Disruptores e innovadores
'Los 100 líderes de D+I' reivindican una educación adaptada a la nueva era (IX)
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Con motivo de la llegada de Disruptores e Innovadores (D+I) a Invertia y EL ESPAÑOL, hemos querido tomar el pulso a 100 de los principales líderes de la digitalización de nuestro país, referentes en sus disciplinas, en un contexto claramente marcado por la necesidad de que España aproveche la oportunidad histórica que se nos presenta para transformar nuestra economía y el modelo productivo con la tecnología en el epicentro.
Cabe recordar que en los próximos tres años, España dedicará 70.000 millones a digitalización, de los que más de 20.000 serán inversión pública de fondos europeos. Un momento trascendental para que nuestro país, sus infraestructuras, empresas y ciudadanos den el definitivo salto hacia la digitalización. Una coyuntura que necesita medios como D+I que informen de toda esta transición.
Para analizar cómo debería canalizarse ese capital y cuáles deberían ser los ejes vertebradores de la estrategia digital de España, en estas dos primeras semanas de vida daremos voz a los grandes líderes de Administraciones, grandes empresas, tecnológicas, startups, aceleradoras e investigadores.
Estas son sus reflexiones: el punto de partida para construir entre todos el mañana digital de nuestro país.
Aquilino Peña
Es momento histórico donde podemos acelerar mucho en poco tiempo. La oportunidad que nos brindan los fondos europeos para la Recuperación debería usarse para fomentar la inversión y no el gasto. Debería fomentarse la digitalización y formación digital de empresas grandes y pequeñas. Asimismo, poner el foco en las industria tractores en España, especialmente turismo, agricultura y automoción, entre otras, pero también el fomento del emprendimiento para construir encima de nuestras fortalezas tradicionales.
Para todo ello será muy importante contar con nuevas propuestas e iniciativas... Sería un fracaso que hagamos lo mismo que venimos haciendo desde hace años.
Nuria Oliver
Co-fundadora de ELLIS
La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto fracturas estructurales que existían en nuestra sociedad mucho antes de que el coronavirus irrumpiera en nuestras vidas. Por ello, en lugar de afectar de manera indiscriminada, el virus y su impacto socioeconómico están afectando de manera desproporcionada a los pobres, a los inmigrantes, a las personas con discapacidad, a las mujeres, a los jóvenes o las minorías.
En este contexto, los datos y la tecnología pueden actuar como palancas para el necesario cambio. Por ello, es momento para actuar de manera valiente, ambiciosa y decidida para diseñar, desplegar, testear y escalar datos y tecnologías que contribuyan a acelerar la necesaria transformación social, en positivo, sin dejarse a nadie atrás y respetando a nuestro denostado planeta.
Entre las tecnologías que son motores de dicho cambio, se encuentra la inteligencia artificial (IA), mi área de experticia. Sabemos que la IA tiene el potencial de transformar de manera profunda todos los ámbitos de la sociedad y sabemos que, si no nos preparamos, dicha transformación no va a ser necesariamente positiva. Por ello, es de vital importancia invertir para conseguir una IA competitiva, inclusiva y siempre centrada en las personas y en el planeta.
Ello conlleva (1) un plan ambicioso en investigación, innovación y adopción de la IA en nuestro sistema productivo; (2) una profunda reforma educativa para que los niños/as y adolescentes del siglo XXI aprendan las habilidades necesarias para ser ciudadanos/as competentes y para abordar los inmensos retos a los que nos enfrentamos. Habilidades que, sin duda, incluyen Pensamiento Computacional como asignatura troncal, transversal desde primero de primaria así como el refuerzo de la creatividad, el pensamiento crítico y las inteligencias social y emocional, tan importantes para nuestro desarrollo, bienestar y convivencia; (3) una inversión urgente en programas de formación a los profesionales, sobre todo a aquellos cuyas profesiones se están viendo –o se verán- impactadas por la IA; (4) una campaña masiva de educación en IA dirigida a la ciudadanía, a los funcionarios/as y a la clase política, así como de inspiración a los niños –y sobre todo las niñas—y adolescentes sobre las inmensas oportunidades que les brindan las carreras tecnológicas; (5) una modernización de la Administración Pública para aprovechar la inmensa oportunidad de uso de los datos y la inteligencia artificial para el bien social; (6) la actualización de nuestro sistema legal para contemplar una nueva realidad donde sistemas computacionales colaboran con humanos en multitud de tareas, incluyendo la toma de decisiones; y (7) la definición de regulación inteligente y valiente que garantice que el desarrollo y uso de la tecnología siempre este centrado en las personas y en el planeta, con mecanismos claros de supervisión, auditoría y de atribución de responsabilidad ante posibles consecuencias no deseadas o impactos negativos.
Es momento ahora, sin duda, de reconstruirnos en clave digital, pero siempre partiendo de y centrándonos en las personas. No olvidemos que no todo desarrollo tecnológico implica progreso. A lo que deberíamos aspirar es al progreso, que, para mí, significa mejorar la calidad de vida de las personas, de todas, no solo de unas pocas, del resto de seres vivos y de nuestro planeta. Es momento de luchar por conseguir una IA por y para la sociedad. Para ello hemos creado ELLIS Alicante. Les invito a que se unan.
Ángeles Delgado
Presidenta de Fujitsu en España
Tanto las administraciones como los gobiernos saben que ha cambiado la manera de evolucionar y ahora más que nunca deben pensar en las personas y por ello, se requiere de dos aspectos fundamentales. El primero es que deben invertir más en tecnología para resolver los problemas de la sociedad. Hacer un gran esfuerzo por reforzar, consolidar y aumentar sus inversiones en áreas claves para el desarrollo como son la salud, justicia, relación con el ciudadano, smart cities, industria 4.0, investigación, e impulsar la innovación. Y segundo, desarrollar lo que en Fujitsu llamamos la Confianza 3.0.
Las instituciones públicas deben conseguir que los ciudadanos confíen en las TI, no se puede construir en lo que no se cree. Se debe diseñar un nuevo desarrollo basado en la confianza y los gobiernos deben ser el garante de que esto es así. Para implantar un nuevo mundo digital las personas son lo primero. Por ello hay que escucharlas y entenderlas, porque las TI ya sabemos que están ahí, lo difícil es que los ciudadanos interactúen con las tecnologías y hacer confiable la transformación digital. Por eso tenemos que generar un sistema de confianza en la tecnología. Y eso se hace con legislación, con regulación, con acuerdos sociales y con la propia tecnología.
Hay muchas formas de lograr esto, pero una de ellas muy importante es la IA explicable, no podemos dejar que sea la propia tecnología la que tome sus decisiones. Nosotros tenemos que tener algoritmos de IA que sepamos lo que hacen, que sepamos por qué lo hacen, que den la opción de decidir siempre a la persona.
Tenemos una gran oportunidad. Ahora disponemos de unos importantes fondos de recuperación, en los cuales una de las líneas estratégicas es la digitalización de las empresas y un 33% de esos fondos van a ir precisamente a digitalización. Por tanto, tenemos un importante reto, que no podemos desaprovechar y es reimaginar nuestro tejido empresarial. Creo que tenemos que aprender de algunos errores del pasado. Lo principal es tener una visión holística de un problema complejo como es la digitalización empresarial, porque a veces tendemos a dar respuestas simples a problemas complejos.
Desde nuestro punto de vista, las inversiones de la UE deben encaminarse hacia el impulso de la industria 4.0, la digitalización de la sanidad y la educación, la movilidad plena, organizar temas como el desempleo, bienestar social, medioambiente, impulso en renovables, buen uso de los recursos energéticos, etc.
Hay que crear estrategias a largo plazo y, sobre todo, informar al ciudadano de que es lo que puede conseguir. En otros países han funcionado iniciativas que se basan en la unión de empresas, que a su vez potencian las inversiones en pymes y universidades y así, conseguir financiación en cascada, puede ser una opción. Tenemos un valor incalculable que son las pymes, un segmento impulsor e innovador que necesita de apoyo para prosperar en un mundo complejo y globalizado. Y por ello, el gobierno tiene el reto de informarles de canalizar las inversiones para que sean utilizadas por ese 98% del tejido empresarial, haciendo llegar la información de lo que se dispone de manera eficaz y conseguir que todo el presupuesto destinado a España se ejecute con éxito, porque es conocido por todos.
Javier Camy
Country Manager de AECOM España
La digitalización es una herramienta clave en el desarrollo de cualquier sociedad. Solo tenemos que ver cuál ha sido su efecto durante la pandemia que estamos viviendo. En unos pocos meses, hemos logrado avances enormes en esta materia que nos han ayudado a trabajar en remoto al mismo tiempo que nos sentíamos más cerca de la gente que nos rodeaba.
Sin ninguna duda, es el camino a seguir. Un camino con enormes beneficios. Por este motivo, la administración pública debe aprovechar esta oportunidad para hacer una apuesta decidida y definitiva por la gestión digital en todos los campos en los que actúa. Esta apuesta tendría un potente efecto dinamizador en toda la actividad económica, ahorrando recursos públicos que se pueden destinar a otros fines y eliminando trabas a la creación de nueva actividad.
La digitalización y la transición ecológica van a ser los dos pilares sobre los que van a pivotar los fondos de recuperación europeos. Dos palancas que nuestro país ha empezado a potenciar durante los últimos tiempos, peo también dos conceptos que inexorablemente tienen que ir de la mano. Hablamos de evolución combinada con innovación.
Para ello, las empresas que trabajan en nuestro país hemos demostrado fortaleza y preparación para afrontar este tipo de retos. Sin ir más lejos durante la crisis de 2008, de la que supimos salir más fuertes. En ambos casos, aún demos seguir avanzando para poder desarrollar nuevos modelos de gestión que sean sostenibles, pero también sostenidos en el tiempo. Un factor que se conseguirá apostando por la digitalización desde el paraguas de la colaboración público-privada.
Tino Fernández
Presidente de Altia
La crisis de la Covid-19 ha demostrado que la tecnología es una prioridad para las empresas, independientemente de su tamaño o actividad, de hecho, en estos meses, hemos avanzando prácticamente una década en cuanto a desarrollos y la puesta en marcha de procesos para poder dar continuidad al negocio.
Dado el contexto, los organismos públicos y las propias empresas deben aprovechar el momento y apostar ya sin dudas por la tecnología para consolidar su uso en los entornos colaborativos y en el trabajo remoto y equiparse con las herramientas de gestión y seguridad precisas en el puesto de trabajo. La reducción de movilidad de las personas, la protección del medio ambiente y desterrar los riesgos sanitarios debe estar en las agendas de los gobiernos y las administraciones tanto para ponerlo en práctica en sus propias sedes y contribuir a estas causas como para ser facilitadores de cara al ecosistema empresarial. Hay que analizar el punto de partida y analizar claramente las actuaciones que se han de abordar tanto en entornos privados como públicos.
Por otra parte, si hablamos de talento, el futuro pasa más que nunca por incentivar el empleo desde la empresa privada y potenciar el carácter emprendedor de las personas, para lo que será necesaria la colaboración pública con medidas y ayudas fiscales que permitan a este colectivo arriesgar y que incentiven la inversión. Y las capacitaciones en competencias digitales tendrán un papel si cabe más relevante del que han tenido hasta el momento, ya que la Covid-19 ha sido un impulso vital para la transformación digital y la robotización de los procesos y, en este aspecto, en el plano de formación de nuevas generaciones también las administraciones tienen un papel importante que jugar.
Los fondos europeos nos dan una oportunidad única para modernizar el país, siempre y cuando se utilicen de forma adecuada. Apostar por la digitalización del sector público y privado y por las nuevas tecnologías va a ser la clave para que todos demos el salto definitivo y mantengamos el impulso que la Covid-19 ha dado en aspectos tecnológicos. La inversión en transformación digital eleva la productividad y el peso de las empresas tecnológicas será una pieza fundamental en las economías desarrolladas, y, para conseguirlo, es más necesario que nunca la colaboración público-privada.
El sector TIC tiene que ser la locomotora de la recuperación porque la tecnología nos permitirá salir de la crisis y ser competitivos. Por poner un ejemplo, muchos de nuestros clientes pertenecen a sectores muy castigados por la crisis, y a pasar de todo han mantenido proyectos tecnológicos porque son vitales para iniciar la recuperación. Para estos proyectos y para estas empresas es para las que los fondos europeos deben utilizarse, así como para incentivar el emprendimiento y la innovación.
Félix Velasco
Co-fundador y 'chief digital officer' de Wembley Studios
La industria tecnológica en nuestro país se ha polarizado históricamente en torno a las grandes capitales. Los núcleos empresariales atraen a clientes, proveedores, inversores... Las ciudades más pequeñas quedaban relegadas a la instalación de software factories de escaso valor añadido. La nueva era de la digitalización pone todo esto en entredicho. La ubicación geográfica pasa a un segundo plano y, de hecho, ciudades de menor tamaño ofrecen una ventaja competitiva para atraer un talento estable, que encuentra en startups y empresas tecnológicas una oportunidad para desarrollar su vida personal y profesional cerca de su lugar de origen, o simplemente donde estime oportuno. España, además, cuenta con una red de telecomunicaciones con muy buena capilaridad que hace posible desarrollar soluciones tecnológicas avanzadas (y competitivas) desde otras partes del territorio nacional.
La nueva generación de redes 5G, junto con los próximos impulsos al emprendimiento innovador, ayudarán a que se creen muchos más polos innovadores en nuestra geografía. Asimismo, impulsará la colaboración entre diferentes agentes de la economía. En definitiva, la era digital nos conduce hacia entornos más colaborativos y, por lo tanto, de mayor valor.
Pero para que este cambio alcance su mayor potencial, será necesario que las Administraciones públicas -no sólo el Gobierno central, sino también los autonómicos y locales- apoyen la transformación digital de las pymes, que constituyen la base de nuestra economía. Por último, pero igualmente indispensable, se necesitarán reformas más ambiciosas en el campo educativo, desde la escuela y hasta la edad adulta, incluyendo programas de especialización y capacitación digital. En un mundo donde los algoritmos ocupan un rol cada vez más relevante en las organizaciones, aprender a programarlos, supervisarlos, interpretarlos y comprender cómo funcionan será imprescindible. Durante demasiados años, hemos dejado pasar la oportunidad de abordar una revolución del sistema educativo. Ya no podemos seguir postergándolo.
Gabriela Orille
Co-CEO de MyInvestor
La globalización y la tecnología están íntimamente relacionadas, afectando no sólo a los sectores económicos sino también a la política, creando un círculo virtuoso de cambio.
La adopción masiva de las nuevas tecnologías produce una aceleración en el cambio al cual nos enfrentamos las entidades financieras. España es un país líder en fintech. Esto no es casual: responde a nuestra tradición financiera y en auge tras la aprobación del sandbox, gracias al cual podríamos volver a situarnos en puestos relevantes. Es el momento de trabajar en la implantación de nuevas formas de entregar productos y servicios a los clientes. La cultura del clic se ha impuesto y los clientes demandan la misma experiencia cuando contratan productos financieros. Implementarlo es complejo con la regulación actual, por ello la aprobación del sandbox ha sido tan relevante.
De igual modo, ofrecer una arquitectura abierta –venta de productos de terceros sin conflicto de interés- con costes ajustados ya es un must a la par que las alianzas crosssector e intrasector.
¿Pero, qué más se necesita en este nuevo mundo? Comunicación con el cliente, no sólo ya cocreación (esto se torna también en obligación) sino un modelo diferente de comunicación con el cliente. La capacidad de desintermediarnos es tan elevada que estar presente y acompañarle (aunque sea digitalmente) será uno de los factores determinantes para evitar dicha desintermediación y aportar un valor diferencial. Recuerden que el concepto de banca invisible toma cada vez más relevancia. Les dejo una pregunta: ¿cuántos ya han agregado sus cuentas en una fintech o en la app de otro banco?
José María Zolle del Rey
Vicepresidente de Maps de TomTom España
Para ayudar a tomar mejores decisiones de inversión, los gobiernos deben dar prioridad a los servicios que quieren ver en el mercado y situar al usuario final en el centro de la conversación. Esto como punto de partida puede facilitar la decisión de qué apoyo debería priorizarse y para quién. Tienen que apoyar a las empresas para que aceleren su transformación digital, para que sean más competitivas y estén preparadas para afrontar los futuros retos tecnológicos. En TomTom, la mayor parte de nuestra plataforma de creación de mapas está ahora basada en la nube, y la creación de mapas se gestiona cada vez más a través de la IA, y esperamos que la administración pública facilite el intercambio de datos para mantener a los mapas siempre actualizados.
La Covid-19 ha impulsado el deseo de los usuarios de contar con un transporte asequible, fluido y eficiente; las ciudades son el alma de nuestras economías, y necesitamos un sistema de transporte que pueda atraer a los viajeros de vuelta una vez que sea seguro hacerlo. Se debe dar prioridad a la inversión en infraestructuras de movilidad que permitan alcanzar los objetivos a largo plazo de electrificación, conectividad y automatización.
Jaime Hortelano
Presidente y CEO de Grupo CMC
El Gobierno central, las CCAA y los ayuntamientos juegan un papel fundamental en el avance de la digitalización. En primer lugar, y como organizaciones usuarias de la tecnología, para prestar un servicio cada vez más eficiente a ciudadanos y empresas, especialmente en circunstancias como las que vivimos desde el inicio de la pandemia Covid-19, que han demostrado el enorme potencial de la digitalización para mantener la continuidad de los servicios sin necesidad de presencia física y con totales garantías de cumplimiento normativo.
Nuestra experiencia durante estos meses como prestadores de servicios de onboarding digital con Vídeo Identificación, Notificación Electrónica y Firma Digital nos ha permitido constatar hasta qué punto estas tecnologías son vitales para garantizar la continuidad de los servicios, ya sean públicos o privados. Por tanto, y si bien en los últimos años la Administración ha avanzado significativamente en materia de digitalización, es evidente la necesidad de continuar mejorando, de forma que el sector público se convierta en abanderado de un movimiento de innovación permanente.
En segundo lugar, las Administraciones deben incentivar la digitalización de las empresas, con programas de formación en las capacidades STEM, que se han convertido en un activo de alto valor y, programas de fomento a la inversión en innovación tecnológica. Y todo ello, sin olvidar, el impulso a la capacitación de las nuevas generaciones de profesionales con el apoyo a la contratación de jóvenes con formación técnica avanzada, incluyendo desarrolladores de software, analistas, científicos de datos…, perfiles que serán determinantes para lograr que las tecnologías en clara emergencia como la automatización o la inteligencia artificial, redunde en beneficio del desarrollo económico y social.
El proyecto 'Conectividad Digital, impulso de la ciberseguridad y despliegue del 5G’ del Plan de Recuperación Español y la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) es un buen ejemplo del modo en que creemos deben usarse estos recursos y también creemos que sus objetivos son acertados en tanto que persiguen la cohesión territorial, el crecimiento económico, el impulso a la transformación digital y el avance de la Administración digital.
No obstante, hay un aspecto en el que quiero incidir específicamente como es la necesidad de que la Administración se acompañe en todas estas iniciativas de empresas expertas consolidadas y empresas innovadoras de nueva creación. De esta forma, la Administración podrá convertirse en fuerza tractora de innovación y desarrollo, un papel que ha de ser intrínseco al Gobierno y que, en la actualidad, debería poner el foco en los sectores más impactados por la crisis como son el turismo y la sanidad, con un impulso decidido a la eHealth, sin olvidar otros sectores vitales como el de la energía, por su sostenibilidad; las telecomunicaciones, por la importancia de sus infraestructuras, y la transformación del sector financiero.
Alejandro Zala
Country manager de Bitpanda en España
La crisis del coronavirus ha acelerado la adopción de soluciones, herramientas y servicios digitales, acelerando la transición mundial hacia una economía digital y poniendo de manifiesto la brecha digital entre países y sociedades. Esto no puede ni debe ser ignorado. Llevar la digitalización a todos los niveles de la administración, pública y privada, requiere de un enorme esfuerzo de adaptación, inversión e innovación.
En primer lugar, hay que incorporar a las instituciones a un mayor número de personas con conocimientos digitales para que ayuden a introducir estos nuevos servicios digitales. Es positivo ver cómo las tecnologías digitales están cada vez más integradas en la economía y tienen un impacto significativo en la industria financiera al introducir nuevos productos, servicios y proveedores. La digitalización de los servicios financieros puede proporcionar instrumentos eficaces para potenciar a las personas, especialmente en el mundo en desarrollo, dando accesibilidad y conocimiento a la población.
Además, se necesitan nuevos modelos de organización y operación para asegurar que las decisiones se tomen de la manera más eficiente posible, teniendo en cuenta el cambio hacia un mundo más digital y sobre todo más rápido. La sociedad demanda transparencia y para ello, la digitalización juega un papel muy relevante porque permite medir todo. Por citar algunos ejemplos, sabemos que la digitalización está marcando el enorme progreso en materias de salud, finanzas, movilidad y producción industrial. La responsabilidad de lograr que esto suceda va mucho más allá de los papeles individuales, es una tarea que todos los líderes deben asumir.
España prometió utilizar los fondos europeos para fomentar la inversión en la transformación digital de su economía y en educación para liberar el potencial de las tecnologías digitales en el aprendizaje y la enseñanza con el objetivo de desarrollar las habilidades digitales de los ciudadanos. Todos estos importantes cambios aumentan la necesidad de una educación financiera eficaz, la protección del consumidor y esto solo será posible con políticas de inclusión financiera, que no es más que poner a disposición de la sociedad las herramientas y contenido más puntero.
La educación y la formación son fundamentales para el progreso personal, la cohesión social, el crecimiento económico sostenible y en conclusión, para lograr un mundo más próspero y justo. Lo que el gobierno español debe tener claro es que la educación está en constante cambio y necesita una renovación constante. No será suficiente con unas reformas puntuales y de corto plazo. Es normal, la resistencia al cambio, pero esto ya no es una opción, se ha convertido en obligación. Pero, en este lento proceso cultural la tecnología avanzará más rápido, y provocará grandes desigualdades. Es fundamental que la formación evolucione al ritmo que lo hace la digitalización.
***Mañana continuará la publicación con las diez últimas reflexiones de "Los 100 líderes de D+I"