El mercado laboral, el transporte, la atención sanitaria, la educación e, incluso, la seguridad… todo puede verse afectado por el desarrollo de la inteligencia artificial. Son muchos los expertos que debaten sobre los beneficios, los riesgos y la ética de los usos de esta tecnología, pero ¿y la opinión pública que piensa sobre ella? El Center for the Governance of AI de la Universidad de Oxford ha elaborado un sondeo sobre la percepción de la inteligencia artificial entre la población de EEUU.
“Los estadounidenses creen que la IA debería estar regulada, pero no están seguros de quiénes deberían ser los reguladores”. De hecho, cuando se les preguntó a quién debería decidir cómo se diseñan y despliegan los sistemas de inteligencia artificial, la mitad indicó el típico no sabe/no contesta.
Una de las respuestas más mayoritarias ha sido la precaución que muestran ante el uso de robots y de tecnología IA: ocho de cada 10 estadounidenses inciden en que debe hacerse “con cuidado”, sobre todo en lo que respecta a los llamados “desafíos” para la administración: salvaguardar la privacidad, no difundir contenido falso, prevenir los ataques cibernéticos, entre otros.
A la pregunta sobre el apoyo al desarrollo de una IA de alto nivel, responden afirmativamente el 47% de los que cobran más de 100.000 dólares y sólo el 24% de los que están por debajo de 30.000; el 39% de hombres y apenas el 25% de mujeres. Así, los graduados universitarios han mostrado un mayor apoyo a la inteligencia artificial (57%) que las personas menos formación (29%)
Desde este centro de la Universidad de Oxford, señalan que tiene la intención de realizar encuestas similares para conocer la opinión de los ciudadanos de la Unión Europea, China y otros países.