Redes sociales y startups, ¿postureo, lujo o herramienta eficaz?: la respuesta de inversores y emprendedores
Vivir de espaldas a X, LinkedIn, Instagram o TikTok es difícil para las startups. En la antesala del Día del Emprendimiento, D+I pone frente al espejo al sector de la mano de inversores y emprendedores.
14 abril, 2024 03:54El próximo martes se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, una jornada que trata de visibilizar el trabajo que desarrollan millones de personas en todo el mundo para poner en marcha nuevos proyectos que generen valor e impacten en la sociedad.
Emprender no es una cuestión fácil, más bien oscila entre una montaña rusa y una carrera de fondo donde lo importante es ir cubriendo etapa tras etapa con paso firme y una estrategia bien definida. Si, además, se puede disfrutar algo durante la travesía hacia la meta, el equipo fundador habrá logrado casi la cuadratura del círculo.
España puede sacar pecho de haber construido en los últimos años un ecosistema emprendedor maduro donde, de la mano de todos los protagonistas del sector, privados y públicos, se han sentado las bases de una etapa próspera y de confianza, que permiten al sector afrontar con mayor solvencia las incertidumbres.
Esa experiencia generada tras años de férreo trabajo ha dado lugar a un efecto multiplicador de emprendedores que van ya por su segunda generación de startups y que, junto a fondos, inversores y business angels cada vez más especializados, están construyendo un nuevo tiempo en el emprendimiento español.
Pero ¿cómo se conjuga el trabajo del emprendedor de 2024 con la hegemonía de las redes sociales en esta nueva era? ¿Cuál es el punto medio -donde reside la virtud- para afrontar el 'invierno inversor' sin desaprovechar el potencial de X, LinkedIn, Instagram o TikTok?
En la antesala del Día Mundial del Emprendimiento, D+I - EL ESPAÑOL ha consultado con representantes del mundo del capital y el ecosistema startup para arrojar luz a estas preguntas e inspirar a los emprendedores en esta compleja, pero inaplazable, tarea.
¿Estamos ante 'postureo hueco' y 'vendehumos' o una buena gestión de las redes sociales puede ser clave en determinados modelos de negocio, como el B2C, para pulsar el mercado, captar la atención del inversor y redefinir estrategias? ¿Es un lujo sólo al alcance de algunos fundadores?
Las respuestas no son únicas, ni categóricas y difieren si quienes las formulan son inversores o emprendedores. Aunque en algunos puntos ambos colectivos coinciden, hay diferencias sobre la utilidad que unos y otros imprimen a estas plataformas digitales de comunicación.
"En cuanto a suscitar el interés inicial de los inversores, las redes sociales pueden tener un efecto positivo si el contenido del fundador es relevante o conecta con la tesis de un inversor", explica a esta redacción Iñigo Laucirica, Investment Manager de Samaipata.
"Las redes pueden suscitar el interés inicial de los inversores, pero una mala gestión puede provocar el efecto contrario si se transmite falta de foco o afán de protagonismo"
Pero, cuidado. Una mala gestión puede provocar el efecto contrario al buscado "si transmite una falta de foco o afán de protagonismo por encima de los objetivos del negocio", advierte el inversor.
La cercanía y la discreción se imponen, además, a la hora de tejer la necesaria confianza entre un equipo fundador y los posibles inversores. Laucirica es tajante al descartar las redes sociales como herramienta para ahondar en esa particular relación.
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"De cara a ganarse la confianza, las redes sociales pierden toda relevancia frente vías de comunicación más cercanas y personales con los inversores, más adecuadas para construir confianza y explorar una inversión discretamente, algo radicalmente opuesto a las redes sociales", sostiene.
Jorge Dobón, Founder & Managing Partner de Demium pone en juego un nuevo concepto en la relación a tres bandas entre startups, inversores y redes sociales: el modelo de negocio.
Interacción de los seguidores con el contenido
"La actividad en redes sociales de las compañías que analizamos no es algo sobre lo que pongamos excesivamente el foco, aunque, cuando analizamos startups que se enfocan al B2C, sí nos gusta ver que son capaces de crear contenido y generar engagement con sus usuarios".
"No nos fijamos tanto en vanity metrics como pueda ser el número de seguidores, como en el modo en que estos interactúan con el contenido y cómo convierten su actividad en redes sociales en una vía de generación de negocio", relata Dobón.
En esta línea, el inversor considera que la repercusión en redes sociales para negocios B2C siempre es ser positiva porque genera "una imagen de marca sólida y atractiva para tus clientes que es la base de una buena estrategia de comunicación y marketing".
Y pone como ejemplo de ello la gestión que han llevado a cabo algunas startups del portfolio de Samaipata, como Hannun, Singularu o Voicemod, donde "una buena estrategia de comunicación en redes sociales les ha generado una notoriedad que ha repercutido en la atracción y fidelización de clientes".
"Todas las startups comienzan con equipos fundadores reducidos y, es por ello, que deben ser personas con roles bien balanceados"
La teoría está clara, pero ¿cómo puede hacer frente a esta necesidad una startup en sus fases más tempranas con unos recursos limitados? Alberto Andújar, director de BIGBAN Inversores Privados brinda algunas claves.
"Todas las startups comienzan con equipos fundadores reducidos y, por ello, deben ser personas con roles bien balanceados dentro del proyecto para construir una startup robusta con capacidad de crecimiento".
Andújar reconoce que hay "mucha literatura" al respecto, sobre cómo se deben balancear los equipos; si debe ser un emprendedor individual o dos o tres perfiles con roles muy definidos, explica.
"Insisto, todos los equipos fundadores son escasos, el trabajo por delante es muy elevado y deben de equilibrarlo de la mejor manera posible para accionar las palancas de crecimiento principales".
Entre el optimismo y la prudencia
Los inversores valoran la situación actual entre "el optimismo y la prudencia" y sitúan al ecosistema en una estrategia "centrada en construir", fruto de la necesaria "adaptación" a la coyuntura de enfriamiento del capital e incertidumbres macroeconómicas que no terminan por disiparse.
"Invertimos en fases muy tempranas, donde apenas hay métricas y donde debemos guiarnos más por el talento que detectamos en el emprendedor", aporta Jorge Dobón desde Demium.
"Invertimos en fases muy tempranas donde apenas hay métricas y nos debemos guiar más por el talento que detectamos en el emprendedor"
En este escenario, Iñigo Laucirica, esgrime qué cualidades buscan en una startup para invertir: "Un gran equipo fundador, una visión ambiciosa y resultados que demuestren capacidad de ejecución y eficiencia".
Y es que los tiempos de quemar dinero rápidamente se han acabado. "Los inversores ya no buscan rondas de inversión eternas o emprendedores ronderos, que vayan devolviendo la rentabilidad en función de sucesivas rondas de inversión. Buscan emprendedores que puedan hacer crecer la startup y con valores de eficiencia financiera", concluye Albero Andújar desde BIGBAN.
¿Comparten estas tesis del capital los emprendedores? Aunque no al pie de la letra, las startups consultadas por D+I - EL ESPAÑOL coinciden en destacar la importancia otorgada a las redes sociales en su estrategia como empresa y en la necesidad de integrarlas dentro del propósito de la compañía.
Lejos de verlas como un lujo inalcanzable, las compañías emergentes son cada día más conscientes del potencial que una acertada política comunicativa en redes sociales puede aportar a sus proyectos.
"Más allá de ser un canal de comunicación, las redes sociales son un termómetro del mercado y un puente hacia posibles clientes, 'partners' e inversores"
"En la era actual, donde la digitalización permea todos los aspectos de nuestra vida, una presencia meditada y estratégica en redes sociales no es un lujo, sino una necesidad para las startups españolas".
Habla para D+I Ana Lozano, CEO y fundadora de Nidus. "Estas plataformas ofrecen una ventana invaluable para conectar con una audiencia global, validar ideas, y adaptarse a las necesidades del mercado en tiempo real. Más allá de ser un canal de comunicación, las redes sociales son un termómetro del mercado y un puente hacia potenciales clientes, partners e inversores".
Ahora bien, huir del 'postureo hueco' es fundamental para lograr este objetivo. Así lo defiende Rodrigo Fabeiro, CEO de Entrii Analytics.
"En el mundo de las startups hay mucho 'humo' y es fácil perder el foco. Es fundamental transmitir los avances de la empresa, ya que da seguridad a los clientes y potenciales inversores, pero siempre tiene que ir ligada a una estrategia clara de la empresa ya sea la comercial, la de levantar ronda".
"Lo óptimo es empezar con gente del equipo que se ocupe de la gestión de la redes e ir creciendo de forma que puedas delegarlo en empresas profesionales"
"El crear una estrategia de contenido y un calendario es algo que lleva tiempo y que debe ser bien pensado por el equipo para ir todos coordinados". Y señala algunas pautas para lograrlo: "Lo óptimo es empezar con gente en el equipo e ir creciendo de forma que puedas delegarlo en empresas más profesionales".
Pero ¿cómo seleccionar las redes adecuadas en cada caso? Víctor Manuel Gómez, CEO y cofundador de 4Geeks Academy España explica cómo lo afrontaron en su compañía."Aquí en España trabajamos con Instagram, TikTok y LinkedIn como opciones principales, ya que no todas son idóneas para todos los negocios y/o sectores".
Contenido que aporte valor
Para discernir cuáles se adaptan mejor a cada proyecto, "es fundamental realizar un análisis exhaustivo del público objetivo y sus hábitos de consumo de contenido".
Pero no vale cualquier tipo de contenido, sino "aquel que realmente es de valor y genera un engagement. Fíjate que no estoy hablando de contenido hueco, que solo sea una cara bonita y ya, estoy hablando de aquel que agregue valor a la audiencia".
Seis tesis para una compleja realidad -como casi todo en el ecosistema startup- del potencial de las redes sociales, unas herramientas que ya -casi- nadie discute como imprescindibles a la hora de construir un proyecto disruptor sólido en esta economía cada día más digital y tecnológica.