Ahora bien, de momento sólo estamos en el arranque. En el mejor de los casos no será hasta el año 2025 cuando el territorio gallego pueda presumir del todo.

Hace unos días se publicó la licitación del Centro de Excelencia en Ciberseguridad, un proyecto para los que se han comprometido seis millones de euros y cuyo plazo de presentación de ofertas está abierto hasta el 11 de septiembre.

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Después de la designación de La Coruña como futura sede de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), algo que posiciona a Galicia en el ámbito de esta tecnología, llega ahora el inicio de otro hito que haría lo propio en el ámbito de la ciberseguridad, compitiendo con otros polos como el de León -sede del INCIBE-.

El caso es que la Xunta, como decíamos, ha arrancado la tramitación de este proyecto, que se ubicará en los terrenos del Parque Tecnológico de Galicia, en San Cibrao das Viñas.

La administración pública autonómica tiene previsto adjudicar las obras en otoño e iniciarlas a principios de 2024. El objetivo con el que se trabaja es poder poner en marcha el nuevo centro en el año 2025, ya que las actuaciones tienen un plazo de 20 meses.

Según explican desde la Xunta, este nuevo centro "pretende contribuir al fortalecimiento de la ciberseguridad en el entorno de la administración pública, los ciudadanos y las empresas; apoyar la innovación en el sector productivo mediante el logro de la excelencia en la investigación; así como el desarrollo de talento especializado en ciberseguridad".

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El edificio que albergará el Centro de Excelencia en Ciberseguridad de Galicia, según los datos contenidos en el expediente, se construirá en la parcela 3E del Tecnópole, con una superficie útil de más de 2.100 metros cuadrados.

El complejo albergará espacios de control y gestión de la ciberseguridad, áreas de trabajo y sensibilización, áreas de uso exterior y locales de emprendimiento y alquiler para empresas privadas.

Las instalaciones se estructurarán en cuatro elementos que expresan su carácter funcional en su conjunto y que se articulan en torno a un espacio central de acceso y circulación a modo de disco horizontal con control visual directo de los espacios de los cuatro bloques.

La sala del operador, que se ubicará en una de las partes más significativas de la actuación en la posición noroeste de la parcela, albergará los espacios servidores de esta, como son la oficina, el laboratorio, la sala de crisis y la sala de reuniones, en su planta superior.

En el lado opuesto, hacia el sureste, se encuentra la zona de laboratorios y el Centro de Demostraciones, que están organizados de tal forma que, mediante paneles móviles, pueden montarse en un espacio conjunto para demostraciones de mayor envergadura. 

Estos espacios tendrán doble altura, con cuarto de máquinas de aire acondicionado ubicado en un área parcialmente superior.

"Punto de encuentro de la innovación"

En la diagonal del eje opuesto, situadas de noroeste a suroeste, se proyectan dos piezas arquitectónicas similares de dos plantas, para usos administrativos, para aseos, espacios de uso interno del centro, para emprendedores o para el alquiler de empresas privadas. 

Estas dos piezas análogas están formadas por la disposición de dos piezas arquitectónicas que se enclavan mediante una ranura central de circulaciones verticales y horizontales.

La Xunta de Galicia ha impulsado el Centro de Excelencia en Ciberseguridad de Galicia como "punto de encuentro entre la innovación en ciberseguridad y las necesidades de la sociedad". 

Con la inauguración del edificio, la comunidad dará un paso importante en el camino hacia "una Galicia inteligente que apuesta por el crecimiento de la economía basada en las tecnologías".

El centro trabajará en colaboración con las diputaciones provinciales, con las entidades locales, a través de Fegamp, con las universidades y centros tecnológicos y de innovación gallegos y con el tejido empresarial del sector.

Este proyecto se materializará gracias a la colaboración entre la Consejería de Hacienda, a través de la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (AMTEGA), responsable de este proyecto, y la Consejería de Infraestructuras y Movilidad, que acometerá las obras. Esta intervención será financiada con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, del programa Next Generation EU.

Sin descuidar la IA

Por otra parte, la propia AMTEGA ha confirmado que la IA sigue estando muy presente en el día a día tecnológico de la región. Y lo ha hecho presentando un sistema inteligente que puede discernir entre tierras que están ocupadas por viñedos de las que no lo están.

Este sistema se pondrá a disposición de la Xunta para actualizar la información sobre las parcelas vitícolas. El sistema ya fue probado con un índice de acierto superior al 95%, por lo que se ha evaluado su implantación para su uso por parte de los técnicos de la Consejería de Medio Rural como parte de los trabajos que está desarrollando para actualizar el Registro Vitícola de Galicia.

En el trabajo –que se está desarrollando coordinado por la Subdirección General de Explotaciones Agrarias– se determinará la correspondencia de cada parcela vitícola con el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIXPAC), así como aquellas que no están ocupadas por viñedos.

Hasta ahora son los técnicos los que tienen que comprobar y, en su caso, descartar las parcelas sin viñedos. Sin embargo, los datos contenidos en la ortofoto del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA) permiten distinguir las parcelas vitícolas que tienen viñedo y las que no. La automatización del análisis de estas imágenes con técnicas de machine learning e inteligencia artificial representa una oportunidad para la simplificación de este proceso.