Seguro que la mayoría o incluso todos nosotros hemos estudiado alguna veza Napoleón Bonaparte. Tanto sus derrotas como victorias suelen ocupar largos temas en los libros de la historia de España. Sin embargo, lo que muchos de nosotros desconocemos es su trágica derrota contra el ejército de conejos en 1807.
La versión más popular sobre la batalla de los Conejos cuenta que durante las Guerras Napoleónicas, el corso pidió a su jefe de gabinete, Alexandre Berthier, organizar una cacería de conejos en un almuerzo al aire libre para congratularse de sus victoriosas campañas militares. Para ello, Berthier ordenó a sus hombres enjaular a 3.000 conejos de las fincas aledañas.
Pero ocurrió algo para lo que no estaban preparados: al ser conejos domésticos y no salvajes, debieron intuir que Napoleón y sus huestes querían alimentarlos, por lo que corrieron hacia ellos sin mesura. De hecho, ni si quiera huían de los disparos y latigazos. En vez de eso, los animales se arrojaron sobre ellos con ansiedad, como si no hubieran comido en todo el día, relata Thiébault en su libro de Memorias del general Thiébault en España. Consiguieron contener a unos cuantos, pero la mayoría seguía abalanzándose sobre los guerreros del conquistador, tanto es así que corrieron despavoridos a refugiarse en los carruajes. Finalmente, huyeron de la escena, dando la batalla por perdida.
Es importante enfatizar que esta historia no está respaldada por registros históricos y debe tomarse como una leyenda o una curiosidad, pero no como un evento real en la historia de las Guerras Napoleónicas. De hecho, se trata de un episodio popular que ha circulado a lo largo del tiempo y se ha transmitido de generación en generación en diferentes formas.
¿Quién fue Napoleón Bonaparte?
Napoleón Bonaparte fue un líder militar y político francés que se convirtió en una figura destacada durante la Revolución francesa y posteriormente se convirtió en el emperador de Francia. Nació el 15 de agosto de 1769 en Córcega y falleció el 5 de mayo de 1821 en la isla de Santa Elena.
Destacó por sus habilidades militares y liderazgo, logrando conquistas significativas en Europa durante las Guerras Napoleónicas. Después de un golpe de estado en 1799, se convirtió en el primer cónsul de Francia y en 1804 se proclamó a sí mismo como emperador de los franceses. Su régimen como emperador fue conocido como el primer imperio francés.
A lo largo de su carrera, Napoleón impulsó reformas legales y sociales en Francia, además de expandir su influencia por gran parte de Europa mediante campañas militares. Sin embargo, su ambición de dominación llevó a conflictos con otras naciones europeas y, finalmente, su derrota en 1815 en la batalla de Waterloo puso fin a su dominio y lo exilió a la isla de Santa Elena, donde murió seis años después. Su legado y su impacto en la historia europea siguen siendo objeto de debate y estudio hasta el día de hoy.