Llevar al mercado ideas disruptivas es el sueño de cualquier emprendedor. Pero, en ocasiones, resulta ser el paso más complicado. En este sentido, existen cada vez más administraciones públicas comprometidas con ese tejido innovador, ayudándoles a que ese sueño se convierta en realidad.
La Xunta de Galicia es una de estas facilitadoras. Y lo hace a través del programa Ignicia Prueba de Concepto, que acumula ya varias ediciones a sus espaldas y que hace unos días ha dado a conocer los siete proyectos que saltarán al mercado, de un total de 28 aspirantes.
La iniciativa Ignicia, llevada a cabo en colaboración con la Fundación Barrié, tiene como objetivo principal apoyar el desarrollo de aplicaciones comerciales de las investigaciones generadas en los centros de conocimiento gallegos.
Dos de los proyectos están promovidos desde la Universidad de Santiago de Compostela y otros dos, desde la Universidad de Vigo. También en la comarca viguesa han resultado beneficiarios un proyecto de la Asociación de Investigación Metalúrxica do Noroeste (Aimen) y otro del Centro Tecnológico de Telecomunicación de Galicia (Gradiant). La Fundación Profesor Novoa Santos de A Coruña ha impulsado el último de los proyectos que darán el salto al mercado.
La mayoría de ideas (cinco) están relacionados total o parcialmente con tratamientos terapéuticos.
Chatbot, implantes óseos avanzados…
Una de ellas es el proyecto Ecobone, de la Universidad de Santiago de Compostela. Se trata de un sistema de implantes óseos avanzados mediante tecnología supercrítica, es decir, capaz de hacer que funcione en un punto en el que no existe deferencia entre agua gaseosa y agua líquida, por lo que la eficacia es mayor (por encima del 45%).
El objetivo general es la valorización comercial de una tecnología para la preparación de implantes óseos sintéticos y evaluar otros posibles usos de esta tecnología.
También desde esa universidad ha resultado beneficiario Traffikgene, un proyecto consistente en el desarrollo de vehículos para transportar material genético y que sería aplicable en terapias génicas.
El tercero de los proyectos relacionados con la salud es Canther, impulsado desde la Fundación Profesor Novoa Santos de A Coruña, y que desarrollará un fármaco dirigido contra la degradación de proteínas para el tratamiento de metástasis.
Por último, Celia y Surfacon, ambos de la Universidad de Vigo, también están vinculados de alguna manera al sector sanitario y farmacéutico.
Celia es una inteligencia conversacional para asistentes orientados al lenguaje. El proyecto pretende valorizar un chatbot con capacidades empáticas consistente en diversas librerías de software y orientado a entretenimiento y monitorización terapéutica para personas con capacidades limitadas de abstracción.
Por su parte, Surfacon es un proyecto que persigue la aplicación del extracto biosurfactante obtenido de los licores de lavado de maíz para usos cosméticos y farmacéuticos.
Los otros dos proyectos beneficiarios del programa Ignicia tienen un marcado carácter industrial. Frontier desarrolla fibra óptica recubierta de metal de alta estabilidad para el monitoreo a través de sensores distribuidos en infraestructuras de alta temperatura.
Sensórica y drones
La industria 4.0, según los promotores de este proyecto -Aimen-, presenta una alta demanda de este tipo de sensores.
Y, estando en tierras gallegas, principal polo tecnológico de la aviación no tripulada, no podía faltar un proyecto relacionado con este sector.
Es el proyecto Sense UAV, promovido por Gradiant. Se trata de un módulo anticolisión multisensor integrado en drones que busca evitar colisiones y garantizar la seguridad aérea.
A partir de septiembre, estas iniciativas tendrán dos meses para perfilar sus planes de comercialización, apoyados por el asesoramiento especializado del equipo del programa Ignicia.
Posteriormente, los grupos de investigación recibirán una aportación económica para financiar los costes que supone trasladar dichos planes al mercado.
Tal y como señaló la directora de la Agencia Gallega de Innovación (Gain), Patricia Argerey, el objetivo principal es "promover la transferencia de los resultados de la investigación que se genera en los centros de conocimiento gallegos y llevar esos resultados al mercado para hacer rentable la investigación en Galicia", facilitando así la validación de la tecnología y la elaboración de planes de negocio.
Varias ediciones de Ignicia
Este instrumento de apoyo económico le permite compartir a la Xunta de Galicia los riesgos y beneficios de cada propuesta, garantizando que las iniciativas exitosas generen retornos para seguir invirtiendo en la transferencia de conocimiento de los organismos gallegos en próximas convocatorias.
En las dos ediciones anteriores, la convocatoria del Ignicia posibilitó, a través de 7 millones de euros el desarrollo de 16 proyectos que involucran a más de 120 personas trabajadoras.
Asimismo, desde su puesta en marcha en 2016, ya están constituidas 8 spin-offs que dan empleo a más de 50 personas, y se completó la transferencia de una licencia a la industria. En total, 9 proyectos ya están finalizados y generando retornos para la administración autonómica.
Con respeto a los proyectos premiados en las ediciones pasadas cabe destacar, por ejemplo, Liberabio, que utiliza la plataforma patentada por MPN Technology para avanzar en la utilización de biológicos médicos en el tratamiento personalizado del cáncer; o Biofast, una tecnología que fue transferida a la multinacional Ziacom para comercializar un biomaterial obtenido a partir de dientes de tiburón para la regeneración ósea.