Fondos Next Generation EU: ¿cómo conseguir un proyecto ganador?
Los más exitosos aunarán viabilidad técnica, económica y capacidad para alcanzar el resultado buscado.
Luces, cámara, acción. Los Fondos Next Generation EU se han convertido en la verdadera estrella del 2021, con una inyección de dinero espectacular que tiene como objetivo ayudar a las empresas a impulsar proyectos de valor estratégico favoreciendo así la transformación económica de nuestro país; una inyección que empieza a ser una realidad. Ya a mediados del pasado mes de agosto, la Comisión Europea realizaba los primeros pagos del fondo de recuperación correspondientes a un adelanto de la dotación total asignada para nuestro estado. España, la segunda beneficiaria del fondo con los famosos 140.000 millones de euros, recibía un anticipo de 9.000 millones de euros.
En términos generales, acordémonos, los 140.000 millones que compone el Plan España Puede están compuestos por 69.500 millones a subvenciones a fondo perdido y, el resto, en préstamos blandos. Por lo tanto, el paquete es magnánimo. Pero, ¿qué deben tener en cuenta las empresas a la hora de intentar optar a esta financiación?
En primer lugar, es importante saber cuál es nuestro contexto, para ver y entender cuáles son los retos que nos quedan por delante en los próximos meses, además de analizar los progresos conseguidos hasta ahora.
Los principales proyectos que estamos viendo en este inicio de bombardeo de convocatorias son, en gran medida, proyectos de I+D+i y sostenibilidad. Como por ejemplo, el caso del Programa Activa Financiación (antiguo industria 4.0) y del Programa Innovación y Sostenibilidad Industrial (antigua industria manufacturera). Son proyectos basados en la I+D+i apalancados en los conceptos de la digitalización y sostenibilidad, dirigiéndonos hacia el salto de las tecnologías habilitadoras en este sector. Precisamente, la última convocatoria presentada en relación con el ámbito tecnológico ha sido la de Inteligencia artificial; una aglutinación de todas las tecnologías habilitadoras. Así pues, en cualquiera de estos casos, hablamos de tecnología.
De septiembre en adelante veremos con fuerza al sector energético. Programas como, por ejemplo, para la rehabilitación de edificios (PREE y PREE 5000) o la sustitución de los parques de maquinaria (IDEA Industria), obsoletos en algunas fábricas, con el fin de reducir el impacto medioambiental, serán los protagonistas de los próximos estrenos. Por lo tanto, tenemos convocatorias de I+D que van a estar presentes de forma recurrente, junto con nuevas convocatorias del ámbito energético y digital, cerrando el 2021 con la convocatoria del primer PERTE de automoción.
¿Cómo conseguimos que un proyecto se convierta en un taquillazo?
En primer lugar, debemos entender como proyecto ganador aquel que va a ejecutarse sí o sí. Un proyecto ganador debe tener viabilidad técnica y económica y conseguir el resultado buscado, además de que sea algo realmente transformador en mayor o menor medida. En resumen, que los objetivos del proyecto sean ambiciosos pero coherentes con la realidad de la empresa o empresas que lo ejecutan.
Al mismo tiempo, debemos distinguir entre los elementos fundamentales a nivel interno y a nivel externo. En cuanto al nivel interno, encontramos cuatro elementos principales: la disrupción –por qué lo estoy haciendo-, la estructuración –las capacidades, el cómo-, la solvencia técnica –cuáles son las credenciales históricas que me dan cierto valor añadido a la hora de plantear un proyecto de cualquier tipo- y la solvencia financiera –de qué recursos económicos dispongo para poder ejecutar un proyecto-. Y, por otro lado, en cuanto a los elementos externos a tener en cuenta, debemos cuestionarnos lo siguiente: cómo me relaciono con mi ecosistema y cuál va a ser el impacto del proyecto. De esta forma, conseguiremos un proyecto ganador y, en definitiva, real.
Igual que ocurre en la producción de un blockbuster, la colaboración público-privada puede ser fundamental, pero no obligatoria. El objetivo final es que la tecnología y el know-how que tenemos como país llegue al sector. Para ello, las empresas deben buscar proyectos que cuenten con esa transferencia de grados de madurez tecnológica bajos. Y no solo eso, sino que seamos capaces de transformar esos grados de madurez muy incipientes en proyectos de desarrollo cada vez más centrados en el mercado con tal que las empresas sean capaces de aprovechar este conocimiento que se está generando a nivel nacional en cualquier sector y, sobre todo, en la parte pública.
Los fondos Next Generation son una grandiosa oportunidad, un papel de protagonista principal del año y también una responsabilidad para todos. Necesitamos proyectos disruptivos, que sean transformadores, de impacto y sostenibles en el tiempo. También, que generen valor en las cadenas productivas y que posicionen a España en una situación ventajosa. Tenemos la oportunidad de hacerlo. Hagámoslo juntos y hagámoslo bien, y logremos que los Next Generation EU sean recordados como la gran obra maestra de nuestros tiempos.
Gerard Brinquis es Strategic & Grants Leader & Head of Next Generation Europe en FI Group