Si alguien tenía alguna duda de que BFAero es el mejor programa de aceleración de proyectos relacionados con el sector de la innovación aeroespacial de cuantos se desarrollan en las diferentes comunidades autónomas, sólo hace falta echar un vistazo a los datos.
Los datos hablan de que este programa bate año tras año sus récords de impacto. E impacto significa: mayor número de propuestas presentadas para formar parte de la iniciativa cada año; incremento de la cifra de empresas internacionales que acuden a la convocatoria; y la diversidad de tecnologías y tipos de ideas que concurren.
BFAero es el programa de incubación, aceleración y consolidación de proyectos empresariales del Centro Aeroespacial de Galicia y hace unos días se dieron a conocer los datos de la última convocatoria.
Un total de 144 propuestas innovadoras del sector aeroespacial en el segmento de vehículos no tripulados son candidatas a formar parte de la quinta edición de la iniciativa. Se trata del mejor registro obtenido en su historia y supone un 63% más que la edición anterior, en la que se recibieron 88 ideas.
La directora de la Agencia Gallega de Innovación (GAIN), Patricia Argerey, dio a conocer el balance de solicitudes recibidas en la última convocatoria del programa autonómico en el marco de la visita a la startup Anduriña25, participante en el itinerario de aceleración de la cuarta edición.
Por cierto, este proyecto es una nave híbrida con capacidad de despegue vertical (VTOL) y una carga de hasta cinco kilos que le permite volar en condiciones de fiabilidad, eficiencia y seguridad.
Es un ejemplo del tipo de proyectos que tienen cabida en BFAero, que ya ha llamado la atención de cada vez más países y continentes.
En esta quinta edición, el programa ha conseguido una importante proyección fuera de nuestro país, recibiendo más de 25 propuestas internacionales, consolidando así el Polo Aeroespacial de Galicia como un reclamo para emprendedores de todo el mundo.
Del total de proyectos candidatos que optan, el 46% proceden de otros países de hasta cuatro continentes. En la edición anterior, el porcentaje de participación internacional registrado fue del 11%.
El país extranjero más representado es India (15 proyectos), seguido de Estados Unidos (10), Reino Unido (5), Suiza (4) y Turquía, Alemania e Italia (con tres cada uno).
Otros países representados son Canadá, Estonia, Ucrania, Países Bajos, Brasil, Francia, Australia, Colombia, Singapur, Chile, Pakistán, Finlandia, República Checa, Bolivia, Japón, México, Venezuela y Jordania.
Respecto a los 78 proyectos presentados de diferentes provincias españolas, 18 corresponden a A Coruña, 16 a Madrid, 11 a Barcelona, seis a Pontevedra y cuatro a Ourense. Santa Cruz de Tenerife, Lugo y Lleida aportan tres proyectos en cada caso; Murcia, Valencia, Alicante, Guipúzcoa y Mallorca, dos; y Girona, Sevilla, León y Las Palmas, uno.
El nivel de nominaciones también ha mejorado respecto a ediciones anteriores y cubre diferentes especificidades dentro del sector aeroespacial: equipos de control, navegación por satélite, plataformas de explotación o el primer complejo de lanzamiento centralizado con sede en Europa.
También hay propuestas novedosas como dirigibles cautivos, drones marinos o avionetas para el ocio. En esta quinta convocatoria también se recibieron proyectos con aplicaciones en otros campos como la fotovoltaica, la generación eólica, la agricultura, el deporte o los espectáculos visuales a través de drones.
Por itinerario, el 47% de los proyectos optan por entrar en la etapa de incubación, lo que gana peso respecto a la cuarta edición -en la que representó el 41%-; el 41% optan por la ruta de aceleración y el 12%, por la de consolidación.
El nivel de madurez
Según su tipología, el 91% son startups, el 6% son spin-outs y el 3% corresponden a spin-offs (de la Universidad de Vigo, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Tecnológico de Galicia).
El área temática que más solicitudes recogió fue la de aplicaciones de vehículos no tripulados para mercados específicos, que representa el 45% de las propuestas; el 39% a plataformas y sus componentes; y el 16% a equipos y sistemas, tanto a bordo como en tierra.
El nivel de madurez de la tecnología de los proyectos presentados es variado, registrándose los mayores porcentajes en los más cercanos al mercado, y por tanto con mayores posibilidades de que las empresas alcancen el éxito en el mercado, para poder valorar la innovación en estos. proyectos y crecer a medio y largo plazo.
El equipo de selección de BFAero ya está trabajando en el proceso de selección, en el que se elegirán un máximo de tres proyectos para incubar durante 12 meses, hasta cinco proyectos para acelerar en ocho meses y tres más para consolidar durante seis meses.
Cabe recordar que los 11 proyectos seleccionados accederán a la comunidad empresarial de Civil UAVs Initiative, así como a los medios técnicos, servicios e infraestructuras del Centro de Investigación del Aeropuerto de Rozas (CIAR) y a los proporcionados por otras entidades colaboradoras de la Business Factory Aero.
También contarán con una oficina en el área de coworking de la Fundación CEL, contarán con mentores de gran prestigio y experiencia en el sector aeroespacial y tendrán contacto con inversores para conseguir el máximo apoyo financiero en el desarrollo de sus proyectos.
BFAero ya ha cumplido cuatro ediciones con un total de 30 empresas participando en los diferentes itinerarios. El programa permitió la creación de nueve empresas y un total de 119 puestos de trabajo cualificados, con una inversión directa de 6,6 millones de euros.
La aceleradora gallega del sector aeroespacial cuenta con destacados casos de éxito en estas cuatro convocatorias, siendo hitos relevantes de la cuarta edición la apertura de un nuevo centro de trabajo en Galicia y el acuerdo de transferencia tecnológica con la Universidad de Stuttgart de Kreios; el primer contrato con la Agencia Gallega de Infraestructuras para la ejecución de una prueba piloto de Aguia o la constitución de una filial en Galicia de Ahyres, los tres en el itinerario de incubación.