Una habitación cuadrada, típica, pero que esconde algo. De pronto en tres de sus paredes y en el techo se proyecta con una lente especial un ambiente que permite al usuario sumergirse en un mundo diferente. Así es la realidad inmersiva que la catalana Broomx está implementando en sectores tan diversos como el turismo (con hoteles y eventos) o el de la salud, y en empresas como las cadenas hoteleras Meliá y Catalonia, Adidas, Lego, Vice o Vulcan, entre otras. Una de sus ventajas competitivas es haber desarrollado un dispositivo compatible con todos los contenidos de realidad virtual (RV) del mercado.
¿Pero cómo llegaron estos emprendedores españoles hasta aquí? De la mano de la crisis económica, que obligó a sus fundadores a reconvertirse y dar el salto a la tecnología. Tras 15 años de experiencia en el diseño de interiores, el estudio Serrano Brothers apostó por la innovación para seguir transformando los espacios físicos y dar un paso más allá: adaptarlos a cada persona. La realidad virtual inmersiva fue la clave para esta reinvención.
Así surgió hace cinco años Broomx, pero no fue hasta 2016 cuando se dieron cuenta de que el verdadero impacto llegaría al pasar de los servicios a medida a desarrollar un producto capaz de crear espacios personalizados, inmersivos y envolventes que, además, se pueden replicar con facilidad y son altamente escalables.
El objetivo era lograr que el usuario interactuara con el espacio y así generar nuevas experiencias. "Queríamos que se pudiera disfrutar más allá de tener unas gafas que te aíslan y que solo permiten vivirlo de manera individual. Queríamos que se pudiera compartir esa experiencia con mucha más gente", explica a INNOVADORES Ignasi Capellà, CMO y cofundador de Broomx. Y 2016 fue un año marcado por la compra de Oculus por Facebook y cuando se relanzó la tecnología de RV. "No queríamos hacer contenidos propios ni a medida, sino desarrollar un sistema que fuera compatible con este boom de vídeos y que hasta entonces solo se podían disfrutar con las primeras gafas".
Para desarrollar este dispositivo, desde Broomx han modificado una serie de componentes que ya existían, para "adaptarlos e integrarlos todos en un solo producto, el MK 360" que lleva más de un año en el mercado y que los españoles han presentado en el CES de Las Vegas de 2019.
"A nivel de hardware hemos integrado equipamientos que ya existían, pero que nadie había imaginado juntar, y al mismo tiempo, hemos desarrollado todas las herramientas de software para que estos interactúen y se adapten a cada espacio" en el que se instalen.
"Nuestro cliente inicial eran hoteles a los que ofrecer ambientes relajantes, motivacionales, artísticos... y añadir la interacción directa con el huésped. Además, el sistema controla persianas, cortinas, ventanas e incluso cuenta con un difusor de olores para hacer todo más inmersivo". La sorpresa ha llegado con la 'expansión' a otros sectores no planificados, como el sanitario. Han sido los clientes los que han buscado a Broomx, con el fin, explica Capellà, de "hacer menos traumática la instancia en un hospital, la simple visita al dentista o el tratamiento de alzhéimer". "No habíamos pensado en esto, pero cuando nos lo plantearon, nos volcamos".
El resultado: dos patentes internacionales sobre este producto, que ya ha llamado la atención de grandes empresas, como la mismísima Vulcan, la empresa que creó Paul Allen, cofundador de Microsoft, que está en sectores tan diversos como el real estate o la salud. "Es un gran referente para abrir el mercado en EEUU" por su apuesta por "las tecnologías inmersivas para aprovecharlas más allá de las gafas".
Capellà apostilla que el mercado allí es "otro mundo": "Si tienes un proyecto y les encaja por precio (20.000 dólares) no necesitan mucho más si les das cierta seguridad y buena atención". Es una forma de negociar diferente a la española, indica el cofundador de Broomx. “Nos sorprende un poco que aquí hay que pasar muchos filtros, hay que aportar mucho valor añadido, pero allí si el producto encaja, todo va hacia delante”.
“Al principio nos sorprendía que se fijaran en nosotros. Pero hemos sido muy activos participando en eventos de tecnologías y dejándonos ver, con mucho marketing online. Ahora ya tenemos un partner comercial en EEUU, que además es uno de nuestros clientes”, destaca Capellà.
De hecho, uno de los proyectos internacionales más interesantes y sorprendentes es uno de investigación con este nuevo partner, que además está financiado por el Ministerio de Salud de Canadá, sobre cómo ayudar a personas con alzhéimer a mejorar su bienestar con realidad virtual. El reto, afirma Capellà, es “mejorar la calidad de vida al reducir el nivel de fármacos en los tratamientos de estos pacientes para relajarse y sentirse mejor con menos efectos secundarios”.