Los empleados buscan adquirir nuevas competencias (upskilling) y reciclarse profesionalmente (reskilling) para alcanzar las futuras oportunidades profesionales que están por venir. Esta es una de las interesantes ideas que se extraen de un artículo de las autoras Susan R. Vroman y Tiffany Danko para HBR en relación a cómo desarrollar en las empresas este tipo de programas de formación.
Aunque la cuestión parece sencilla no lo es en absoluto, ya que el mundo está inmerso en un cambio acelerado, que es el incremento en la tasa de progreso tecnológico que produce cambios más rápidos y profundos.
Esta tendencia se viene observando desde hace varias décadas cuando Gordon E. Moore propuso, en 1965, la Ley que lleva su nombre según la cual cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador. Posteriormente, en 2001, Raymond Kurzweil planteó la ley de rendimientos acelerados para describir un crecimiento exponencial del progreso tecnológico que nos llevará a una singularidad tecnológica. A pesar de que las dos leyes han sido puestas en cuestión, la realidad es que el concepto de cambio acelerado se mantiene y cada vez nos cuesta más seguir el imparable progreso tecnológico.
Por ejemplo, hace un par de años muy pocos conocían el concepto de ciencia ficción del metaverso y, de la noche a la mañana, muchas personas han iniciado proyectos innovadores en busca de nuevas oportunidades de negocio. Recordemos que el diccionario de Oxford define el metaverso como un espacio de realidad virtual en el que los usuarios pueden interactuar con un entorno generado por computadora y otros usuarios.
A este respecto, Mark Zuckerberg dijo en Connect 2021 que el metaverso “es una construcción de realidad virtual destinada a suplantar internet, fusionar la vida virtual con la vida real y crear un sinfín de áreas de juego nuevas para todos: podrás hacer casi cualquier cosa que puedas imaginar”. Este repentino interés se debe en parte a los tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés) que, según explicaba Alberto Iglesias en un artículo del año pasado, estaban surgiendo con gran fuerza como una aplicación potencial del blockchain para convertir en activos digitales, divisibles y comercializables cualquier elemento de la vida real.
El blockchain es una de las muchas tecnologías exponenciales que permiten el cambio a una velocidad acelerada. Esta transformación del mundo como lo conocemos se está viendo facilitada por la reducción de costes y los progresos sustanciales en áreas tales como la potencia de computación, el ancho de banda y el almacenamiento de datos. Las tecnologías exponenciales incluyen, además del blockchain, otras como la inteligencia artificial, tecnologías como computación en la nube, materiales avanzados, biotecnología, ciberseguridad, diseño digital, almacenaje de energía, energías renovables, nuevas generaciones de computación, internet de las cosas, realidad virtual, realidad aumentada y mixta, dispositivos ponibles, reconocimiento de gestos.
El potencial disruptivo de estas tecnologías es tremendo debido a un efecto que se conoce como convergencia acelerada, según la cual a medida que la tecnología continúe creciendo de forma exponencial, las interacciones entre los diferentes subgrupos de la tecnología crearán oportunidades sumamente interesantes, algunas de ellas dentro de nuevas economías como la cripto economía.
Por lo tanto, los programas corporativos de upskilling son muy importantes, ya que son inversiones a largo plazo diseñadas para aumentar el conocimiento, las habilidades y las competencias que ayudan a los empleados a avanzar en sus carreras. Esto, a su vez, impacta en el compromiso y la retención de los empleados, algo fundamental si tenemos en cuenta otros factores como la 'Gran Renuncia'. Las autoras ofrecen tres estrategias para ayudar a los líderes organizacionales a identificar las habilidades y competencias más valiosas.
La primera es capacitar a los empleados para que sean dueños de su desarrollo profesional. De hecho, en el artículo se plantea que una de las cosas más inteligentes y estratégicas que puede hacer una empresa es contratar empleados que no se ajusten a un solo trabajo, sino que busquen personas que puedan hacer varias cosas cuando el negocio cambie.
La segunda es mostrar dónde van las ideas. Si la empresa pide a sus empleados que aporten información sobre los esfuerzos de mejora de las habilidades, es importante que al mismo tiempo ellos vean adónde van sus ideas y cómo son usadas. La tercera es proporcionar una hoja de ruta identificando caminos e hitos claros para la medición del desempeño. Esta metodología brinda a los empleados información sobre el proceso y, al mismo tiempo, les permite desempeñar un papel en su avance.
En conclusión, el futuro del trabajo está relacionado con la adquisición de nuevas competencias, ya que impacta en la retención y desarrollo de los empleados para el crecimiento organizacional y el posicionamiento estratégico.
*** Paco Bree es profesor de Deusto Business School.