La startup que aprovecha la neurodidáctica para que los niños puedan aprender durante el resto de su vida
Kokoro Kids estimula con neurodidáctica e IA las capacidades educativas que permitirán a los menores de 7 años procesar la información en el futuro.
31 agosto, 2021 02:03Noticias relacionadas
La enseñanza online ha llegado para quedarse. La pandemia aceleró un proceso de transformación digital en el ámbito de la educación que ya estaba en marcha y que, a tenor de las múltiples propuestas surgidas en este campo desde marzo de 2020, no será un efecto coyuntural de la Covid-19.
Con el inicio del curso escolar a la vuelta de la esquina, son muchos los padres que estos días comienzan a valorar qué actividades educativas ofrecer a sus hijos para complementar la enseñanza reglada en los centros educativos.
No es tarea fácil decantarse por una opción. La tecnología y estrategias disruptivas aplicadas a las edtech permiten en la actualidad acceder a una nutrida oferta de calidad y formación más allá de las tradicionales actividades extraescolares que ya se pueden cursar a través del teléfono móvil, la tableta o el ordenador.
Kokoro Kids irrumpió en este mercado educativo justo antes de la pandemia. Tras la experiencia acumulada en estos años, la startup está convencida de que la enseñanza online no es una moda.
"Cada vez encontraremos más productos y herramientas de calidad que permitirán aprovechar todo lo que la tecnología puede aportar a la educación", afirma Carles Pons, CEO de Kokoro Kids.
Su propuesta lleva visos de convertirse en una de las herramientas de referencia en el mercado edtech, sobre todo en el segmento dirigido a los más pequeños. Las cifras les avalan.
Cuando el nuevo curso escolar toca a la puerta, Kokoro Kids cuenta con un nivel de usuarios que triplica el registrado a principios de año. Cada mes entran a su plataforma más de 15.000 usuarios y la previsión es aumentar la cifra a 25.000 usuarios a finales de año.
Ayudar a potenciar al máximo las capacidades cognitivas de los niños de 2 a 6 años es la máxima de la plataforma de Kokoro Kids que vio la luz a finales de 2019.
"La pandemia suponía una oportunidad para el sector edtech y teníamos que apretar el acelerador. Muchos niños y niñas en sus casas, con padres y madres demandando recursos que les ayudasen en la educación de sus hijos. Era el momento de poner en valor nuestro proyecto", puntualiza Pons.
Sus fundadores son en su mayoría papás, con amplia experiencia en el ecosistema startup y con varios proyectos a sus espaldas relacionados con los videojuegos. Detectaron que las apps que existen en el mercado están "más centradas en un contenido curricular concreto o una vertical concreta (matemáticas, idiomas...)".
"Es entonces cuando vimos que existía una oportunidad y nos centramos en el concepto de brain training for kids, algo muy trabajado para adultos pero con escasa presencia en edades tempranas", explica el CEO.
Adaptación y motivación
De esta forma, Kokoro aspira a convertirse en la marca líder en el desarrollo de habilidades cognitivas en esta etapa temprana "con un enfoque omnicanal y multiproducto", añade Pons.
El método Kokoro se sustenta en un aprendizaje adaptativo y motivacional basado en juegos y está validado científicamente.
"Nuestro método está basado en teorías de la psicopedagogía y la innovación pedagógica como la educación emocional, las inteligencias múltiples, la estimulación cognitiva y los principios de la neurodidáctica", asevera Carles Pons.
De esta forma, su herramienta incorpora la inteligencia artificial para asignar el contenido más adecuado en el momento oportuno, refuerza las áreas menos desarrolladas y aumenta la dificultad en aquellas en las que el niño destaca; lo que crea un itinerario de aprendizaje a medida.
Pero ¿por qué es necesario incidir en estas capacidades en niños tan pequeños? La respuesta no es baladí. "Está demostrado que la estimulación en estadios tempranos del desarrollo tiene un efecto duradero, y que todo lo que se trabaje antes de los 6 años contribuye al desarrollo cerebral y sirve para el resto de la vida", argumenta el responsable.
"A esa edad incipiente estamos creando el hardware sobre el que viajará toda la información que procesaremos en el futuro. Se trata de crear múltiples nuevas conexiones para tener una red neuronal potente", incide Pons.
Según explica, en esta edad algunas de las habilidades ni siquiera han aparecido y no puedes entrenarlas como tal, sino que hay que estimularlas aprovechando el momento crítico de aparición y hacerlo en las mejores circunstancias.
También es un momento importante para expresar emociones y para las relaciones sociales. "Sin duda, tener herramientas para conocer las emociones básicas, ponerles nombre y aprender a identificarlas en otros, nos ayuda a entendernos y a desarrollar la empatía".
Próxima ronda de financiación
En octubre de 2020 cerró una ronda de financiación de 550.000 euros con la que Kokoro Kids ha creado un equipo humano sólido sobre el que asentar su futuro. Además, la inyección de liquidez también les ha permitido desarrollar en profundidad su producto e ir ajustando las posibles palancas de crecimiento.
"Actualmente estamos de nuevo en proceso de búsqueda de financiación, con un enfoque más centrado en crecimiento e internacionalización, invirtiendo más en marketing, tanto orgánico como de pago, con el objetivo de llegar bien preparados para una serie A a finales de 2023", anuncia el CEO de Kokoro.
El proyecto de Kokoro nació con una vocación de internacionalidad aunque, no obstante, en la primera etapa, no obstante, ha estado centrado en el mercado español. "Entendemos que los niños y niñas son mucho más similares entre sí, independientemente de su nacionalidad, que los adultos".
"Además, como hemos comentado, Kokoro no se centra en el aprendizaje de contenido curricular (que puede ser variable según cada país), sino que nos enfocamos en el desarrollo de habilidades que son universales y que toda persona debe maximizar para su desarrollo profesional y personal", declara el responsable.
El salto al exterior
En la actualidad, Kokoro ha llevado a cabo las primeras pruebas en nuevos mercados, entre ellos Bélgica y Canadá.
El equipo de trabajo de Kokoro es multidisciplinar y con una amplia experiencia en el desarrollo de videojuegos y creación de empresas del sector.
"La creación de juegos necesita principalmente perfiles de tipo técnico y creativo. En el caso de Kokoro, algo que no es habitual es que tenemos un comité médico que incorpora expertos en psicología y neuroeducación", asevera Pons.
"La verdad es que estamos aprendiendo mucho al trabajar con ellos porque aportan una visión diferente y nos ayudan a crear un buen contenido educativo", apostilla.