Más de 50 países en todo el mundo están llamados a renovar sus gobiernos este año, incluyendo Estados Unidos, la India, México y El Salvador. Más de la mitad de la población mundial se dirigirá a las urnas a lo largo de 2024.
Nos adentramos de lleno en un período cargado de política, pero llama la atención el hecho de que todas las miradas estén puestas en Silicon Valley.
Las redes sociales, el intervencionismo ruso y las fake news fueron explotadas al máximo durante la elección presidencial de 2016 en Estados Unidos. En ese momento, la demócrata Hillary Clinton salió derrotada en las urnas ante el magnate y estrella de ‘reality shows’, Donald Trump.
La tensión vuelve al país más poderoso del mundo. Este mes se cumplen tres años desde el asalto al Capitolio, un crudo momento en la historia de Estados Unidos. Joe Biden, el actual presidente del partido demócrata, se refiere a este evento como "el día en el que casi perdemos América".
Todo apunta a que Donald Trump será el candidato nominado por el partido republicano tras arrasar en los ‘caucus’ del estado de Iowa la semana pasada.
En esta ocasión, los dos rivales se enfrentan a una campaña poco tradicional. Es la primera vez en la historia del país que dos rivales políticos contarán con el poder de la inteligencia artificial para llegar a más votantes de manera eficiente.
No obstante, el uso de la inteligencia artificial supone todo un riesgo para la integridad de las elecciones, tal y como pudimos ver con las redes sociales en el pasado. Si ya era complicado distinguir noticias reales de las falsas, la inteligencia artificial diluye aún más las barreras de lo real y lo ficticio.
La generación de imágenes hiperrealistas a través de herramientas como Midjourney puede poner en duda hasta a las mentes más preparadas para este nuevo entorno tecnológico.
En redes sociales como X, todavía no existen herramientas clave que ayuden al usuario a identificar las temidas noticias falsas. Es más, las fake news circulan con mayor facilidad tras la llegada de Elon Musk como CEO de una de las plataformas sociales más influyentes. El propio Musk se encarga todas las semanas de compartir artículos que carecen de rigurosidad periodística.
Las grandes compañías que desarrollan herramientas de inteligencia artificial tienen una gran responsabilidad en sus manos.
La llegada y expansión de ChatGPT causó un tsunami en todas las industrias y todavía se desconoce el impacto real que podría tener en algunos sectores. Uno de ellos, el político.
Los dirigentes de OpenAI, la creadora de ChatGPT, parecen no estar dispuestos a cometer los mismos errores que Facebook y Twitter cometieron en su día y han anunciado una iniciativa para “prevenir el abuso y aumentar la transparencia” durante este año clave de elecciones.
Desde OpenAI reconocen que su tecnología, que cuenta con un gran número de beneficios, también presenta retos. Un ejemplo evidente es que no existe un contexto histórico que permita anticipar cómo los partidos políticos podrían emplear la inteligencia artificial para manipular a los electores.
Nos adentramos en un mundo de tinieblas donde no sabemos hasta dónde podría llegar la creatividad -y la malicia- de algunos actores políticos.
OpenAI se anticipa a este reto dictando una nueva serie de políticas a través de las cuales se prohibirá generar imágenes de personas reales a través de la plataforma Dalle. Tampoco se podrá crear bots que personifiquen a candidatos políticos.
Dentro de sus esfuerzos de transparencia, OpenAI se centrará en añadir herramientas que permitan codificar el origen de una imagen, de esta manera los usuarios podrían comprobar si éstas han sido generadas a través de la inteligencia artificial. Asimismo, comenzaremos a ver fuentes de noticias dentro de ChatGPT en tiempo real.
Por otra parte, si un usuario solicita más información acerca de las elecciones a ChatGPT, el sistema le redirigirá a una web especial, canIvote.org, con información neutral elaborada por la Asociación Nacional de Secretarios del Estado.
Existe otro riesgo que reside en la recién estrenada tienda de GPTs. OpenAI espera contar con el apoyo de los usuarios para que estos den el aviso de aquellas aplicaciones que puedan violar los términos y condiciones de la plataforma.
Aún así, desconocemos la amenaza real de la inteligencia real en las elecciones. El desenlace de todo esto lo viviremos en persona durante los próximos meses.