Si hay una región especialmente volcada en aplicar la innovación y las bondades de la tecnología a la naturaleza, esta es Extremadura. La elaboración de un manual sobre los avances en disrupción en el sector de la construcción sostenible y la organización de una jornada dedicada a la transformación del corcho son dos ejemplos perfectos que sirven para confirmar lo anterior.
En ambos casos, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), dependiente de la Junta extremeña, está detrás de ambas iniciativas.
En relación al primer punto, técnicos del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal y del Instituto de Investigaciones Agrarias Finca La Orden-Valdesequera, ambos adscritos al CICYTEX, han elaborado un manual en el que explican las posibilidades constructivas que ofrecen determinados cultivos, subproductos y desechos de la industria, de cara a favorecer el avance hacia una edificación sostenible, natural y de consumo energético casi nulo.
En esta publicación se han centrado en el corcho no apto para la fabricación de tapones, las fibras naturales procedentes de los cultivos de kenaf y cáñamo, y subproductos de la industria arrocera como la paja y la cáscara de arroz.
Valorizan así estas materias primas, destacando su enorme potencial como materiales de construcción. Además, este destino alternativo que se les da contribuye a reducir el consumo de energía, la producción de residuos y la contaminación.
El manual contiene información sobre la cadena de valor de los materiales al completo, es decir, desde su origen hasta su procesado y colocación final en las construcciones. Recoge referencias sobre productos existentes ya en el mercado, normativa aplicable, certificados y distintivos de calidad.
Como decíamos, el corcho es uno de los protagonistas. Los expertos dicen de él que es un excelente aislante térmico, acústico y vibracional, además de ser un producto ecológico y duradero.
Aprovechar subproductos
Su uso en construcción permite aprovechar subproductos y desperdicios de la industria preparadora y de segunda transformación. Las planchas de corcho que no tienen un calibre suficiente para la producción de tapones o discos naturales, el corcho de calidad inferior, el bornizo o los restos de fabricación pueden emplearse como base de los elementos constructivos.
En este manual se proponen tres soluciones para edificaciones más sostenibles. El corcho negro, empleado en cubiertas, aislamiento de fachadas o particiones; granulado, usado como relleno acústico y térmico o para la fabricación de hormigón ligero; y corcho proyectado, aplicado fundamentalmente en la envolvente de los edificios, cubiertas y fachadas, y para el encapsulamiento de amianto.
También las fibras vegetales procedentes de los cultivos de kenaf y cáñamo son materias primas que pueden usarse en construcción. Son resistentes, ligeras y presentan buena capacidad de atenuación acústica y de aislamiento térmico. La fabricación de productos con fibras vegetales, extraídas del tallo de la planta, requiere bajas cantidades de energía y conlleva una huella negativa de carbono.
A partir de este recurso natural pueden fabricarse rollos de lana y paneles rígidos para su uso como aislante térmico y acústico.
Por último, también dedican un capítulo al aprovechamiento en construcción de los subproductos de la industria arrocera, en concreto paja de arroz y cascarilla. Destaca el beneficio medioambiental que supone esta alternativa, ya que constituye la valorización de los subproductos de un cultivo muy extendido a nivel mundial.
En Extremadura se usan fundamentalmente como cama para el ganado, pero se ha constatado que su composición los hace especialmente interesantes en bioconstrucción. Ambos son aptos como materiales aislantes, tanto para rellenos como en paneles.
Por otra parte, y volviendo a la importancia que en la región empieza a tener el necesario reaprovechamiento del corcho, una treintena de agentes vinculados al sector forestal se reunieron recientemente en las instalaciones del Instituto del Corcho en Mérida en una sesión de trabajo convocada por el CICYTEX con el objetivo de favorecer su adaptación a la era digital. Han participado propietarios, empresas, técnicos e investigadores.
Carmen González, directora de CICYTEX, abrió el encuentro destacando que con esta actividad buscan ayudar a explorar la complejidad de los nuevos contextos, analizando el panorama socioeconómico actual y proyectando escenarios.
Teoría y práctica de la innovación en el corcho
Explicó que se trata de aportar visión y reflexión para facilitar que las empresas y agentes de la cadena de valor forestal puedan afianzar su competitividad y resiliencia impulsando actuaciones innovadoras.
La jornada se dividió en dos partes. Por un lado, sesiones teóricas a cargo de ponentes con trayectoria en el campo de la innovación y la tecnología como Felipe Bravo, catedrático de Planificación Forestal en la Universidad de Valladolid; Miguel Calero, cofundador y CEO de la agencia de productos digitales Wealize; Pedro José Clemente, profesor y director del Departamento de Ingeniería de Sistemas Informáticos y Telemáticos de la Universidad de Extremadura; y Conceição Santos Silva, coordinadora de I+D+i de la União da Floresta Mediterrânica-UNAC.
Por otro lado, se organizaron dinámicas en grupo para favorecer el análisis de la situación tecnológica del sector, los recursos disponibles y los retos a los que se enfrenta. Con las conclusiones obtenidas se trazará una hoja de ruta para implementar tecnologías en el sector mejorando la eficiencia de la gestión de las explotaciones forestales, sus productos, transformación y comercialización.
CICYTEX ha organizado este encuentro en el marco del proyecto Red Agroalimentaria Inteligente para Regiones Semiáridas, liderado por entidades del Alentejo portugués y de Extremadura.
Está financiado por el programa Science Meets Regions de la Comisión Europea, gestionado por el Joint Research Centre. Las dos regiones participantes cuentan con estrategias regionales para la promoción de la innovación y la I+D+i y tienen como objetivo fundamental el desarrollo de una red de colaboración que garantice una cadena agroalimentaria integrada y eficiente para el crecimiento sostenible, en línea con las directrices de la UE sobre seguridad alimentaria, resiliencia al cambio climático y reducción de emisiones.
Son socios del proyecto la Secretaría General de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad de la Junta de Extremadura, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), la Universidad de Extremadura, la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Alentejo (CCDRAL), el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias y Veterinarias I.P. (INIAV) y la Universidad de Évora.
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