Sin duda alguna, de las cosas que más agradezco a mis padres es la formación que me dieron, creo que todos estaremos de acuerdo en que esa es la mejor herencia que nos pueden dejar.
Pero también agradezco a Philips, a Samsung y a Ametic, organizaciones en las que he trabajado y estoy trabajando, la formación que a lo largo de más de 30 años me han dado, tanto formal como informalmente, todo lo que sé, y todo lo que soy profesionalmente, se lo debo a ellos.
También he aprendido en mi etapa de emprendedor, de los éxitos y sobre todo de los fracasos.
Lo que he aprendido en todo este tiempo es la importancia que tiene aprender todos los días y lo fácil o difícil que puede ser. Difícil, porque requiere un cierto esfuerzo y mucha humildad, y fácil porque podemos aprender de todo y de todos.
Para aprender se tienen que dar al menos tres circunstancias: primero que seamos conscientes de la necesidad que tenemos de aprender, segundo que sepamos identificar nuestras carencias y tercero que encontremos la formación adecuada, tanto con nuestra experiencia del día a día como con una formación académica/formal.
Si antes de la pandemia decíamos que vivíamos en un mundo cambiante, ahora podemos añadirle el adjetivo de exponencial.
Nunca, en nuestra generación nos habíamos enfrentado a un reto tan grande como al que nos enfrentamos ahora, la Covid-19 nos ha cambiado a todos y está cambiando absolutamente todo y no tenemos más remedio que reinventarnos todos y reinventar todo.
La tarea no es fácil, lo fácil es seguir haciendo lo mismo, los cambios siempre cuestan, aunque sea para bien. Me acuerdo una vez una profesora de primaria de una escuela pública, que participaba en el proyecto Samsung Smart School, y que tuvo que dedicarle muchas horas de su tiempo libre, mucho esfuerzo, y no pocas frustraciones, para cambiar completamente su sistema de enseñanza y poder enseñar a sus alumnos a aprender a aprender, me dijo que había sido un reto muy duro, pero un reto ilusionante, que había merecido la pena porque ahora sus alumnos disfrutaban aprendiendo.
Hoy nos enfrentamos a un reto enorme, que produce vértigo, pero como decía la profesora de primaria “un reto ilusionante”. Tenemos la oportunidad de mejorar todo lo que nos rodea ya que tenemos los medios para superar este reto ilusionante y convertirlo en una gran oportunidad. Estos medios se llaman Digitalización y Sostenibilidad.
Si somos capaces de utilizar estas dos palancas, digitalización y sostenibilidad, de forma adecuada, este gran reto se convertirá en una gran oportunidad para nosotros y para las próximas generaciones, como bien indica el nombre de los fondos europeos “Next Generation UE”.
La pregunta es, ¿cómo podemos hoy, cada uno de nosotros, utilizar estas palancas en nuestro día a día, en nuestro trabajo, en nuestra casa, con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros compañeros? Todo para poder afrontar las dificultades a las que nos enfrentamos.
La respuesta es la formación, tenemos que hacer un esfuerzo todos y cada uno de nosotros para formarnos, capacitarnos y conocer mejor las posibilidades que nos ofrece la digitalización y la sostenibilidad. La digitalización no es un fin, es un medio para conseguir ser más productivos y sostenibles, aprovechando nuestro talento y generando empleo de calidad para mantener el Estado de bienestar que tanto nos ha costado conseguir.
Hace pocos días, el Gobierno presentó el Plan Nacional de Competencias Digitales, un plan muy ambicioso y completo que cubre todas las necesidades capacitación digital, desde las más básicas de la ciudadanía, hasta las más complejas de los profesionales del sector digital, cubriendo todos los sectores tanto el público como el privado, con especial foco en las pymes, y sin olvidar las brechas digitales existentes.
Además, se trata de un plan dotado de una aportación económica importante, 3.750 millones de euros.
Nunca se había dedicado tanta inversión pública en la formación digital del país. Es una oportunidad de la que tenemos el deber moral de aprovechar.
La base de la digitalización y el comienzo de la transformación digital es la formación, es el primer paso que tenemos que dar todos, sin formación no hay digitalización.
Pero antes de empezar, lo primero que debemos tener claro todos es la importancia de la digitalización en nuestras vidas, como va a cambiar nuestra salud, nuestra movilidad, los destinos turísticos o la cadena agroalimentaria, temas que desde Ametic hemos abordado en los Macroproyectos Tractores, que se incluyen en el Plan España Digital 2025 y donde vemos que a través de la digitalización y la transformación de estos sectores, se puede generar un efecto tractor sobre toda la economía nacional.
Y también tenemos que pensar cómo va a cambiar nuestro trabajo y que capacitación necesitamos para el trabajo de mañana, qué habilidades tenemos que desarrollar y qué conocimientos tenemos que adquirir para seguir avanzando y ser capaces de afrontar los nuevos retos.
Como representantes de la industria digital en España, vamos a hacer todo lo posible, para que España sea líder mundial en capacitación digital y podamos conseguir los mejores resultados en la utilización de la digitalización para mejorar nuestra economía, nuestra industria y sobre todo, nuestra sociedad.
Como decía la profesora de primaria, “es un reto difícil pero apasionante y la recompensa merece la pena”.