es una problemática diferente, donde a la remuneración se unen otros factores importantes para las personas, como la flexibilidad de horarios, la posibilidad de teletrabajar, la formación interna o la posibilidad de trabajar en proyectos TI más innovadores.
El pool de talento tecnológico, simplemente, no es lo suficientemente grande para dar cabida a actividades económicas de rápido crecimiento en nuestro país. La demanda de profesionales es muy superior a la oferta. Ese pool crece mucho, por supuesto, pero debería hacerlo en un orden de magnitud aun superior.
Mito #2: no hay buena formación TIC en España
Sí que la hay, y mejora cada día. Es una práctica común en el sector proporcionar formación interna a su personal más júnior. Existe también una variedad bastante amplia de cátedras, certificados de profesionalidad, cursos de especialización, másteres, meetups, desafíos…
Un buen síntoma de la buena preparación de los profesionales TIC en España es que haya muchas multinacionales que quieran trasladar o instalar centros de producción digital en nuestro país. Hace solo unos días, un ejecutivo internacional de Qualcomm me hablaba ilusionado de la calidad de los desarrolladores españoles.
Mito #3: faltan mujeres y sobran hombres en el sector
¡Faltan hombres y mujeres! Por supuesto, estas últimas en mayor proporción. Nunca he creído en las cuotas, pero es lógico asumir que las plantillas diversas aportan más valor. En mi opinión personal, como mínimo, un equipo de profesionales debería ser igual de diverso que los usuarios o consumidores a los que se dirige.
Las empresas son conscientes de la dificultad añadida de atraer candidaturas de mujeres a sus procesos de selección. Son muy interesantes algunos experimentos tipo A/B testing, donde publican dos versiones de una misma oferta de empleo, empleando palabras diferentes, con resultados distintos.
Mito #4: son trabajos ‘grises’, muy ‘frikies’…
Como se imaginará el lector, en un sector en el que trabajan más de 500.000 personas en nuestro país caben todo tipo de perfiles, todo tipo de puestos de trabajo. Sin embargo, las posiciones donde no existe la rutina, donde se necesitan buenas “soft skills” y donde puedes seguir aprendiendo cada día son mucho más abundantes de lo que puede parecer a simple vista.
Dicho todo esto… ¿qué está fallando? ¿Por qué no aumentan suficientemente las vocaciones STEM en nuestro país? ¿Qué es lo que no estamos sabiendo ver?
Momento eureka: ¡una serie de TV!
¿Y si…? ¡Lo que necesitamos es una buena serie de televisión sobre la profesión! Algo como la estupenda 'Halt & Catch Fire'..., pero ambientado en la actualidad.
Una serie que no caiga en caricaturizar con tópicos a los informáticos, donde los protagonistas no tengan que escoger entre parecer ridículamente cómicos o trágicamente excéntricos. Que no se base en presentar a las empresas tecnológicas como corporaciones deshumanizadoras y que no inculque el miedo al progreso.
Una serie, en definitiva, cuya trama gire alrededor de una profesión que puede ser apasionante. Que incite a conocer qué hay detrás de los vídeos que viralizamos, las noticias que leemos y las herramientas con las que trabajamos, para así animar a más personas a construir las infraestructuras y las plataformas digitales que están cambiando nuestras vidas.
En nuestro país, la serie ‘Periodistas’ fue una de las ficciones más seguidas en la década de los noventa, y disparó las matriculaciones en las carreras de Ciencias de la Información. Otra de las profesiones que hemos aprendido a amar gracias a la televisión es la medicina -¿qué puede haber más estimulante que salvar vidas?-. ¿Por qué no podríamos aprender a amar también a los arquitectos de nuestro futuro?