El año 2021 comienza con una nueva perspectiva tras los cambios provocados por la pandemia. Europa quiere avanzar hacia una reconstrucción económica verde, con un impulso decidido en materias como el medioambiente y la digitalización.
En este contexto de transformación sostenible, acelerado por los acontecimientos de los últimos meses, el transporte es uno de los sectores donde más incidirán los programas de inversión. El objetivo es conseguir que las emisiones asociadas a su actividad se reduzcan en un 90% en 2050, tal como se recoge en el Pacto Verde Europeo (Green Deal).
En la misma línea se perfila la "Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030", publicada en España el pasado mes de septiembre. Se trata de una hoja de ruta con la que el actual Ejecutivo quiere cambiar el modelo actual hacia uno más respetuoso con la naturaleza y en el que se integren todos los desarrollos tecnológicos con el fin de tener un sistema más robusto y alcanzar una optimización de los recursos.
En este programa hay un claro protagonista: el ferrocarril. Las numerosas ventajas que presenta en términos de eficiencia energética, vertebración del territorio y seguridad hacen que se perfile como en medio con mayores perspectivas de crecimiento en los próximos años. Su impulso no sólo conlleva un refuerzo de los servicios para pasajeros, sino también en el ámbito de las mercancías. Un claro ejemplo es el Eje 6 denominado “Cadenas Logísticas Intermodales e Inteligentes” donde se detalla un amplio despliegue de iniciativas para alcanzar este objetivo.
En este avance hacia una logística más eficiente, optimizada y competitiva es necesario el esfuerzo conjunto de todos los agentes del sector
Nos encontramos ante una oportunidad única para un cambio modal donde el tren pueda alcanzar una cuota mucho mayor que la actual que se sitúa en el 18% en Europa, mientras que España apenas supera el 4%.
El fomento de la intermodalidad está muy presente también en los presupuestos de 2021, que incluyen partidas para los Corredores Atlántico y Mediterráneo y para el resto de la Red Transeuropea de Transportes. Se quiere acelerar la modernización de nodos de distribución, y conceder ayudas para el impulso de la sostenibilidad, la digitalización y la innovación. A todo ello hay que sumar el “Plan de Mercancías 2030”, donde el ferrocarril tendrá también un papel de especial trascendencia.
En este avance hacia una logística más eficiente, optimizada y competitiva es necesario el esfuerzo conjunto de todos los agentes del sector: administraciones, agentes y operadores. Establecer alianzas y trabajar de forma coordinada será la pieza clave del objetivo común: una movilidad sostenible.
***Julia García Navarro es directora de Asesoría Jurídica y Riesgos y miembro del Comité ejecutivo de Transfesa Logistics