Poca transformación digital en la mente de los ciudadanos: presupuestos participativos pero poco innovadores
La herramienta que permite a los vecinos incorporar inversiones a los presupuestos de su ciudad 'castiga' la digitalización con sólo 7 de 955 proyectos finalistas en Valencia, Bilbao y Valladolid.
19 marzo, 2023 01:44Muchos vecinos de Bilbao andan preocupados por las colonias felinas; algunos habitantes de ciertos barrios de Valencia se sienten atraídos por contar con fuentes de agua potable filtrada y fría; en Valladolid, varios ciudadanos creen que faltan espacios para jugar a tenis de mesa.
Pero una inmensa mayoría de los vecinos de estas ciudades quieren aceras sin desperfectos, mejores polideportivos o parques más atractivos. Es lo que se deduce de una herramienta de gestión de inversiones muy instaurada en nuestro país llamada 'presupuestos participativos'.
Para quien no esté muy familiarizado con esa herramienta, basta decir que, cada año, antes de aprobarse los presupuestos municipales, los ayuntamientos suelen ofrecer la posibilidad a sus vecinos de que propongan los proyectos que consideran más importantes en sus barrios, en su ciudad. De ahí, realizan una selección que acaban incluyendo en el capítulo de inversiones de las cuentas del año siguiente.
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Y no, la innovación, la transformación digital o los servicios de smart city todavía no se encuentran entre las preferencias mayoritarias de los vecinos. Es más, no suponen ni el 1% en el total de propuestas.
Para sacar este porcentaje, D+I ha analizado tres campañas de presupuestos participativos: la de Valencia, la de Bilbao y la de Valladolid.
Los tres ayuntamientos, tras un periodo previo de inscripciones, elevaron a la fase final de votaciones a un total de 955 proyectos (579 en Bilbao, 216 en Valladolid y 160 en Valencia). Sin embargo, sólo 7 de esas ideas tenían que ver claramente con proyectos relacionados con la digitalización.
Cabe decir que tampoco la innovación es una tendencia al alza. Hacer gimnasios al aire libre para mayores, realizar campañas para premiar a los vecinos que más reciclan, poner paneles solares en parques públicos o incluso sustituir el alumbrado por otro más eficiente eran proyectos innovadores hace una década, pero ahora ya son rutinarios. En cambio, los vecinos los siguen pidiendo.
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Fijémonos en ese 0,7% de proyectos relacionados con la transformación digital. Tampoco es que vaya a ser un hito tecnológico en cada una de estas tres ciudades -ni mucho menos-, sin embargo, visto lo visto, bueno es que, al menos, haya cierto interés.
Así, Valencia es la ciudad con más proyectos de transformación digital propuestos por sus vecinos (4 sobre 160, es decir, un 2,5%). Dos de esos cuatro proyectos tienen que ver con la preocupación de algunos barrios sobre la brecha digital.
Se trata de la solitud al ayuntamiento para que compre ordenadores y material tecnológico de todo tipo para que los mayores puedan mejorar su familiarización con las nuevas tecnologías. En la misma línea, otro de los proyectos finalistas consistía en la implantación de fibra óptica en centros de mayores.
En relación con lo anterior, puede apreciarse cómo en una ciudad, Valencia, con un gran crecimiento de su ecosistema digital -y ello incluye nuevas políticas del ayuntamiento combinadas con un renovado potencial empresarial-, los vecinos, aunque en menor medida en comparación con otro tipo de proyectos, empiezan a entender la importancia de no dejar a nadie atrás.
El último proyecto digital propuesto por los vecinos de Valencia tiene que ver con la digitalización de la Biblioteca Municipal Serrano Morales, que contiene una importante colección de libros antiguos claves para la historia de la ciudad.
"Proponemos la adquisición de un equipo para digitalizar esta colección y preservarla de su deterioro. De este modo será accesible a toda la ciudadanía y podremos dar a conocerla, difundiendo con ello el patrimonio cultural valenciano", argumentan los vecinos que han propuesto la idea.
Bilbao y Valladolid, impacto mínimo
Y de Valencia, a Bilbao. De los 579 proyectos presentados por los vecinos, sólo tres podrían encuadrarse en contextos de transformación digital o innovación.
Podría considerarse un proyecto innovador -aunque faltaría ver su impacto en la ciudadanía- la idea de crear un laboratorio fotográfico público. A nivel tecnológico, hay un par de proyectos solicitados que hablan de implementar puntos wifi y diversos enchufes en varios puntos de la ciudad.
Esta cantidad -ínfima- de proyectos relacionados con la tecnología habla del desequilibrio que aún a día de hoy existe entre la vocación como Smart city que tiene la ciudad bilbaína y la percepción que tienen los ciudadanos sobre cuáles son las necesidades de su día a día.
En Valladolid, como en los ejemplos anteriores, también los vecinos tienen claras cuáles son sus prioridades de inversión. Mejora de aceras, reparación de desperfectos, aumento de los puntos de reciclaje o adecuación de parques o polideportivos copan la mayor parte de ideas.
Y sólo una de 216 tiene que ver con digitalización. En este caso, se trata de instalación de wifi, de un proyector y una pantalla de proyección para realizar actividades de formación en competencias digitales en el Centro de Iniciativas Ciudadanas Santiago López, en la calle Pavo Real.
Por cierto, este proyecto está valorado en menos de 6.000 euros. La cantidad que el Ayuntamiento de Valladolid destina a todos los proyectos derivados de los presupuestos participativos es de 10 millones de euros.
En cualquier caso, aunque quede claro que los ciudadanos vallisoletanos aún no están muy por la labor de elevar los proyectos digitales a una posición prioritaria, tampoco el ayuntamiento -en las bases de la convocatoria- sitúa la transformación digital entre los criterios prioritarios.
Los criterios de priorización anunciados por el Ayuntamiento de Valladolid son: atender necesidades básicas, atender al mayor número de personas beneficiarias, atender a colectivos en riesgo de exclusión, proyectos sin inversión previa, favorecer el equilibrio territorial, favorecer la sostenibilidad ecológica, potenciar la participación ciudadana y potenciar la equidad de género.