Un equipo de ingenieros mecánicos y científicos de materiales de UCLA han conseguido desarrollar un nuevo material de vidrio cinco veces más resistente que cualquier otro conocido. ¿El secreto? Han fortalecido su estructura atómica con nanopartículas de Carburo de Silicio (SiC) que generan una especie de “red de protección” que evita las fracturas.
Este nuevo vidrio ultra resistente puede tener múltiples aplicaciones industriales: puede servir, por ejemplo, en componentes de motores y herramientas que necesiten soportar altas temperaturas. Por supuesto es un gran material para construir puertas, ventanas, mesas y otros elementos arquitectónicos y de diseño. Pero incluso puede emplearse para fabricar componentes de cerámica de naves espaciales que necesitan soportar altísimas temperaturas.
Tanto el vidrio como la cerámica pueden reforzarse con tratamientos externos, con recubrimientos químicos. La gran ventaja de este revolucionario sistema es que modifica su estructura atómica y consigue un material duro, pero más flexible. Para conseguirlo los investigadores tomaron como ejemplo la estructura atómica de los metales. “Los enlaces químicos que mantienen unidos el vidrio y la cerámica son bastante rígidos, mientras que los enlaces en los metales permiten cierta flexibilidad”, dijo Xiaochun Li, investigador principal del estudio. “En vidrio y cerámica, cuando el impacto es lo suficientemente fuerte, la rigidez de sus enlaces atómicos provoca que la fractura se propague rápidamente a través del material”
Al infundir nanopartículas de SiC en los átomos de vidrio, el material resultante puede absorber más energía “sus enlaces químicos más deformables actúan como amortiguadores y sus átomos se mueven mientras aún mantienen la estructura unida” señala Li. Cuando este vidrio ultra resistente recibe un golpe, las nanopartículas de silicio actúan como una red de seguridad. El vidrio adquiere así un “nuevo poder”: absorbe mejor la energía.
Este estudio se ha publicado ya en la revista Advanced Materials. Por el momento este nuevo material tiene un aspecto opaco (un tanto “lechoso”), pero el profesor Li asegura que pueden adaptar el proceso para que sea más transparente.