Que el coche eléctrico es el futuro, es indudable; y que el debate sobre el uso de las baterías es crucial, también.
La pelea de varias regiones por contar con una fábrica dedicada a la producción de baterías, así como de proyectos para todo el ciclo de vida de estos elementos, está sobre la mesa de cara a los fondos europeos.
Pero, mientras tanto, se están desarrollando proyectos a menor escala para intentar avanzar en la búsqueda de soluciones a problemas de usabilidad o de eficiencia. Un ejemplo de ello es el proyecto EVChargePoint 4.0.
Este proyecto se está desarrollando en Burgos y en él participa la Universidad de Burgos, que desarrolla un sistema inteligente de carga de baterías para vehículos eléctricos.
Además de la UBU, han participado en el desarrollo Nicolás Correa Electrónica S.A. y Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTM).
Entre algunas aportaciones que lo diferencian de otros sistemas existentes en el mercado, se encuentra el hecho de que combina la carga con el almacenamiento de parte de la energía, y así logra reducir la potencia que se necesita introducir en el equipo.
Esto supone una gestión más eficiente de la energía y es respetuoso con el medio ambiente.
Reparto de tareas
Asimismo, gracias a un sistema de software especial es capaz de hacer la recarga de vehículos europeos, japoneses y de los híbridos que existen en el mercado en la actualidad.
En los laboratorios de la UBU se ha desarrollado el modelo, su simulación, toda la idea teórica y posteriormente la construcción del prototipo.
Desde la universidad también se han diseñado una serie de convertidores que se encargan de balancear toda la potencia nominal del equipo, consiguiendo una contratación mucho menor de potencia y que la recarga se realice en tiempos que van desde los 10 hasta los 20 minutos.
El objetivo es que el tiempo de recarga de un vehículo eléctrico sea el menor posible.
Según indican los investigadores, que han elaborado un plan de empresa para ver las opciones de su incorporación al mercado, gracias a la incorporación de la tecnología 4.0 y el trabajo de los demás socios, se ha podido diseñar un nuevo tipo de electrolinera más ecológica, más eficiente y más amigable con el usuario.
Este proyecto está financiado por el ministerio de Ciencia e Innovación-Agencia Estatal de Investigación, dentro del programa estatal de investigación, desarrollo e innovación orientada a los retos de la sociedad.
Monitorización de electrolineras
José María Cámara, vicerrector de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Burgos, ha incidido en la importancia de este proyecto para conseguir una gestión más eficiente de la energía.
El gerente de Nicolás Correa Electrónica, José Carlos Martínez, por su parte, detalló que el prototipo lleva unas baterías incorporadas y que permite cargar hasta 50 kilowatios.
Su sistema de almacenaje es independiente a la red, "por lo que es más respetuoso con el medio ambiente". Y, según explica, "su potencia contratada es la mitad de lo que es capaz de generar".
David Ayala, responsable del departamento de Ingeniería de Software del CTM explica que el centro tecnológico se ha encargado de toda la parte informática, de comunicaciones e integración del sistemas TIC innovadores "para la gestión y monitorización de las electrolineras".
La clave, según el responsable de CTM, es controlar los tiempos de recarga a través de tecnología como el big data. "Con ello queremos crear un tipo de electrolinera más eficiente y más amigable con el usuario", indica.
Según explica Eduardo Bayona, investigador del departamento de Ingeniería Electromecánica de la Universidad de Burgos, además de crear el prototipo "hemos integrado todo el desarrollo final y conseguir que, con una contratación mucho menor de potencia contratada, hacer tiempos de recarga menores, de 10 a 20 minutos".