Digitalización y sostenibilidad. La elección de estas dos premisas para, por ejemplo, la concesión de los fondos europeos no es baladí. Como tampoco lo es que estos dos caminos sean los elegidos como pilar de crecimiento en muchas empresas.
El mundo de la agricultura no es ajeno a esta tendencia y hay decenas de ejemplos de cómo el horizonte estratégico de muchas compañías del sector primario está llenándose de acciones encaminadas a un modelo más respetuoso con el medio ambiente y más eficaz gracias a mejoras tecnológicas.
Uno de estos ejemplos lo encontramos en La Rioja, una región pequeña en extensión pero gigante si hablamos de repercusión mundial gracias a sus vinos.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (D.O.Ca.) Rioja, con el asesoramiento de KPMG, ha realizado su formulación estratégica para el periodo 2021-2025.
Este plan fija sus prioridades para los próximos cinco años y guiará la toma de decisiones y la ejecución de numerosas acciones en el ámbito nacional e internacional. Como ya habrán adivinado, la digitalización va a ser clave, como también lo va a ser la sostenibilidad.
En cuanto a la digitalización, la apuesta por fomentar acciones innovadoras en lo tecnológico va a ser clave.
Ante el auge de los canales digitales, la Denominación tiene como objetivo cuadriplicar en los próximos cinco años el peso del canal on line en sus ventas.
La evolución del canal on line
Haciendo un repaso a las estadísticas, cabe mencionar que el porcentaje de venta on line en relación al total de ventas se ha mantenido prácticamente inalterable en el lustro que va desde 2014 a 2019 (siempre por debajo del 1%).
El gran salto se produjo, como tantos otros, en el año 2020, cuando, debido a la pandemia, el porcentaje de ventas on line se acercó abrúptamente al 2%.
Pues bien, ese es un buen punto de partida para llegar a los objetivos de la D.O., que quiere que en el año 2025 ese porcentaje rebase el 4%.
Para ello, resulta evidente, la tecnología y la innovación a todos los niveles puede resultar clave.
A tal efecto, centrará sus esfuerzos en optimizar la venta on line a través de programas de formación específicos para mejorar la gestión de esta canal por parte de las bodegas, y en buscar alianzas con plataformas (nativas digitales o de distribuidores tradicionales) para facilitar el acceso de las bodegas de Rioja a los canales on line, especialmente en los mercados de exportación.
Otras acciones que los vinos de la La Rioja no quiere descuidar son, por ejemplo, impulsar la innovación aplicada con impacto en todos los eslabones de la cadena de valor o elaborar marcos de colaboración y ecosistemas con entidades de interés para los miembros de D.O.
Un 'laboratorio' de ideas
Pero el principal músculo innovador puede derivarse del programa de fomento de la innovación (Open Innovation).
En este programa, tal y como se refleja en el Plan Estratégico elaborado por KPMG al que ha tenido acceso D+I, se da una importancia capital a la aplicación de tecnologías como la inteligencia artificial.
Empresas muy distinguidas en este campo y en otros pueden aportar una mejora considerable al sector riojano -y seguramente por extensión a otras zonas vinícolas de España-.
Algunos ejemplos pueden ser Vitibot, una compañía que diseña soluciones de última generación, como 'robots agricultures', vehículos sin conductor para realizar determinadas tareas.
En el informe también figuran otras como WineSeq, para la optimización de la técnica de secuenciación masiva de material genético desde el sector clínico al sector vitivinícola. Su objetivo es conocer las poblaciones totales de microorganismos a nivel de género y especie, y de su proporción en tanto por ciento de muestras de viñedo y de vinos españoles.
O Diam Bouchage, que cuenta con varios sistemas tecnológicos patentados que explota las propiedades del CO2 supercrítico para extraer los componentes volátiles del corcho y erradicar las moléculas que pueden dar un sabor al vino, sobre todo el riesgo del sabor a corcho.
Un proyecto, por cierto, que esta empresa ha ido evolucionando para hacer más sostenible gracias al uso de una emulsión de cera de abejas y un aglomerante compuesto de polioles 100% vegetales.
En definitiva, son soluciones innovadoras que buscan mejorar el impulso tecnológico a un sector muy arraigado pero que quiere seguir creciendo y adaptándose a las nuevas realidades.
Apuesta por la sostenibilidad desde la innovación
Entre estas realidades también está el respeto por el medio ambiente. En este sentido, la sostenibilidad se convertirá en un pilar estratégico para la D.O., que quiere desarrollar una posición de liderazgo en todos sus ámbitos e impactar positivamente en su territorio a la vez que contribuir a garantizar su futuro.
Para tal fin, se han configurado diferentes iniciativas orientadas a reforzar el alineamiento de la Denominación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y se han fijado una serie de objetivos aspiracionales para 2025, entre otros, disminuir un 50% el uso de fitosanitarios; reducir un 10% la huella de carbono; y alcanzar un volumen del 5% de vinos orgánicos.
Ni que decir tiene que para todas estas situaciones, será clave la innovación y el uso de nuevas tecnologías.
La aplicación de este tipo de soluciones también va a tener consecuencias positivas para el propio territorio.
En palabras del presidente del Consejo Regulador, Fernando Salamero, "Rioja vuelve a demostrar su liderazgo y carácter pionero, dando continuidad al Plan Estratégico que elaboró para el período 2005-2020".
"Siendo conscientes de la importancia capital del vino en el conjunto de las tres zonas por las que se extiende la Denominación, la fijación de la población en el medio rural, el aseguramiento de su pervivencia y la mejora continua de esta fuente de riqueza, el nuevo Plan Estratégico constituye la respuesta adecuada para conseguirlo y se asienta en la fuerza de un nombre que no necesita apellido", concluye.
La hoja de ruta presentada ante agentes del sector vitivinícola español y con la participación del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la sede de KPMG en Madrid, ha sido elaborada a partir de un exhaustivo proceso de análisis y reflexión, que se ha extendido a lo largo de todo el año pasado.
En él ha participado todo el ecosistema de La Rioja (más de 100 grupos de interés representantes de toda la cadena de valor), así como agentes y expertos de la industria en sus 12 principales mercados internacionales y establece como nueva visión aspiracional para la D.O. "posicionarse como una de las regiones vitivinícolas mundiales más reconocidas por su calidad, singularidad y sostenibilidad, que logre seducir a los consumidores".