El 40% de empleos en Galicia están en riesgo por la automatización: "Hay que prepararse para el cambio"
Un informe de la Universidad de Santiago también advierte que el 58,5% de empresas no tiene un plan de formación para tecnificar sus plantillas.
13 octubre, 2021 01:02Noticias relacionadas
En estos momentos, no hay nadie que se atreva a negar la evidencia: la mayoría de sectores económicos se dirigen hacia una metodología de trabajo en la que la digitalización, la automatización o incluso la robotización van a ser ejes fundamentales.
Incluso áreas tradicionales comienzan a dar muestras de que esta convivencia entre lo hecho a mano y el 4.0 es una necesidad inexcusable.
En Galicia, como hace pocas fechas revelaba D+I, ese debate ha llegado al sector de la pizarra, donde la región es puntera a nivel nacional y europeo. Y ese debate significa poner sobre la mesa preguntas incómodas como la que se han hecho unos investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela.
¿Qué impacto puede tener la automatización en el mercado laboral gallego? Pues bien, la principal conclusión del informe 'Impacto de la digitalización y automatización en los sectores económicos de Galicia' responde a la pregunta: "Cerca del 40% de los puestos de trabajo de nuestro territorio se encuentran en una zona de riesgo entre alto y moderado".
Pero no conviene interpretar este dato como un signo de alarma. O, al menos, no de momento según los autores del informe, César García Novoa y Luis Otero González, pertenecientes a dos grupos de investigación de la citada universidad, el de Administración y Negocios y el de Valoración Financiera Aplicada.
"La automatización-digitalización puede ayudar a mejorar la productividad de las empresas y administraciones y lograr un mundo más sostenible, eliminando trabajos arduos y peligrosos y creando nuevos trabajos más calificados", explican.
Sería la parte optimista, la que habla de que la automatización repercutiría en la creación de más empleo de calidad y menos precario.
Empleo polarizado: un peligro
Pero lógicamente, esta reconversión de procesos tendría una cara B. "La automatización también puede eliminar ocupaciones, polarizar el empleo y reducir la participación de los ingresos laborales en el PIB", aclaran.
Es decir, ni sí, ni no, ni todo lo contrario. El anterior es un argumento que no aclara si la digitalización es una mala noticia o una oportunidad para modernizar el mercado laboral.
Lo que sí es evidente es que estos datos presentados por el informe de la Universidad de Santiago de Compostela invitan a la reflexión.
La aplicación del "enfoque pesimista" al caso gallego muestra que más del 38% de los puestos de trabajo se encuentran en una zona de alto riesgo de automatización; mientras que de lo que los autores llaman un "enfoque optimista" el 39% estaría en una zona de riesgo de automatización moderada.
"Esto no debe interpretarse en el sentido de que todos los trabajos desaparecerán, sino que puede cambiar sustancialmente la forma en que se realizan y es más probable que sean reemplazados por máquinas o personas con un mayor nivel de calificación", explican.
En resumen, "sea cual sea el enfoque, el informe evidencia un alto impacto de la automatización" y advierte de "la necesidad de prepararse para el cambio".
Además, el documento recoge los resultados de una encuesta a 217 empresas durante el pasado año, que consideran que el 70% tiene un nivel de digitalización medio-alto, mientras que en el caso de la automatización este porcentaje se reduce en diez puntos porcentuales.
También existe una percepción mayoritaria (75,5%) de que la pandemia favorecerá el proceso de digitalización de las empresas.
Altas dificultades de adaptación
Se trata de una visión a futuro que tiene más aristas. "Las restricciones a la movilidad han impulsado drásticamente el comercio electrónico, las reuniones en línea y el teletrabajo", dice el informe. En este sentido, la automatización también será impulsada según la opinión del 58% de los encuestados.
Al mismo tiempo, el estudio muestra que las empresas tienen una "clara conciencia de la importancia de la digitalización", aunque también alerta de que el 25% de empresas percibe altas dificultades de adaptación.
De cara a un futuro empresarial más automatizado, el informe destaca que los perfiles más demandados serán los especialistas en comercio electrónico, seguidos de analistas y desarrolladores de software, así como especialistas en nuevas tecnologías. Los gerentes de automatización de procesos, transformación digital y redes sociales también se encuentran entre los perfiles más demandados.
En este sentido, los datos recopilados hablan de que sólo el 34,1% de las empresas cree que aumentará el número de personas empleadas, mientras que el dos de cada tres compañías cree que será posible volver a formar al personal existente cuyo trabajo se verá gravemente afectado en cuanto a competencias y cualificaciones necesarias para desarrollarlo.
Por otro lado, en su mayor parte, las empresas no creen que el costo laboral se vea demasiado afectado por los efectos de la automatización. "Por supuesto, debemos estar atentos a dos riesgos que pueden surgir, la polarización del empleo y la concentración de ingresos", remarcan los autores de la investigación.
Las empresas son conscientes de la necesidad de formar a sus trabajadores, sin embargo, un porcentaje considerable (58,53%) manifiesta no disponer de un plan de formación para adecuar su plantilla actual a las exigencias de las nuevas tecnologías.
Una recomendación: planes de formación
En este sentido, el informe recomienda que las empresas recurran a un plan de formación para formar a sus trabajadores ante los nuevos retos.
Se considera muy relevante que también exista un ecosistema que fomente las habilidades y competencias digitales para el emprendimiento, la innovación, la creación y gestión de empresas (habilidades y competencias digitales y tecnológicas para gerentes y emprendedores).
El estudio indica que la automatización y digitalización se extenderá a través de tres oleadas: algorítmica, que ya está en marcha y afectará principalmente a sectores que utilizan información, como el financiero; el de la ampliación, donde los robots jugarán un papel más importante; y el de la autonomía, con un aumento significativo de la automatización del trabajo físico y la resolución de problemas.
Para el 2025, las tecnologías que más se adoptarán en las empresas serán la computación en la nube, el big data, el Internet de las cosas, la ciberseguridad y la inteligencia artificial.
También se espera un desarrollo significativo del comercio digital y los robots. Como resultado del despliegue tecnológico, un porcentaje muy sustancial del trabajo actual tiene una alta probabilidad de automatización a corto, medio y largo plazo.
El informe, por otro lado, también ha analizado a las administraciones públicas. En este sentido, se considera que en España en general y en Galicia en particular, alcanzaron un nivel de digitalización muy relevante en el contexto comparado.
Sin embargo, "hay aspectos que precisan seguir avanzando, como la generalización de las aplicaciones de gestión a todos los procedimientos administrativos y la introducción de nuevas tecnologías disruptivas y, en particular, la inteligencia artificial en el funcionamiento de la administración".
La Carta de Derechos Digitales recientemente aprobada, que cuenta con un apartado específicamente dedicado a los derechos digitales de los ciudadanos en su relación con las administraciones públicas, establece los requisitos mínimos que deben respetarse en este proceso de transformación digital en el ámbito administrativo.