La consultora McKinsey ha relacionado el despliegue de smart cities con la sanidad y sostiene que la métrica DALY (por las siglas de disability-adjusted life years), utilizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para transmitir la carga mundial de enfermedad, podría reducirse entre un 8% y un 15%.
Según este informe, las ciudades inteligentes “actualmente son plataformas infrautilizadas para abordar la salud”. Por ello, la consultora ha cuantificado el impacto potencial en años de vida que podría tener la aplicación de estas tecnologías de atención sanitaria (las llamadas métricas DALY).
Las aplicaciones para prevenir, tratar y monitorear afecciones crónicas, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, podrían marcar la mayor diferencia. “Los sistemas de monitoreo en remoto de pacientes tienen el potencial de reducir la carga de salud en las ciudades de altos ingresos en más del 4%”.
Estos sistemas usan dispositivos digitales para tomar lecturas vitales, luego las transmiten de forma segura a los médicos para su evaluación. Estos datos pueden alertar tanto al paciente como al médico, en el caso de que se necesite una intervención temprana, para evitar complicaciones y hospitalizaciones.
Las ciudades inteligentes pueden aprovechar sus datos y análisis para identificar grupos demográficos con perfiles de riesgo elevados e identificar intervenciones con mayor precisión. “Las llamadas intervenciones de mHealth pueden enviar mensajes que salvan vidas, como con vacunas, saneamiento… “.
Así, el estudio especifica que en ciudades de bajos ingresos con altas tasas de mortalidad infantil, las intervenciones basadas en datos centradas solo en la salud materna e infantil podrían reducirse en un 5%.
En estas ciudades en desarrollo, se podría reducir otro 5% con la ayuda de los sistemas de vigilancia de enfermedades infecciosas, que permiten estar un paso por delante de las epidemias que se mueven rápidamente. Además, la telemedicina, que brinda consultas clínicas por videoconferencia, también puede salvar vidas en ciudades de bajos ingresos con escasez de médicos.