El sueño americano, en versión digital. Esto es lo que está viviendo Javier Oliván, un aragonés que rara vez pudo sospechar que los derroteros de la vida le llevarían, primero, a incorporarse como uno de los primeros empleados de una floreciente Facebook y, quince años más tarde, a convertirse en su segundo bastión, el lugarteniente del todopoderoso fundador, Mark Zuckerberg.
Este puesto, el de consigliere del controvertido emprendedor y creador de la red social, lo ocupaba hasta hoy mismo ni más ni menos que Sheryl Sandberg como directora de Operaciones. O, lo que es lo mismo, como la ejecutiva mujer con más poder en Silicon Valley desde 2008 hasta que ha decidido salir del negocio que ella mismo ayudó a construir.
Un negocio que ahora se mueve entre las finas arenas movedizas de los escándalos sobre el uso de datos personales y la huida hacia delante protagonizada por el metaverso, que ha motivado incluso el cambio de nombre de la propia empresa. Ahora hemos de referirnos a Facebook como Meta.
De Alemania a Silicon Valley, pasando por Tokio
Oliván tendrá esa recuperación de la tracción y la búsqueda de un modelo de negocio sostenible en el metaverso sus principales misiones ahora que ocupa el despacho más cercano al de Zuckerberg.
A este propósito destinará sus vastos conocimientos de la casa en la que lleva desde 2007 ocupando puestos de gran responsabilidad, así como su pasado en el sector de la telefonía móvil, también fuera de España, en Alemania (con Siemens Mobile) y en Japón (NTT DoCoMo).
No llegó por casualidad ni sin esfuerzo a esta carrera de relumbrón internacional. Javier Oliván, quién participó en la última edición de 'Wake Up, Spain!', estudió Ingeniería Eléctrica e Industrial en la Universidad de Navarra y consiguió la máxima calificación posible: cum laude. También recibió un premio a la excelencia académica por su inmaculada trayectoria en los estudios.
Sería tras graduarse en la Universidad de Stanford cuando Javier Oliván aceptaría la oferta de Facebook: una empresa que prometía conectar a personas de todo el mundo y que estaba cobrando especial impulso. Oliván ya conocía a la empresa, tanto que hasta había intentado crear un rival para Zuckerberg, de nombre Nosuni.
Dicha aventura no llegó a nada, pero sirvió para que los cazatalentos de Facebook pusieran sus miras en el ingeniero español. Desde su incorporación, el ascenso fue a velocidad de relámpago, culminando en la vicepresidencia de Expansión e Infraestructura que ocupaba hasta hace unas horas.
"Estoy emocionado de asumir este nuevo desafío como director de Operaciones. Como dijo Mark, realmente no puedes reemplazar a alguien como Sheryl; así que aunque tendré el mismo título, este será un papel diferente", ha explicado el propio Oliván en un mensaje en su propio perfil de Facebook.
"Con algunas excepciones, no anticipo que mi rol tendrá el mismo aspecto público, dado que tenemos otros líderes en Meta que ya son responsables de ese trabajo. Voy a pasar mucho tiempo escuchando a nuestros equipos comerciales, escuchando lo que necesitan para ayudar a apoyar a nuestros clientes y socios", anticipaba.