Hace algunos años, menos de los que nos gusta admitir en España, los conceptos de cloud computing o nube eran totalmente ajenos al día a día de las empresas en este país. La inmensa mayoría de negocios de España, desde pymes a grandes firmas, mantenían el rumbo sin siquiera plantearse la importancia de la nube.
En este momento, en un contexto de incertidumbre, crisis y cambio, el negocio de la nube se encuentra en un período de auge, subiendo como la espuma. El gran crecimiento que estamos viviendo en este sector responde, en gran parte, a la crisis sin precedentes que nos ha golpeado globalmente. Las carencias que tenemos en España nos llevan a una situación curiosa, y es que la digitalización y el sector tecnológico crecen a golpe de crisis. Ya lo vivimos de forma muy clara a partir de 2009, pues tras la crisis financiera estallada en 2008 estos segmentos del mercado empezaron su primer despegue. Un despegue que se está repitiendo, aún más acentuado quizás, en estos últimos meses.
Aún así, la base sobre la que construimos este crecimiento debe fortalecerse, y mucho. Las estimaciones indican que actualmente hay 10.000 puestos tecnológicos sin cubrir en España, una situación que afecta a todos. Los negocios están sedientos y necesitados de talento, pero el talento escasea. La falta de formación, el alto grado de rotación y, sobre todo, la poca experiencia y consolidación el sector, hacen mella en este país. Y es que ya lo dicen los trabajadores del sector: “El gran problema de los informáticos es que sus jefes no son informáticos”. El que no entiende la tecnología, no es capaz de verle el valor que tiene.
Hace falta desarrollar una gran tarea pedagógica y de evangelización en España. Pedagogía para comprender y asumir que el pago por uso ha llegado para quedarse, que es un acierto y es la herramienta que tiene más sentido y da más rentabilidad a los negocios. Pedagogía para darse cuenta de que, si bien siempre hay que tener la mirada a lo lejos y tener en cuenta el largo plazo, en un contexto totalmente marcado por la incertidumbre y la inestabilidad, lo que tiene más valor es el aquí y el ahora.
Quiénes trabajamos en el sector de la tecnología y el cloud computing en este país sabemos el potencial que tenemos y el camino por delante que aún queda por recorrer. Viajemos por un momento a, por ejemplo, Estados Unidos. Nuestra experiencia en ese país nos muestra que la inmensa mayoría de los directivos y ejecutivos de las empresas, de los sectores más diversos, de firmas grandes o pequeñas, en estados rurales o urbanos… sea cual sea su contexto, sus empresarios saben hablar de tecnología, de servidores y de la nube.
Pero es que, a pesar de que nuestra falsa creencia nos indique lo contrario, esta situación no solamente se da en Estados Unidos. En países como México, Brasil, Chile o Colombia, la digitalización y el cloud computing se han asumido como realidades del presente y como grandes oportunidades. Nuestra trayectoria en el mercado latinoamericano nos muestra una madurez en el segmento tecnológico que en España aún se antoja lejana. Es más, las tendencias del sector nos indican que la transformación digital en este país va a ser liderada por líderes europeos, no españoles.
Parece evidente que existe un trasfondo cultural a esta situación. Los españoles tendemos a acaparar, a acumular; y esto lo trasladamos al mundo de la empresa. En España tenemos empresas de posesión, no de uso. La digitalización y la llegada de la nube y el pago por uso rompen con esta tendencia cultural. Y, una vez más, para conseguir dar este salto necesitamos más pedagogía.
Analizado esta base, ¿qué nos depara el futuro? El escenario que se presenta por delante va a tener un efecto directo en la composición del sector tecnológico. A mí parecer, la concentración empresarial va a empezar a ser la norma, como lo está siendo en muchos otros sectores. Grandes empresas y multinacionales, de sectores ajenos al tecnológico, ya están comprando o planteándose comprar empresas de cloud y digitalización, acumulando know-how y consiguiendo el mejor talento. Las fusiones y adquisiciones van a multiplicarse y, no tengamos dudas, las “Big Four” se están frotando las manos ante lo que está por venir.
El cloud en España está en un momento de auge, pero el auténtico boom, su consolidación real en el tejido empresarial español, incluyendo las pymes, no se producirá hasta dentro de 3 o 4 años. La crisis del Covid-19 no ha hecho sino mostrar con más claridad su importancia. La movilidad, la necesidad de tener los datos desde cualquier lugar del mundo, la hiperescalabilidad, la cultura digital, ciberseguridad… Los retos por delante son muchos y complejos, pero la nube no tiene barreras. Pensemos en grande y subámonos al carro.
*** Manuel Galayo es CEO de Nubalia