La vida media de una empresa se ha reducido drásticamente en los últimos años y la crisis económica originada por el covid-19 no ha hecho sino acentuar este fenómeno. Pero en claro contraste a esta tendencia, un grupo selecto de compañías demuestran una enorme resiliencia antes cualquier crisis, llegando incluso a celebrar el centenario de su fundación.
¿Por qué algunas empresas resisten excepcionalmente la prueba del tiempo y transcienden a sus fundadores, a sus líderes y directivos, a sus productos y servicios, e incluso a la desaparición de sus mercados? ¿Por qué algunas compañías convierten cualquier cambio en oportunidad y están saliendo reforzadas de la crisis que está provocando el covid-19? En definitiva, ¿por qué algunas compañías parecen organizaciones eternas dotadas con el gen de la inmortalidad?
Si pensáramos por un momento en una lista de organizaciones con esta capacidad tan distintiva y singular seguro que se nos vienen a la mente compañías como Apple, Amazon, Disney, Google, IBM, Inditex, John Deere, Johnson & Johnson, Microsoft, Netflix, Procter & Gamble o Siemens. Todas ellas son magníficas evidencias de que el camino hacía el éxito duradero se basa en la transformación sistemática, incluso cuando todo va bien. Las organizaciones eternas prosperan a un nivel de éxito que está en consonancia con su sistemática e infinita capacidad de transformación y reinvención.
¿Cómo lo hacen? ¿Cuáles son las claves de su éxito duradero? ¿Con qué lecciones aprendidas se podrían vacunar otras compañías para recuperarse del covid-19 y desarrollar los anticuerpos necesarios para ser más resilientes? Eternidad es energía, ecosistemas y experimentación. Estos tres elementos explican cómo la transformación sistemática y el éxito a largo plazo puede inocularse en el ADN de cualquier compañía.
La energía motivacional es lo que mueve a las organizaciones eternas a transformase y superarse continuamente. Es el propósito colectivo de la compañía que atrae, conecta y motiva a las personas a dar lo mejor de sí mismas. En Apple es enriquecer la vida de las personas. En Google es organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible. En Amazon es construir un lugar donde las personas puedan venir a buscar y descubrir cualquier cosa que deseen comprar. En consecuencia, toda compañía que perdura con éxito en el tiempo tiene un fuerte sentimiento de propósito colectivo que motiva y une a todas sus personas en torno a algo mucho más grande que ellas mismas y que trasciende lo que la compañía hace, fabrica o vende en un momento dado.
Los ecosistemas experienciales son el espacio de juego donde crecientemente las organizaciones eternas aplican toda su energía para hacer su propósito realidad y desarrollar su modelo de negocio. Los ecosistemas hacen posible lo imposible. Las empresas que orquestan ecosistemas ofrecen la mejor experiencia para el cliente, el mayor inventario, el tiempo de entrega más rápido y el coste más bajo, todo a la vez. Esto explica por qué seis de las siete principales empresas del mundo por capitalización de mercado son orquestadores de ecosistemas. Amazon ha convertido su librería online en un completo ecosistema de compras de productos y servicios alrededor del programa Prime. Microsoft ha reinventado su convencional negocio de software para ordenadores personales en un ecosistema de servicios tecnológicos basados en la nube. Netflix ha pasado de enviar DVDs por correo a orquestar un ecosistema único de producción y distribución digital de contenidos. John Deere, tras más de 180 años fabricando maquinaria agrícola, se ha convertido en el arquitecto de un ecosistema de servicios digitales que mejoran el día a día de los agricultores y la rentabilidad de su negocio. Dado que los ecosistemas son más resilientes ante las crisis y habilitan nuevos espacios de colaboración, innovación y crecimiento, se espera que pudieran orquestar alrededor de un tercio de la economía global en 2025.
La experimentación continua es el hábito que lleva a las organizaciones de éxito hacia la eternidad. Amazon es probablemente la empresa más asombrosa de las últimas décadas, obviamente por su tecnología, pero sobre todo por su cultura de experimentación. Jeff Bezos implementó una cultura que mantiene a la empresa en una mentalidad continua de innovación, aprendizaje y mejora. Bezos suele decir que “siempre es el primer día en Amazon” y esta mentalidad del “día 1” se ha convertido en la plataforma de Amazon para su éxito exponencial. Por tanto, no es de extrañar que cuanto más innova una organización, más fracasa, más aprende y más evoluciona. Y en la era digital no hay excusas, pues las nuevas tecnologías habilitan el desarrollo de soluciones innovadoras que resuelven problemas y mejoran la vida de las personas a una agilidad, efectividad y escala sin precedentes. En una organización eterna no se fracasa, se aprende a hacer las cosas mejor, más rápido y más barato.
En resumen, energía motivacional, ecosistemas experienciales y experimentación continua. Tres imperativos con las que toda compañía debería vacunarse para superar con éxito la crisis del covid-19 y desarrollar los anticuerpos necesarios para hacer de la transformación sistemática su mantra hacia la eternidad.
*** José Cantera es socio de transformación digital de Kearney, consultora global americana con presencia en 44 países.