Convertir la necesidad en virtud y generar un modelo de negocio viable en consecuencia. Este podría ser el resumen del proyecto de la startup guipuzcoana Trivima cuyos proyectos de realidad aumentada aplicados con éxito en la restauración ya exploran horizontes para ampliar su tecnología de la mano de la industria y la cultura.
Su historia comenzó en plena pandemia, cuando todavía desconocíamos la ola de contagios que traería la Navidad de 2020. Corría el mes de octubre cuando Joseba Salbide y Martin González, ambos arquitectos técnicos superiores, constituyeron la empresa con una mochilla llena de experiencia y expectativas.
"Veníamos trabajando juntos desde hacía tiempo, pero en ese momento nos decidimos a dar el paso. La situación en la que hemos estado durante el último año y medio nos ha hecho ver que el uso de estas tecnologías iba a extenderse todavía más rápido", explican los fundadores.
"A día de hoy creo que todos tenemos bastante claro que tanto la realidad aumentada como la realidad virtual están cada vez más presentes en nuestra vida y en ámbitos muy diferentes: ya sea en apps o videojuegos, visitas culturales interactivas con realidad virtual, ferias y showrooms virtuales, etc", puntualizan.
Los estudios indican que el crecimiento de la aplicación de estas tecnologías será exponencial en los próximos años, incrementando sus ámbitos de uso, pasando a formar parte de nuestro día a día.
Las cartas 3D para restaurantes de referencia como el Mirador de Ulía, que cuenta con una estrella Michelin, y en el Restaurante Ubarrechena -situado en la parte vieja de Donostia- son sus buques insignia que les han situado en la vanguardia de las aplicaciones de realidad virtual en el segmento de la hostelería y la restauración.
Como en tantos y tantos casos, una situación personal motivó el embrión de la idea emprendedora que finalmente ha triunfado y que ha llegado a cosechar el reconocimiento de San Sebastián a través de un concurso de ideas para reactivar la hostelería local.
Soluciones para la restauración
Martin González enfermó por Covid a principios del pasado enero. "Pasé la enfermedad de forma muy leve, en casa", matiza. Fueron días de aislamiento, pero no de parálisis de la actividad de Tivima. "De manera telemática, Joseba y yo desarrollamos herramientas de realidad aumentada, investigando su potencial y viendo en qué sectores la podíamos aplicar", indica.
"El día que al fin pude salir a la calle, decidí ir a correr. Suelo escuchar la radio, y, justo ese día, en medio de la carrera, escuché la convocatoria de un concurso de soluciones para la hostelería dentro del Plan de Reactivación Económica (PREK COVID-19) de San Sebastián, dirigido a minimizar el impacto generado por la pandemia del covid", recuerda el fundador.
Nada más llegar a casa, Martin llamó a Joseba y comenzaron a preparar el proyecto de realidad aumentada para hostelería con el que finalmente ganaron el premio de la Convocatoria de Soluciones para la Hostelería, concedido por la Asociación de Empresarios de Hostelería Guipuzkoa y la Concejalía de Impulso Económico a través de Fomento San Sebastián.
Gracias al reconocimiento, Trivima ha aplicado su realidad aumentada a diferentes locales hosteleros de la ciudad. En concreto, su proyecto se ha desarrollado con éxito en el Mirador de Ulía, que cuenta con una Estrella Michelin, y en el Restaurante Ubarrechena (situado en la parte vieja de Donostia).
"Queremos poder llegar a aplicar el proyecto en otros bares y restaurantes de San Sebastián, pero también en otros lugares. Poder empezar en nuestra ciudad, que además es mundialmente reconocida por su gastronomía, nos parece la mejor forma de comenzar", indica González.
Su proyecto de realidad aumentada facilita la visualización y comprensión del plato y lo traslada virtualmente a la casa del cliente si es necesario, algo que triunfó durante la pandemia y los envíos de comida a domicilio a los que recurrieron muchos restaurantes para salvar la caída de la demanda por las restricciones de movimiento.
De esta forma, los clientes pueden a través de las webs de los restaurantes visualizar el plato que elijan de la carta y verlo en 3D como si estuvieran degustándolo en el restaurante en ese momento.
Su tecnología se basa, en primer lugar, en la digitalización de los productos. "El paso previo para realizar un modelo en realidad aumentada, realidad virtual, un vídeo en 3D o una simulación, se trata de la digitalización en tres dimensiones del objeto. Además, ese objeto ya digitalizado se puede emplear en diferentes soportes y con diferentes utilidades".
Herramientas en 'streaming'
Una vez se realiza la inversión de la digitalización del objeto, el cliente ve resultados de su inversión a corto, medio y largo plazo. "Nos basaremos en estos modelos para aplicar tanto las tecnologías actuales como futuras, generando las herramientas del presente y las que están por venir".
Además, desde Trivima insisten en que "todas nuestras herramientas funcionan en streaming y sin la necesidad de descargar ninguna aplicación, lo cual facilita mucho su uso".
Sus aplicaciones son múltiples y muy diversas y tras los proyectos de éxito en el campo de la restauración y la hostelería, Trivima ha dado el salto a otros campos como la industria o la cultura.
"Estamos llevando a cabo trabajos de realidad virtual y realidad aumentada -además de las simulaciones y los vídeos 3D- para la industria y la construcción (Parklex, Prodema, Ojmar, etc.)". En el caso del sector industrial, "mejoramos la comprensión de sistemas de construcción o instalación, por poner un ejemplo".
Showroom para Habic
También desarrollan un proyecto que aplica estas tecnologías para Habic, el cluster del equipamiento, mobiliario y diseño del País Vasco. "Estamos generando un showroom virtual para su sede en Madrid", puntualizan.
Pero las posibilidades de Trivima van mucho más allá. En el caso del sector cultural, la startup está cerrando un acuerdo con un escultor norteamericano de forma que sus obras se podrán contemplar a través de esta tecnología 3D, para una mejor comprensión y deleite de los seguidores.