La cuántica ha llegado para quedarse. El rápido avance y la multitud de aplicaciones derivadas de esta tecnología en diferentes sectores han puesto de relevancia la necesidad de las empresas por apostar por ella, así como de los organismos públicos de invertir en su desarrollo para convertirse en grandes potencias en este campo. En este camino, España se posiciona como uno de los países que aspira a liderar en este campo gracias a una ambiciosa estrategia.
Esto es lo que ha quedado patente en la mesa redonda organizada por D+I - EL ESPAÑOL en la que han participado Rubén Criado, director general de Arquimea Research Center; Enrique Belda, director del CETSE y subdirector General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad de la Secretaría de Estado de Seguridad; Pablo Cabricano, responsable de Cuántica en NTT DATA; y Mikel Díez, responsable global de ventas de Cuántica de IBM.
En su turno, Belda ha explicado que la función pública consiste en ofrecer un escenario seguro a los ciudadanos en relación con tecnologías como la cuántica y garantizarles que se están aplicando para "cosas buenas" e intervenir para protegerlos cuando se emplea para algo considerado "malo".
Criado ha coincidido con esta idea de anticipación y ha destacado la importancia de centrarse en la vertiente "post cuántica", es decir, proteger frente a los futuros ataques. Según ha explicado, en su centro comenzaron a trabajar en esta dirección hace cerca de tres años y, hoy en día, ya cuentan con varias patentes.
Por su parte, Díez ha señalado que la aplicación de esta tecnología ya es una realidad y, de hecho, ha afirmado que "no hay sector, ahora mismo, donde no haya aplicabilidades" de la misma. Desde IBM, ha precisado, tienen proyectos con organizaciones pertenecientes a áreas como las finanzas, el retail o la medicina personalizada, entre otros.
España y su apuesta por la cuántica
Ante este escenario, Cabricano ha afirmado que la cuántica es un área en la que España no se puede quedar atrás, sino que debe apostar por la soberanía de esta herramienta. Para ello, ha insistido, es necesario apostar por la formación, tanto del talento como de las empresas, para que puedan competir a nivel internacional. "De lo contrario, muchas se quedarán en el camino", ha advertido.
En la misma línea, Criado ha apuntado que el país tiene "una posición buena" para liderarla, en parte por la "fuerte apuesta" que ha hecho, aunque ha precisado que "aún puede aspirar a mejorar". El director general de Arquimea Research Center ha precisado que la Unión Europea sí que lleva años en este camino, "ya no solo para liderar, sino porque tiene que estar".
En relación con la UE, Criado ha recordado que su centro ha sido seleccionado por este organismo para liderar el proyecto Q-CIRCLE, basado en la creación de un centro de excelencia para el desarrollo e investigación de la cuántica en línea con la sostenibilidad. El objetivo, apunta el director general del centro, es encontrar aplicaciones de esta tecnología para llevarlas a la sociedad en un tiempo de tres a cinco años.
Belda ha coincidido con ambos en la buena situación de España en materia cuántica en Europa, aunque ha advertido que "no debe perder el paso" como le ha pasado con otras como las redes de quinta generación o las baterías. "No importa ser los primeros, los segundos o los cuartos, pero hay que estar", ha afirmado.
Díez, por su parte, ha dado cuenta de los proyectos en los que está apostando IBM en España en este ámbito, donde este país "tiene todos los elementos para ser una potencia". Aún así, ha precisado que es necesario entender que "la tecnología y la ciencia hace tiempo que no tienen fronteras".
En su intervención, Cabricano también ha precisado que la computación cuántica está avanzando a pasos agigantados y los avances que se están consiguiendo son cada vez más comunes, lo que obliga a "aprender día a día". "No podemos esperar a que la tecnología esté lista, hay que prepararse desde ya, hay que generar el talento necesario para enfrentarnos a la cuántica cuando llegue, si no llegaremos tarde", ha afirmado.
En relación a la ética, todos han coincidido en que es un asunto complicado ya que, aunque están de acuerdo en legislar para proteger a los usuarios, creen que un excesivo control puede limitar los beneficios derivados de su aplicación. No obstante, se han mostrado de acuerdo en que no se puede evadir la responsabilidad y que su gestión debería incluir a todas las partes afectadas.