Acelerar un proyecto o una startup ya es algo cotidiano en el ecosistema innovador, pero ¿Y si tenemos una idea? ¿Si se la contamos a un inversor nos la robará? Son algunos de los miedos que puede tener un emprendedor y los motivos por los que nace la aceleradora de ideas Akaven.
Se trata de un grupo de más de 70 profesionales que quiere “invertir en ideas, en lugar de en empresas ya creadas”. Sus promotores, Fran Carballo y Francisco Javier Poveda, emprendedores con más de 10 startups a sus espaldas, han creado este ‘particular’ venture builder que tiene previsto acelerar 16 proyectos en los próximos dos años.
Para mitigar el temor al ‘robo’ de una idea, entra en juego la tecnología blockchain: lo primero que hacen los dueños de las ideas es conseguir un certificado blockchain que les acredita que son propietarios de la misma.
En este sentido, Francisco Carballo explica que, esta tecnología, “aunque no es un registro ante notario, sí es un hecho probatorio y está reconocido a nivel legal”. Poveda incide a D+I en la “confianza” que aporta esta tecnología por la “inmutabilidad” que ofrece.
El objetivo de sus promotores es “diseñar un nuevo modelo de empleabilidad donde los equipos fluidos, autogestionados y de alto rendimiento van a sustituir al tradicional modelo del líder”, para lo que se sirven del “modelo de gobernanza a través DAOS en blockchain (Organizaciones Autónomas Distribuidas) mediante smart contracts”.
Analizar la viabilidad de las ideas
Tras este primer paso, el equipo de Akaven realiza un análisis para validar las ideas que tienen una sostenibilidad financiera, medioambiental, tecnológica y legal, así como “identificar si es viable y será aceptada en el mercado”, es decir, si el consumidor estará dispuesto a pagar por ello.
Desde Akaven incide en que este tipo de proceso lleva entre uno y tres meses de trabajo y suele “conllevar un coste de entre 1.000 y 6.000 euros”, por lo que para “acelerar estas ideas y convertirlas en startups de éxito”, Akaven solicita a los emprendedores un 6% de su capital.
“A cambio de ese equity, la aceleradora introduce el proyecto en su plataforma y da acceso a mentores, investors day, valoraciones de empresas y un ecosistema de expertos que tocan todas las áreas de gestión necesarias para que una startup alcance el éxito”, señalan desde la aceleradora.
Además, para facilitar la participación de pequeños inversores en esta fase tan temprana de ideas, Poveda subraya que se necesitaba dotar al proceso de “un vehículo financiero tremendamente líquido”, por lo que apostaron por la “la tokenización en blockchain de las ideas, de forma que los inversores pueden negociar sus tokens en un mercado secundario y hacer rápidamente líquidas sus inversiones”.
Acompañar en el emprendimiento
Francisco Javier Poveda destaca que el objetivo es “empoderar a los creadores de ideas”, por lo que “desde Akaven proponemos, pero ellos son los que deciden”. La aceleradora no se enfoca en el “típico emprendedor”, sino más bien en profesionales de más de 45 años, o menores de 20, que tienen grandes ideas, pero no buscan dirigir su empresa.
“Que un profesional sea el promotor de una idea, no quiere decir que sea el mejor CEO, por eso nosotros le ayudamos a encontrarlo. Si quieres estar en la Champions, tienes que fichar a los mejores”, asegura Poveda.
En tan solo tres meses, Akaven ha certificado en blockchain 86 nuevos proyectos, de los cuales, un 45% ha comenzado el proceso de validación, alrededor del 5% han sido descartados, el 27% se encuentran en un análisis en fase semilla o presemilla y un 13% ya están en fase de expansión, arranque o puesta en marcha.