Poco a poco las empresas están volviendo a la normalidad, pero la Covid-19 ha cambiado para siempre nuestra forma de entender el trabajo. Hemos descubierto las ventajas que trae consigo el teletrabajo para los empleados y las compañías. Por esa razón, Heineken España ha decidido volver a la oficina pero, para adaptarse a los nuevos tiempos, cambia su estrategia de trabajo con el objetivo de incrementar el bienestar y la conciliación de sus personas.
A través del smart working, la compañía cervecera apuesta por los equipos híbridos y flexibles, que puedan combinar el teletrabajo y la asistencia a la oficina. Para comenzar la incursión en este nuevo modelo, Heineken ha co-creado la fórmula ideal de trabajo, a través de un proyecto piloto con 77 personas de sus cerca de 1.500 empleados. Durante cuatro semanas, los participantes pudieron probar distintas opciones de trabajo, remoto y presencial, más y menos flexibles, y elegir cuál se adaptaba mejor a sus necesidades.
Como resultado: una clara mayoría prefiere compaginar teletrabajo y presencialidad. ¿El motivo? Que cada día en la oficina es diferente y, por tanto, las necesidades de las personas también cambian. Cuando necesitas más concentración y capacidad de ejecución, eres más productivo en casa. Sin embargo, para la coordinación, el trabajo en equipo o la socialización, es mucho mejor ir a la oficina.
Dentro de este modelo híbrido, algunas empresas abogan por definir el número de días a la semana que se puede teletrabajar. Sin embargo, Heineken España defiende una mayor flexibilidad y confianza hacia los empleados, permitiéndoles distribuir 16 horas de teletrabajo semanales como mejor les convenga. Son ellos los que gestionarán la forma de cumplir con sus tareas.
De esta manera, podrán teletrabajar jornadas completas dentro del horario laboral o repartirse las horas a lo largo de toda la semana. La unión de estos métodos según las preferencias de cada empleado, hará que aumente su motivación y, como consecuencia, su productividad.
Comprobada la eficacia del proyecto piloto, Heineken lo expande ahora a nivel nacional y la compañía estima que unas 1.000 personas, que suponen cerca del 70% de la plantilla total de Heineken en España se beneficiarán de modelos de trabajo flexible. Eso sí, la seguridad es lo primero y se permitirá siempre que la naturaleza de su trabajo y la evolución de la Covid lo permitan.
Para asegurarse del buen funcionamiento del smart working, a finales de año Heineken evaluará a final de año los resultados del proyecto. Asimismo, seguirá buscando opciones para mejorar el bienestar del equipo que trabaja en fábricas, que necesita un modelo propio, adaptado a su realidad y a su ritmo de trabajo.