Íñigo Olaizola es, desde hace unas semanas, el nuevo gerente de la sociedad Fomento de San Sebastián, la entidad pública competente en materia de políticas innovadoras dependiente de la Concejalía de Desarrollo Económico y Empleo del Ayuntamiento donostiarra.
Sustituye a todo un icono en la ciudad, Euken Sese, que tras décadas al servicio de esta institución ya disfruta de su periodo de jubilación. Olaizola llevaba años como mano derecha de Sese, como responsable de innovación de la entidad, y su ascenso era un secreto a voces.
Ahora ha llegado el momento de conocer si sus políticas serán o no continuistas, si la responsabilidad pesará mucho, poco o nada. Como él mismo avisa, "en cargos que dependen de la política, lo natural y lo normal a veces no coinciden…".
¿Cómo afronta esta responsabilidad teniendo en cuenta quién era Euken Sese?
Él ha sido la persona que ha estado 22 años en el departamento de Desarrollo Económico y luego en la transición hacia la sociedad pública Fomento de San Sebastián. Ha sido la persona que ha hecho el cambio tanto a nivel estratégico como organizativo, pasando de ser una sociedad instrumental que tenía activos inmobiliarios y proyectos más singulares (el hipódromo, el festival de jazz o el balneario) a pasar a ser una entidad con una apuesta fuerte por la innovación, proyectos smart y actividades más sofisticadas. La ha convertido en una agencia de desarrollo pionera a nivel regional, que tiene 120 años y que Euken transformó.
Dicho lo cual, los ciclos acaban y ahora son otros tiempos y se requieren otras metodologías y otros tipos de proyectos y es más difícil probablemente ser relevante en todo. Los retos que tenemos por delante se podrían resumir en uno: ser relevantes.
¿Qué cree que puede aportar a esta sociedad pública?
Tenemos tres retos muy importantes. El primero es el foco estratégico. Esta organización ha crecido mucho en 15 años, pero es cierto que la diversidad de acciones y de proyectos a veces te hace perder foco, porque no es fácil tener las capacidades internas instaladas para abordar esos proyectos y ser relevantes.
Sí creo que nos toca, después de un proceso de crecimiento brutal, ese 'ser relevantes' en innovación; es importante que hagamos una reflexión y que podamos seguir haciendo bien lo que hacemos bien, pero movernos a otros territorios o ser más específicos. Ahí también tenemos un reto, como es mantener esa bicefalia: ser buenos en gestión, pero también en exploración.
Creo que hay que establecer un proceso en el que transformemos nuestra capacidad de captación de tendencias en acción. Hay que lograr orquestar a todos los agentes de la ciudad.
El segundo gran reto es la propia plantilla, las personas. Y ahí sí que tenemos el reto de consolidación de la plantilla e incluso mejorar sus capacidades para abordar esos retos estratégicos.
Y el último es el reto de la comunicación. Yo creo que hacemos muchas cosas, pero tenemos que construir una marca hacia centro y hacia afuera en dos o tres ámbitos en los que seamos claramente relevantes. Por ello la comunicación es un ámbito crítico para nosotros. Hacer una comunicación coherente y con un impacto más específico es primordial.
Habla de relevancia hacia el exterior, pero también hacia dentro. ¿Significa eso que Fomento de San Sebastián aún es 'invisible' en la propia ciudad pese a tener 120 años?
Yo creo que hay mucha gente que no identifica a Fomento de San Sebastián. Te das cuenta de que estás haciendo cosas para gente que ni sabe que existes. Por eso una necesidad evidente es la de poner foco y establecer targets específicos, como los jóvenes. Hay que conectar con ese público y hay que retenerlo y ofrecerles alternativas y oportunidades vida laboral. En definitiva, tenemos que hacer todo un trabajo de posicionamiento con nuestros propios ciudadanos.
En esa línea, ¿cómo respondieron los jóvenes a la última feria de talento? ¿Ha habido cifras positivas?
Precisamente gracias a los datos que hemos cosechado en aquella primera edición es por lo que estoy en condiciones de avanzar que este año probablemente habrá dos ferias de talento. Una en próximas fechas de formato parecido a la que celebramos el pasado octubre y una segunda, hacia final de año, que queremos que sea especial, en un lugar emblemático de la ciudad.
En cuanto a los resultados, por los que me preguntaba, podemos decir que el 75% de las personas que participaron en la feria tuvieron una continuidad en los procesos selectivos. Muchas de ellas llegaron a fases finalistas y resultaron contratadas un total de 25 personas. Ahora estamos haciendo la revisión de los datos porque esos procesos son lentos, pero presentaremos en breve un nuevo balance a la vez que presentamos la siguiente edición.
Por otra parte, el 95% de las empresas y participantes mostraron su satisfacción con la iniciativa. Lo que está claro, más allá de los datos, es que haber sido capaces de establecer mecanismos físicos y virtuales entre el talento local y empresas tecnológicas es un hecho que nos anima. La complejidad de casar las necesidades de perfiles con el talento era alta, pero había un objetivo que era posicionamiento y conocimiento de empresas y eso se ha superado ampliamente.
Hay que tener en cuenta que no es fácil poner en contacto a ambas empresas y talento. Y parece mentira con la tecnología que tenemos. Para los jóvenes hay una falta de orientación y de redireccionamiento que debemos cubrir.
"Fomento de San Sebastián ha vivido cada legislatura con colores diferentes en el gobierno municipal y siempre se ha mantenido una lógica y una coherencia"
Más proyectos. San Sebastián es pionera con servicios de acogida para científicos como el Talent House. Consolidado el primero, está en construcción el segundo. ¿Qué nos puede avanzar?
Este mes de junio terminamos la estructura y de aquí a final de año presentaremos el programa del Talent House 2, que será muy novedoso. Será un proyecto tractor de emprendimiento de ciudad, asesoramiento, formación, colaboraciones internacionales… Va a ser un proyecto paraguas para el resto de la ciudad. Un espacio de encuentro para todos. A la ciudad le va a permitir coger la bandera del emprendimiento. En San Sebastián tenemos 45 agentes de desarrollo en los programas de emprendimiento, pero el objetivo ahora es tener una apuesta más coordinada, que integre las diferentes fortalezas de los agentes. En definitiva, dar un empujón a la cultura emprendedora y a la gente de aquí y de fuera.
Hablar de innovación en una ciudad es hacerlo de 'smart city'. ¿En qué punto se encuentra San Sebastián en este sentido?
Ahora mismo nos estamos apoyando en los Next Generation. Estamos profundizando en la calle inteligente y lo trasladaremos a otros barrios. Las viviendas inteligentes, que estamos desarrollando en el barrio de Txomin, se van a ampliar con proyectos de monitorización de vivienda pública, un plan que va a ser muy interesante. Tenemos en mente desarrollar proyectos que combinen y vinculen la transformación urbana smart con otras derivadas estratégicas de ciudad: empleo, emprendimiento, impacto social.
Y todo ello con unas elecciones municipales a la vuelta de la esquina (en 2023). ¿Tiene esta sociedad pública la independencia suficiente como para no depender de quién es el próximo alcalde o alcaldesa?
El ámbito político se rige por una serie de normas y una de ellas es que cada cuatro años se pueden producir cambios. Pero hay que mirar atrás. Fomento de San Sebastián ha vivido cada legislatura con colores diferentes en el gobierno municipal y siempre se ha mantenido una lógica y una coherencia, aunque lógicamente siempre con matices. Esa continuidad es clave para plantearse estrategias. La historia nos dice que aquí se ha tenido paciencia y se ha confiado en esta sociedad pública. Esperamos que el año que viene se produzca una ratificación.