Decíamos hace unos días que reinaba en la industria tecnológica española cierta sensación de optimismo, incluso aunque la guerra de Rusia contra Ucrania hubiera estallado ya. Desde entonces, el panorama patrio sigue recogiendo buenas noticias: nuevas inversiones de centros de datos, anuncios de contrataciones masivas, fondos de inversión para startups…
Pero dice el refranero español que "cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar". Si uno lee los medios norteamericanos y bucea por Twitter, enseguida se percatará de que hay un cierto runrún de que soplan aires de cambio, al menos en Estados Unidos. ¿Se avecinan despidos masivos, especialmente en las tecnológicas?
Si se mira la evolución bursátil de las FAANG (Facebook -ahora Meta-, Amazon, Apple, Netflix y Google – Alphabet-), solo Apple y Google tienen comportamientos positivos en el último año. El resto experimentan caídas que llegan a superar el 30%.
De hecho, el índice Nasdaq, el principal de las empresas tecnológicas, se está dejando en lo que va de año más de un 20%, cuando sus resultados suelen ser siempre positivos. Aunque en 2018 y 2011 este índice acabó el año en rojo, las caídas fueron más bien tímidas.
Hay que remontarse a 2008 para ver un resultado tan negativo. Aquel ejercicio el Nasdaq se dejó más de un 40% de su capitalización. Fue el año que estalló la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, que acabó arrestando al resto de economías y afectando a todos los sectores.
Tras la bancarrota de Lehman Brothers (el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos), muchos fondos de capital replegaron velas. Incluso Sequoia (uno de los principales grupos de inversión tecnológica, presente en compañías como Zoom, Apple, Stripe o Instagram) hizo una fuerte declaración de intenciones a las startups: "Sed realistas o iros a casa".
Es cierto que en aquella crisis también nacieron empresas sin las que hoy casi no se concibe el mundo, como Airbnb, Slack o Uber. Así, uno de los fundadores de la primera, Brian Chesky, ha asegurado que el momento que se vive en Silicon Valley es muy parecido a cuando ellos fundaron Airbnb, en el sentido de que muchas compañías que se crean durante momentos de recesión serán puestas a prueba. "Solo sobrevivirán las más fuertes".
Una de las voces más autorizadas en hablar de estas primeras señales de alarmas en el ecosistema tecnológico es el Wall Street Journal, que dice abiertamente que aquellas compañías que durante estos dos últimos años han contratado sin parar a cientos de ingenieros han empezado a congelar sus procesos de contratación e, incluso, a despedir a los primeros empleados.
Mientras, los inversores estarían dudando de si se trata de un reajuste temporal (después de que las compañías tecnológicas hayan tenido importantes crecimientos desde que estallase la pandemia) o si estamos ante las primeras señales de una desaceleración económica más importante de toda la industria.
Sin embargo, este mismo artículo destaca, al igual que algunas fuentes consultadas aquí en España, que sigue habiendo una guerra por el talento. Desde Manfred (consultora de recursos humanos especializada en puestos TIC) aseguran que, al menos en nuestro país, no se han paralizado procesos de contratación en el sector 'tech' y que el mercado nacional está más centrado en fichar y fidelizar a ese talento, "cómo para pensar en despedirlo".
De hecho, como decíamos al principio, día sí y día también aparecen en las noticias anuncios de empresas que buscan contrataciones masivas en los próximos meses.
Además, es curioso ver cómo Meta, una de las compañías que ha anunciado abiertamente que pospone sus planes de empleabilidad (especialmente de posiciones de liderazgo), es de las que más planes de inversión y adquisición de nuevo personal ha planteado recientemente en España.
María Benjumea, fundadora y CEO de South Summit, asegura que, aunque "no podemos olvidar que vivimos en un contexto económico global" al menos por ahora, podemos estar tranquilos ya que, no se nota inquietud en el ecosistema en España.
Es más, Benjumea asegura que estamos en un momento en el que "el ecosistema de la innovación es verdaderamente fuerte" y, con los datos de un informe de PwC sobre 'El impacto socioeconómico de South Summit en España', asegura que las previsiones son que, para finales de este mismo año, el valor del ecosistema alcance los 83.000 millones de euros, "lo que implicaría que su valor se multiplique que por 20 en la última década, un dato que nos anima a ser positivos, al menos a corto-medio plazo".