Así es la startup californiana que está acelerando el pago por reconocimiento facial
PopID aspira a que el futuro de los pagos sea biométrico para que el rostro de los usuarios se convierta en la nueva tarjeta de crédito.
9 abril, 2022 01:49Noticias relacionadas
Los orígenes de PopID son un tanto peculiares, al no haber surgido directamente de una compañía tecnológica: PopID nació en una cadena de restaurantes de comida rápida. John Miller, CEO y fundador de la startup, comenzó su aventura empresarial hace once años, cuando lanzó la sociedad gestora Cali Group. Desde esta sociedad, Miller controlaba la cadena de restaurantes CaliBurger, especializada en hamburguesas, y que creció a gran velocidad, expandiéndose más allá de las fronteras de California. En la actualidad cuenta con establecimientos repartidos por doce países, incluyendo España. Otra de las empresas que gestiona desde Cali Group es Kitchen United, que proporciona instrumental de cocina a los restaurantes.
“El conocimiento que hemos adquirido gracias a la industria de la restauración nos ha permitido darnos cuenta de las necesidades existentes en el sector. Hemos empezado a invertir en tecnologías que ayudan a los restaurantes a operar de manera más eficiente”, comenta John Miller a D+I.
Así es como se asentaron las bases para la creación de PopID. En 2018, Miller mandó instalar quioscos de auto servicio en los restaurantes CaliBurger para ayudar a los clientes a agilizar sus pedidos. “Nos dimos cuenta de que cuando alguien venía y hacía un pedido a través del quiosco, tardaba el doble de tiempo en decidirse por un menú que cuando lo hacía con un empleado. Pensando en nuestros clientes habituales, decidimos ofrecerles la posibilidad de que subieran una foto suya a nuestra plataforma para que la pantalla del quiosco les pudiera reconocer en sus próximas visitas”, cuenta Miller.
Así es como Miller y sus socios se dieron cuenta de que la mayoría de los usuarios que regresaban a CaliBurger, realizaban los mismos pedidos y, para agilizar aún más los trámites, comenzaron a ofrecer la opción de pago por reconocimiento facial. Según comenta Miller, muchos de sus clientes optaron por esta opción y el resultado fue un incremento significante en las ventas.
“Cuando vuelve un cliente y le ofreces su hamburguesa predilecta, preparada como le gusta, la va a pedir rápidamente y además le ofrecemos algunos extras que le podría interesar, como por ejemplo un postre. Esto ayuda a mejorar su experiencia y se traduce en un incremento de las ventas”, afirma Miller.
Tras el éxito en algunos de los establecimientos de CaliBurger, Miller decidió expandir los quioscos con reconocimiento facial por los restaurantes de varias universidades del sur de California, donde esta tecnología fue bien recibida por la comunidad de estudiantes. En poco más de tres años, PopID ya cuenta con más de 90.000 usuarios que han optado por el pago a través del reconocimiento facial.
La principal diferencia con respecto a otros servicios similares, como puede ser Apple Pay, es que con PopIP no se necesita un teléfono para completar la transacción. Cuando el usuario se registra en la plataforma con su foto, el rostro es lo único que se necesita para autorizar un pago. Como parte del proceso de registro, se pide al usuario que seleccione una tarjeta de crédito o de débito, pero se espera que en un futuro también se pueda seleccionar bitcoin como forma de pago.
Mientras que Apple Pay ya se ha actualizado para permitir el reconocimiento facial cuando el usuario lleva puesta una mascarilla, PopID se encuentra perfeccionando su tecnología para que el usuario no se tenga que quitar la mascarilla: solo hace falta que se la baje por debajo de la nariz para que el sistema le reconozca.
Un futuro biométrico
Las aplicaciones de la tecnología desarrollada por PopID son numerosas, según comentan sus responsables a D+I. Una de las industrias más beneficiadas será la de los eventos y los conciertos, ya que el reconocimiento facial agilizaría la entrada de los asistentes.
“Estamos trabajando con varias industrias para la expansión de PopID. Dentro de poco va a haber grandes cadenas de restauración que ofrezcan nuestra tecnología de pago, pero PopID también puede ser integrado en la entrada de edificios de oficinas, por ejemplo”, afirma Miller. “Podríamos pasarnos un día entero hablando sobre las posibles integraciones de PopID. También se podría usar en la industria de la medicina, para que un médico acceda a toda la información del paciente a través del reconocimiento facial y que éste no tenga que volver a rellenar los mismos formularios”.
Sin embargo, Miller prefiere centrarse en su producto estrella, que es la experiencia relacionada con el procesamiento de pagos, aunque no descarta licenciar PopID en un futuro para que pueda ser integrado con otras industrias.
PopID gestiona, con sumo cuidado, la seguridad de los usuarios. Según confirman desde la empresa, solo almacenan fotografías en sus bases de datos, junto al nombre completo y el número de teléfono de los consumidores. Las tarjetas de crédito no son almacenadas directamente en los servidores de PopID; esta información reside en plataformas de terceros. “Alguien puede robar una tarjeta de crédito y usarla, pero nadie puede robar tu foto y usar el reconocimiento facial para tramitar pagos”, asegura el fundador de la empresa.
Por el momento, PopID tiene una gran presencia en el sur de California y su próxima gran expansión tendrá lugar en Texas, donde se espera que desembarque en los restaurantes de varias universidades en cuestión de semanas. Además, la startup ya ha conseguido captar la atención de una de grandes firmas inversoras, como Softbank. Gracias a una alianza con Softbank en Japón y la cadena de restaurantes Wendy’s, los usuarios del país ya pueden pagar a través del reconocimiento facial. El siguiente objetivo de PopID es conquistar Oriente Medio, donde acaba de anunciar una alianza con VISA para habilitar los pagos por reconocimiento facial.