La única perfumería romana de Hispania sale a la luz en Sevilla: vendía ungüentarios de vidrio
Un proyecto arqueológico documenta la primera "boutique de perfume" de la Península Ibérica, en uso hasta el siglo III, en el yacimiento de Itálica.
23 abril, 2024 11:32El uso del perfume no es una práctica únicamente contemporánea, sino que desde tiempos inmemoriales los humanos han buscado elaborar fragancias por distintas razones. Aunque su origen es incierto, su uso se extendió en la Antigüedad, sobre todo en sociedades mediterráneas como la egipcia, la griega y la romana.
Fue durante la época de la Antigua Roma cuando el gremio de la perfumería adquirió un gran desarrollo. Según el historiador y naturalista Plinio el Viejo, el gasto en especias aumentó tanto que estos ungüentos se convirtieron en una suerte de lujo corruptor. Estos perfumes elaborados a base de aceites vegetales eran usados por prácticamente todos los miembros de la sociedad, tanto para aplacar los malos olores como por fines curativos.
Las ciudades romanas implantaron perfumerías (unguentaria tabernae) en sus calles más importantes. Algunos ejemplos conocidos se encuentran en las ciudades de Pompeya y Herculano, sepultadas por el Vesubio en el año 79 d.C. Allí, los ciudadanos podían comprar las fragancias en pequeños envases de vidrio o cerámica.
No obstante, a los investigadores les ha resultado muy difícil identificar los vestigios de este tipo de establecimientos. De hecho, la única "boutique de perfume" que se conoce en la Península Ibérica se ha descubierto recientemente en el yacimiento de Itálica (Santiponce, Sevilla), cuna de los emperadores Trajano y Adriano. Según explican los arqueólogos Yolanda Peña Cervantes y Rafael Hidalgo Prieto en un artículo publicado en la revista National Geographic Historia, se escondía en una de las tiendas que ocupaban la misma manzana (insula) de una rica domus, la llamada casa de Cañada Honda.
Una perfumería romana en Itálica
El escritor latino Plinio el Viejo decía del perfume que era el más superfluo de los lujos, que solo servía "al placer del que se ha perfumado". La propia palabra "perfume" proviene del latín "per fumum", que significa "a través del humo".
En la Antigua Roma, los perfumes desempeñaban un papel importante en la vida diaria y eran considerados un símbolo de estatus social. De esta forma, era habitual que hubiese perfumerías en las ciudades de todo el imperio. Sin embargo, hasta el momento se desconocía la existencia de estos talleres en Hispania.
[Por qué los romanos tardaron tanto tiempo en conquistar toda Hispania]
Estas perfumerías eran llamadas tabernae unguentaria, que eran las tiendas especializadas en estos "ungüentos" o perfumes. Quienes regentaban dichos establecimientos formaban parte de gremios cerrados y solían ir transmitiendo sus secretos en las elaboraciones de generación en generación.
Como ya se apuntaba anteriormente, recientemente se ha producido el hallazgo de una "boutique de perfume" en la casa de Cañada Honda, uno de los edificios privados más importantes del yacimiento romano de Itálica. Esta domus se ubicaba en el centro de la urbe, muy cerca del gran templo dedicado a Trajano, y daba a dos calles principales.
Aunque el inmueble fue descubierto en el año 1972, durante los trabajos que dirigió José María Luzón, quedaba mucho por excavar del ámbito conocido como H-8. Los trabajos arqueológicos y análisis de las muestras en el laboratorio, financiados por la Fundación Palarq, han logrado confirmar la presencia de "interesantes elementos estructurales destinados a la producción de perfumes".
El estudio de los arqueólogos indica que si bien es cierto que se esperaba que esta boutique de perfume estuviera en mejor estado de conservación, el establecimiento se mantuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo III d.C. tras sufrir varias reformas y disponía de un sector de venta al público y un mostrador. Asimismo, han observado que los productos eran comercializados en ungüentarios de vidrio ya que se han encontrado varios recipientes del mismo material.
Aunque la de Itálica sea la primera perfumería documentada en Hispania, los investigadores aseguran que esto no quiere decir que no existieran más talleres de este tipo, sino que los restos arqueológicos son difíciles de identificar.
Ingredientes
Este hallazgo nos lleva a preguntarnos cómo eran los perfumes de los romanos. Normalmente, estaban compuestos principalmente por ingredientes naturales como aceites esenciales, hierbas, especias, resinas y flores.
Algunos de los ingredientes más comunes incluían la mirra, la canela, el azafrán, el laurel, el sándalo, la rosa, el jazmín y la lavanda. La rosa era particularmente popular y se utilizaba tanto para hacer perfumes como para perfumar el agua de baño
Los perfumes eran un símbolo de estatus social y riqueza. Las personas de alto estatus social usaban perfumes costosos y elaborados para mostrar su posición. Se consideraba que los perfumes tenían propiedades afrodisíacas y eran un componente importante de la seducción y el cortejo.