Más allá de las consecuencias más obvias que ha supuesto esta pandemia, nuestra sociedad se ha enfrentado a numerosos retos durante estas semanas que han evaluado su madurez y su responsabilidad. Y aun con el impacto conocido en algunos sectores, podemos obtener algo positivo: un episodio como este ha sacado el lado más solidario de las personas y de las empresas, que han asumido un papel de liderazgo a la hora de hacer frente al coronavirus.
MAPFRE es una de las entidades que han dedicado sus recursos a este fin. Desde el comienzo de la pandemia, la compañía aseguradora ha movilizado más de 200 millones de euros con los que ha puesto en marcha una serie de iniciativas para ayudar a las familias, apoyar el empleo, fomentar la investigación contra el Covid-19 o facilitar el suministro de material y equipamiento médico a los centros sanitarios.
Apoyo al empleo y a la pequeña empresa
La partida más amplia de este fondo es el dedicado a la protección del empleo. Es algo lógico, dado que la parálisis de la actividad comercial e industrial ha puesto en serias dificultades a muchos pequeños comercios, autónomos y empresas, que han visto cómo sus ingresos se reducían de forma drástica, comprometiendo su supervivencia. Por eso, MAPFRE destinará 60 millones a ayudas para pymes y autónomos.
La entidad descontará de las primas de seguros que tengan suscritos estos colectivos -unos 742.000 clientes- la parte correspondiente a los días en los que esté en vigor el estado de alarma, cuyas medidas impiden el desarrollo adecuado de su actividad.
Tanto para ellos como para el resto de clientes, incluidos los particulares, la aseguradora también ofrece la posibilidad de fraccionar los pagos de la mayor parte de sus seguros en cuotas mensuales sin intereses ni recargos.
Del mismo modo, otros 55 millones de euros se dedicarán a anticipar la facturación de los proveedores para que puedan seguir desarrollando su labor habitual. Este presupuesto intenta mitigar las posibles pérdidas de estos trabajadores que, en muchos casos, se han visto obligados a detener o ralentizar su actividad por culpa del virus. En total, son más de 7.000 los reparadores, gruistas, taxistas y otros proveedores que colaboran habitualmente con MAPFRE prestando sus servicios a los clientes de la compañía.
Apoyo a la investigación y a los más vulnerables
Las familias también han sido otro de los segmentos más afectados por la pandemia. No solo por el impacto médico y humano sino por cómo ha afectado la pérdida de empleos relacionada con el freno de la actividad. Para ayudar a salir de esta crisis, con el menor coste posible, Fundación MAPFRE ha destinado 35 millones de euros para apoyar a la población, a los colectivos más vulnerables y a la investigación del Covid-19.
Este fondo ha acudido a lo más urgente, que ha sido conseguir el material médico y de protección para los sanitarios que actúan en primera línea frente al virus. Con los 20 millones de euros destinados a tal fin se han adquirido respiradores y material médico para combatir la enfermedad en 27 países.
En paralelo, otros cinco millones de euros se han donado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para acelerar la investigación de la vacuna para esta patología. Y otros diez millones han ayudado a impulsar otras acciones en España, como un servicio de asistencia psicológica a los más afectados, acompañamiento a mayores que se encuentren solos o el suministro de bienes de primera necesidad, entre otras.
Protección para particulares y sanitarios
Otro instrumento adicional para financiar la compra de material sanitario es el denominado 'MAPFRE Compromiso Sanitario'. Se trata de un fondo de inversión garantizado a tres años que tiene como activo subyacente un bono emitido por la Comunidad de Madrid destinado exclusivamente a la lucha contra el Covid-19. Este producto, lanzado a través de la gestora de fondos MAPFRE AM, ofrecerá una rentabilidad del 3% en tres años pagadera a vencimiento en 2023, muy por encima del bono, gracias a una aportación adicional de la propia gestora de un millón de euros. Además de su rentabilidad, el fondo no aplicará ningún tipo de comisión.
En España, MAPFRE también ha contribuido con 5,7 millones de euros al fondo sectorial constituido por las compañías aseguradoras para proteger al personal sanitario que lucha contra el Covid-19. Este seguro de vida, en el que han participado un centenar de aseguradoras, cubre a más de 700.000 profesionales y asciende a 37 millones de euros.
Vuelta a la normalidad
Para una gran compañía como MAPFRE, con 34.000 empleados en el mundo, y presente en los cinco continentes, otro de los desafíos ha sido el mantener su actividad dadas las restricciones del estado de alarma, anteponiendo siempre la seguridad de sus trabajadores. Así ha sido en la hoja de ruta que diseñó desde el comienzo de la pandemia, con el establecimiento de teletrabajo y con la seguridad adicional que Antonio Huertas, presidente de la entidad, confirmó: ni MAPFRE ni Fundación MAPFRE llevarían a cabo ningún expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).
Pero si importantes han sido las actuaciones mientras ha durado el confinamiento al que obligaba la situación, no lo es menos este proceso en que nos hallamos inmersos y por el cual España empieza a recuperar poco a poco la normalidad. Es un nuevo desafío logístico que MAPFRE ha canalizado a través de un plan que prioriza la seguridad de sus empleados.
Estas directrices indican que algunos de estos trabajadores se reincorporarán a sus puestos habituales de forma escalonada y en la medida en que se cumplan las condiciones establecidas en cada país. Esta fase comenzará a partir del 11 de mayo para los más de 10.000 empleados de MAPFRE en España en un plan que, si las condiciones lo permiten, se aplicará en principio hasta septiembre.