2021 es un auténtico punto de inflexión para Marsi Bionics, referencia en el sector de la innovación tecnológica aplicada a la salud. Este spin-off del Centro de Automática y Robótica (centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas -CSIC-) lleva los últimos siete años de investigación desarrollando exoesqueletos revolucionarios en la forma en la que se afrontan terapias de rehabilitación en niños y adultos que sufren enfermedades neurológicas.
En concreto, el exoesqueleto pediátrico ATLAS 2030 representa una de las mayores esperanzas en la rehabilitación física de pacientes, en general, y del tratamiento de la Atrofia Muscular Espinal, en particular, como atestigua la evidencia clínica obtenida de los ensayos con hospitales de referencia en España y Francia.
La terapia continua con el exoesqueleto tiene un impacto directo sobre los principales problemas de salud derivados de esta enfermedad y puede incrementar hasta un 50% la esperanza de vida, con unas cotas en su calidad, hasta ahora, inalcanzables.
Para ello, se necesita que la Agencia del Medicamento y el Producto Sanitario certifique el exoesqueleto. Con ello, se otorga el Marcado CE que permite su distribución en la eurozona y en los países que acepten este tipo de legitimación y una vez otorgado, pueda estar disponible en los hospitales. Eso es lo que tiene entre manos, en este momento, el equipo dirigido por la doctora en Robótica, Elena García Armada, fundadora de Marsi Bionics, recientemente nombrada una de las treinta mujeres más influyentes del mundo en su campo.
Durante el ensayo, los pacientes han estado usando el exoesqueleto como parte de su terapia física. "El ensayo trata de demostrar la seguridad y usabilidad del ATLAS para niños con problemas neurológicos que les impiden caminar". Así, han seleccionado pacientes con mayores dificultades musculares por hipotonía (que tienen muy poco tono muscular) y espasticidad (con mucha rigidez), explica García Armada.
En total, seis niños. Tres de ellos con Atrofia Muscular Espinal, que corresponden al primer caso, y otros tres con Parálisis Cerebral Espástica, pertenecientes al segundo grupo. De esta manera, el dispositivo se demuestra en el rango más amplio de las posibles sintomatologías.
"Con estos pacientes, el trabajo físico es vital. El exoesqueleto obtiene un trabajo más completo, más motivador. Para un niño no es lo mismo una rehabilitación clásica que la posibilidad de ejercitar sus capacidades siendo independientes con esta herramienta que se mueve, interpretando la intención del movimiento", cuenta la fundadora de Marsi Bionics.
Así, añade: "El niño disfruta siendo independiente, juega dentro de la terapia y con ello conseguimos mejores resultados". El informe, junto con toda la documentación técnica del dispositivo, se enviará a la Agencia del Medicamento y el Producto Sanitario a principios del próximo mes de enero, teniendo en cuenta que el organismo puede tardar entre dos y seis meses en resolver.
De hecho, Marsi Bionics ya obtuvo Marca CE por parte de la Agencia Española del Medicamento y del Producto Sanitario para otro de sus exoesqueletos: MAK Active Knee, su rodilla robótica. Un dispositivo más pequeño y ligero que en sólo unos meses está consiguiendo grandes avances en la recuperación de una de las cirugías más habituales de nuestro país: la prótesis de rodilla (logra una rehabilitación un 66% más rápida, estable, e indolora).
Marsi Bionics ya ha firmado un acuerdo con el Grupo BUPA Sanitas, líder en asistencia sanitaria privada en España, para ofrecer en hospitales de referencia la posibilidad de llevar a cabo técnicas de rehabilitación con la MAK Active Knee. "Ya está en marcha un ensayo clínico junto con el CSIC y Sanitas para acreditar sus beneficios en pacientes que han sufrido un ictus y está previsto analizar sus beneficios en otro tipo de patologías y cirugías", confiesan desde Marsi Bionics.
Para Elena García Armada, la certificación de ATLAS supone alcanzar la meta marcada el día que decidió apostar por la transferencia tecnológica a la sociedad."Por encima de todo, significa probarme a mí misma que todo el trabajo de investigación tiene de verdad un sentido, llegando a cubrir la necesidad social para la que se destinaron tantos recursos", señala. Y suele ocurrir que cuando se alcanza un objetivo, en seguida es posible vislumbrar el siguiente.
Con la financiación hemos topado
Para abordar el reto de llevar los exoesqueletos a potenciales pacientes, es necesario reforzar la capacidad de distribución, con la vista puesta fuera de nuestras fronteras. Para ello, se ha iniciado una ronda de financiación que permite a Marsi Bionics seguir creciendo y permanece abierta mediante una plataforma de equity crowdfunding para cualquier persona que quiera participar.
"La transformación que estamos experimentando precisa captar fondos que nos permitan desarrollar a gran escala nuestros dispositivos, una vez ha quedado acreditada su eficacia clínica y su seguridad. La financiación nos servirá para fortalecer nuestra producción, así como obtener evidencia clínica que permita seguir ampliando el número de indicaciones del exoesqueleto", expone García Armada, consciente de que el feedback de las familias de los niños que ya hacen uso de ATLAS es lo que realmente da sentido a todo su trabajo.
"Los niños se sienten llenos de energía cuando usan el exoesqueleto e incide tanto en su autoestima y satisfacción personal, como en su estado físico", cuenta.
En 2021, Marsi Bionics deja de ser una empresa de I+D para convertirse en una compañía que vende tecnología médica, alcanzando uno de los hitos más complejos de la transferencia de conocimiento, situarlo en el mercado. La certificación sólo levanta la barrera para poder instalar los exoesqueletos en los centros hospitalarios, antes de poner en marcha toda una estrategia de acceso al mercado que persigue llegar a todos y cada uno de los centros de rehabilitación que precisen dicha tecnología.