Conoce el sector como la palma de su mano; no en vano representa la cuarta generación de ferroviarios de su familia. Pero además, David Baca, director de I+D+i de Siemens Mobility España ha sido parte de la transformación del transporte ferroviario, con la innovación tecnológica como compañera de viaje.
La nube, los gemelos digitales o la automatización forman parte ya de un sector clave especialmente en nuestro país. “España tiene la red ferroviaria más grande de Europa y la segunda del mundo, después de China”, explica Baca antes de señalar los que, en su opinión, son los tres grandes desafíos a los que se enfrenta el ferrocarril: un importante incremento de pasajeros, la descarbonización del sector y la irrupción de nuevas tecnologías.
Y es que desde la propia compañía calculan que, para 2050, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades y el movimiento de pasajeros se triplicará. Por ello, la compañía tiene como lema y objetivo “transformar la movilidad urbana para un futuro mejor”.
Próxima parada: la nube
“Con esa previsión de población en ciudades y movimiento de pasajeros, necesitamos una infraestructura eficiente, sostenible y segura y en eso estamos trabajando”, afirma David Baca.
Muestra de ello es, por ejemplo, el proyecto de enclavamientos en la nube Westrace@DS3 (Distributed Smart Safe System) que, desde su centro de Competencia de I+D+i en nuestro país, ha realizado para Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.
Esta digitalización de los enclavamientos y su migración a la nube, el sistema de control de todos los sistemas de señalización del ferrocarril, implica “un aumento de la capacidad de la infraestructura, cumpliendo con los más altos estándares de seguridad, así como una importante reducción de costes a lo largo de todo el ciclo de vida, ofreciendo una mayor rentabilidad, un mantenimiento flexible y ahorro de espacio y energía para el cliente, según afirman desde la multinacional.
Una nube on premise y una solución que, añade el director de I+D+I de la compañía, “nos permite pasar de un sistema que tradicionalmente estaba ubicado en la vía, disperso y con mucho equipamiento y consumo a un sistema centralizado en cloud que reduce el consumo y aumenta las capacidades de la línea”.
Pero, tal vez uno de los mayores beneficios de esa apuesta por la nube es que “habilita una capacidad de computación y de gestión de datos que nos va a permitir añadir nuevos servicios adicionales como es el mantenimiento predictivo; es decir, vamos a ser capaces de ver con antelación qué va a ocurrir en el ferrocarril ya no para aportar una solución sino para evitarlo”, apunta también Baca.
Trenes inteligentes y autónomos
Una capacidad de adelantarse no solo a posibles averías o fallos sino también a incrementos de pasajeros que tiene en la inteligencia artificial un gran aliado. Un ejemplo lo encontramos en Thameslink, la principal ruta del sistema ferroviario del Reino Unido, en la operan trenes “que ya están generando 9 millones de datos semanalmente”.
“Los trenes tienen un sistema predictivo con el que son capaces de analizar su propio comportamiento y predecir qué sistemas pueden fallar o qué piezas hay que sustituir, planificando así de forma inteligente y con antelación su propio mantenimiento”, apunta David Baca.
AIRO es otro ejemplo de cómo la inteligencia artificial es una de las grandes protagonistas en la transformación del sector que está realizando Siemens Mobility y, sobre todo, de su apuesta también interna por la innovación y el emprendimiento. “Es uno de los proyectos surgidos de nuestro programa de intraemprendimiento. Es decir, un proyecto que nació en nuestro país y que se ha convertido en una solución real que puede implementarse en cualquier parte del mundo”, señala orgulloso David Baca.
Concretamente, AIRO es un motor de inteligencia artificial pensado para regular la frecuencia de los trenes en tiempo real y ajustarlos a la demanda de pasajeros. Además, reducirá los tiempos de espera en estaciones y evitará la disrupción del servicio.
“Además, AIRO surgió en plena pandemia de la covid-19, cuando más se necesitaba saber con qué frecuencia poner en marcha trenes para que los pasajeros no estuvieran mucho tiempo esperando en el andén. El sistema era capaz, con la información que obtenía de las cámara instaladas en los andenes, de analizar la densidad de pasajeros y así ver si se cumplía el distanciamiento social necesario y, en función de esa información, poner en marcha más trenes y con mayor frecuencia para lograrlo o no”.
Las soluciones tecnológicas de automatización también están permitiendo a Siemens Mobility incrementar la eficiencia del sistema ferroviario. Así, por ejemplo, en el caso de la conducción automática, los sistemas ATO, Automatic Train Operation, permiten incrementar la eficiencia de la línea un 30 por ciento, según la compañía.
Unos sistemas de automatización que ya están usándose en la Downtown de Singapur, la línea de metro suburbano más larga del mundo totalmente automatizada. “Allí, los trenes se despiertan automáticamente, se van a la ducha por decirlo de algún modo y se colocan en el andén que les corresponde para empezar a operar”, explica Baca que añade que este sistema es el mismo que la compañía ha instalado en las líneas 9 y 10 de Metro de Barcelona. “Ambas tienen el máximo sistema de automatización GOA4, que significa que concluido el servicio vuelven automáticamente a los depósitos a ‘dormir’ y se colocan automáticamente en la vía al día siguiente”.
34 millones de euros en innovación
La construcción de una línea ferroviaria eléctrica de alta velocidad que unirá las costas del Mar Rojo y del Mediterráneo; la del tren de alta velocidad que conectará las ciudades de La Meca y Medina, en Arabia Saudí; la del tren propulsado por hidrógeno verde; o el diseño y desarrollo, junto a NTT Data, de Doco, la aplicación de transporte intermodal de Renfe, son algunas otras paradas de la compañía en la estación de la innovación.
“Tenemos muchos proyectos con repercusión social y eso atrae y fideliza el talento”, asegura en ese sentido el director de I+D+I quien además explica que prefiere, frente a aquellos que hablan de atraer y retener el talento, fidelizarlo. “Nuestra propuesta creo que es muy ilusionante. Además, anualmente destinamos 34 millones de euros a innovación, para exportar talento y soluciones españolas”, añade con orgullo.
Una soluciones que desde España están ayudando a dibujar el ferrocarril del mañana que será, sí o sí, para Baca, mucho más rápido y eficiente y “cero contaminante”.
Que ese ferrocarril sea una realidad dependerá, cómo no, de la capacidad de innovación de la compañía. “Yo entré hace 22 años de ayudante de ayudante de ayudante. He ido viendo todas las innovaciones que iban dándose a lo largo de esos años y en muchas de ellas he tenido la suerte de participar. Me considero un privilegiado y, en mi opinión, si quiero lograr algo que no ha pasado nunca, tengo que hacer algo que no he hecho nunca. Eso es innovar”.