Si en Hispania encontramos ciudades romanas en buen estado de conservación, también cabe destacar que en otros lugares (fuera de Italia), como por ejemplo Francia, existen yacimientos y localidades que todavía destacan por su influencia romana en el pasado.
Es el caso una ciudad francesa cuya historia no se puede explicar sin tener en cuenta el papel que el Imperio romano tuvo en su formación: Nimes, que conserva los principales monumentos de esta época y es conocida como la "pequeña Roma".
La ciudad romana mejor conservada de Francia
Nimes es una ciudad del sur de Francia, capital del departamento de Gard, en la región de Occitania. Esta ciudad francesa es famosa por la multitud de restos de época romana que se conservan en bastante buen estado. Entre ellos un anfiteatro, donde aún se celebran espectáculos, y un antiguo templo. Ambas construcciones datan del siglo I y se encuentran en el casco urbano.
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Tal y como indican desde la página web de Turismo de Nimes, la romanización de esta ciudad comenzó durante el siglo I antes de nuestra era. A partir de entonces, se convirtió en una "colonia de derecho latino" y se llenó de monumentos suntuosos.
Fue el emperador Augusto y sus sucesores quienes hicieron de ella una ciudad para promover la romanidad en la Galia, de tal forma que Nimes se expandió y su recinto alcanzó 7 kilómetros de largo, llegando a abarcar 220 hectáreas. En el siglo II, Nimes constituía una etapa con una posición ideal en la vía Domitia, que unía Roma y la Península Ibérica, y estaba en pleno apogeo. Se estima que su población era de aproximadamente 25.000 habitantes.
En cuanto a los principales monumentos romanos que se conservan en buen estado en Nimes en la actualidad, cabe destacar que son tres y son los siguientes: la Arena, Maison Carrée y Torre Magna.
Arena de Nimes
La Arena de Nimes es un anfiteatro que fue edificado en el año 27 a.C. y fue remodelado en 1809. Desde 1863 se utiliza como coso taurino en el que se celebran corridas de toros. Concretamente, la Arena de Nimes es la sede de dos ferias taurinas al año, aunque también se emplea para otro tipo de espectáculos.
Maison Carrée
La Maison Carrée es un templo consagrado al culto imperial romano. En lo que respecta a su datación, existen controversias. Algunos autores, basándose en estudios realizados en el siglo XIX y en los de Emile Espérandieu en 1919, fechan la construcción en el año 16 a.C.; por otro lado, otros estudios llevados a cabo entre 1964 y 1970 por encargo del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) sitúan su construcción al inicio del siglo I de nuestra era, entre los años 1 y 4.
Torre Magna
Otro de los monumentos romanos de Nimes es la conocida como Torre Magna. Cabe destacar que, de todas las torres de la ciudad, esta es la única que aún se puede ver hoy.
Se trata de una torre de vigilancia de piedra de 18 metros de altura que formaba parte de la muralla de época de Augusto y posee unas vistas panorámicas a la ciudad.
Esta torre fue construida en el año 15 a.C., era la más alta y prestigiosa de toda la muralla y llama la atención en tanto que, debido a su altura, es visible desde casi cualquier punto de Nimes.