Cuando la Agencia Espacial Europea anunció la primera misión de eliminación de desechos espaciales del mundo, muchos hicieron mofa de ello en las redes sociales. Nada más lejos de la realidad: se trata de una operación extraordinaria desde el punto de vista técnico, científico y, también, económico.
Empezando por este último, la ESA ha anunciado la firma de un contrato por valor de 86 millones de euros para desarrollar la tecnología de este "basurero espacial". Será un conglomerado industrial liderado por la suiza ClearSpace SA el que tendrá que tenerlo todo listo para la misión, prevista para 2025.
En concreto, ClearSpace SA -spinoff de Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL)- lanzará la misión de retirada activa de desechos ClearSpace-1, que llegará hasta un adaptador de carga útil Vespa, lo capturará y lo remolcará hasta su reentrada en la atmósfera.
De acuerdo a los detalles facilitados por el organismo europeo, la ESA adquirirá la misión inicial y contribuirá con conocimientos expertos clave dentro del proyecto ADRIOS (Active Debris Removal/In-Orbit Servicing, o Eliminación Activa de Desechos/Servicios en Órbita), que forma parte del Programa Seguridad Espacial de la ESA. Por su parte, ClearSpace SA obtendrá el resto de la financiación de la misión de inversores comerciales.
Por qué es importante
La misión ClearSpace-1 tendrá como objetivo un adaptador de carga útil secundaria Vespa. Este objeto se que quedó en una órbita apta para la mitigación de desechos espaciales, a una altitud de entre 660 y 800 km, tras el segundo vuelo del lanzador europeo Vega en 2013. Con una masa de 112 kg, Vespa tiene un tamaño similar al de un satélite pequeño.
En casi 60 años de actividades espaciales, más de 5.550 lanzamientos han dado lugar a unos 42.000 objetos en órbita, de los cuales unos 23.000 continúan en el espacio y son objeto de seguimiento periódico.
Al ritmo actual de unos cien lanzamientos al año y con una frecuencia de cuatro a cinco desintegraciones de media histórica al año, el número de desechos en el espacio seguirá aumentando de manera constante. Por todo ello, ClearSpace-1 demostrará la capacidad técnica y comercial para mejorar significativamente la sostenibilidad a largo plazo de los vuelos espaciales.