Un grupo de investigadores procedentes de diferentes partes del mundo ha construido un biosensor sensible y estable que permite detectar el virus de la hepatitis C (VHC) en pocos minutos, con un bajo coste y que, además, es reutilizable.
Según explica el equipo autor de este descubrimiento, del que han formado parte investigadores del CSIC, el dispositivo se basa en transistores con grafeno que permite hallar proteínas clave del virus.
Carlos Briones, del Centro de Astrobiología (CAB), CSIC-INTA, explica a Dicyt que la detección de esta patología "es esencial", ya que se trata de un patógeno "de gran relevancia clínica", siendo la principal causa de la hepatitis C crónica y uno de los principales desencadenantes del cáncer de hígado.
[Comer sensores o medir la piel: empieza la era de la biomimética]
"Se estima que aproximadamente 100 millones de personas en el mundo viven con VHC y se producen unos cuatro millones de nuevas infecciones cada año", indica.
Así, Briones precisa que el aptasensor desarrollado detecta específicamente la proteína del VHC llamada "core", que es la responsable de formar la cápsida del virus.
Según cuentan los autores, en el camino de esta investigación se han combinado tres líneas de estudio complementarias, en concreto, biología molecular, nanotecnología y microelectrónica.
"Una herramienta prometedora"
José Ángel Martín Gago, del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM), perteneciente al CSIC, así como el encargado de liderar el estudio, afirma que los biosensores basados en transistores con grafeno "se han convertido en una herramienta prometedora para hallar una amplia gama de moléculas".
Por su parte, Irene Palacio, también del ICMM y coordinadora del trabajo, precisa que, aunque hasta ahora el rendimiento de estas herramientas de no era tan eficaz como se esperaba, el trabajo conjunto de esos equipos ha dado con una solución.
"Utilizamos un método físico controlado, basado en tecnologías de vacío, para la funcionalización covalente del grafeno con una pequeña molécula que se une a la molécula sonda (en este caso, un aptámero) permitiendo la detección del analito deseado", explica. "De esta forma hemos logrado construir aptasensores ultrasensibles capaces de detectar una proteína clave del VHC".
La investigadora indica que el aptasensor ha demostrado tener una sensibilidad "extremadamente alta" para la detección en plasma sanguíneo humano de esta proteína, perteneciente a los genotipos 1 al 4 del virus, en los que se agrupan el 95% de las infecciones.
"Su característica principal e innovadora es la alta estabilidad, reproducibilidad y sensibilidad de la medida, capaz de hallar concentraciones muy bajas (en el rango attomolar, 10-18 molar) de la proteína core del VHC", resume.
Tanto Palacio como Briones coinciden en subrayar "la gran aplicabilidad" de esta invención en los campos de la biotecnología y la biomedicina. En concreto, el investigador cree que puede extenderse a distintos tipos de patógenos, "como otros virus con genoma de ARN o ADN, bacterias, hongos o parásitos".
Los autores han publicado sus hallazgos en la revista Biosensors and Bioelectronics y ya han solicitado la patente internacional. Además, se muestran abiertos a colaborar con otros grupos de investigación, así como con el sector privado interesado en licenciar y explotar la patente.