Repensar la gestión hídrica para adaptarse a la sequía y la contaminación: "Ya tenemos la tecnología"
La III mesa del II Observatorio de los ODS hizo hincapié en la gestión eficaz de los residuos hídricos y la necesidad de tener en cuenta algunas externalidades que afectan a los ciclos de vida de los océanos.
12 septiembre, 2023 15:05El océano es un gran desconocido. Pero el peligro que se cierne sobre este extenso hábitat de miles de especies (y un sustento) del ser humano es inminente. Esa es una de las conclusiones que se extraen de la tercera mesa y última mesa del primer segmento del II Observatorio de los ODS organizado por EL ESPAÑOL, ENCLAVE ODS e Invertia con la colaboración de la Fundación ‘la Caixa’.
Contaminación por plásticos, vertidos de agentes químicos y las consecuencias que estos tienen sobre la salud de la vida marina son dos problemas acuciantes que afectan a los océanos. Asimismo, la gestión del agua se sitúa entre los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo. Para atajar estos dos problemas, tal como indicaron los ponentes durante la sesión, hay que pasar por una gestión racional y un cambio de modelo económico.
Y todo esto sin sacrificar la cohesión social. En un primer momento, las ciudades se asentaron cerca de fuentes de agua dulce "para distribuir las ciudades tienen que idearse para que se pueda distribuir agua a todas la población”, recuerda Narciso Berberana, Global Strategist officer de Agbar. Por eso, indica, es tan importante asegurar una gestión óptima de los recursos hídricos.
Este especialista agradece que en los últimos años se ha realizado una transición —que todavía continúa— hacia modelos circulares para la gestión del agua, dejando atrás el enfoque lineal. Pero aqueja que "no es suficiente". Por lo que reivindica un cambio de rumbo hacia una economía regenerativa.
“Tenemos la tecnología y la tenemos implementada, lo que hace falta es gestionarlas”, asegura Berberana. Y, subraya, hay que hacerlo "de manera eficaz".
La adaptación y el agua
Con respecto al estrés hídrico, dice, "hay que adaptarse". La necesidad nos va a obligar a implementar las medidas de adaptación”, asevera el representante de Agbar. Esto es lo que deben hacer todas las empresas de gestión hídrica. El agua, según afirma, es uno de los componentes más importantes de la adaptación.
"Cuando hablamos de mitigación nos referimos a la emisión de gases de efecto invernadero, y cuando se alude a la adaptación, el agua es la clave", sentencia Berberana.
Gestionar la basura marina
En tono crítico, Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, ha reivindicado la necesidad de "comprender los procesos que se producen en el mar". Solo así, indica, "se podrá hacer ciencia". Este experto recordó la importancia de aplicar políticas teniendo en cuenta el conocimiento científico. "Nos tenemos que adelantar para encontrar soluciones".
"El océano es un gran desconocido", destaca. Y critica que muchas políticas, como las de vertido de sustancias químicas al mar, se acogen a esta premisa. "Se cree que si se diluyen los químicos, no existe peligro", apunta el catedrático.
Con esta mentalidad y, tal como ha afirmado el experto, se pasan por alto muchas medidas que, a priori, parecen sensatas, pero que pueden tener consecuencias desastrosas para el cambio climático. Y en su alegato en defensa de la ciencia expresó que "la vida necesita mecanismos de la regulación y los principios que imperan son los de la física (y no la política). "Al final de su intervención, Pérez Ruzafa dio una lección: “Hay que tener muy claro si las medidas que se están adoptando son las adecuadas”. Y en ese sentido, "la sensibilización es clave".
Los microplásticos
Muy acertadamente, la moderadora de la sesión puso un problema invisible sobre la mesa: la contaminación por microplásticos y cómo llegan a los océanos. “Son los contaminantes emergentes”, explicó. Y llegan por medios terrestres o marinos. Una de las medidas aplaudidas es la extracción de plásticos de los fondos marinos, es la retirada de basuras del medio marino, de la naturaleza. Durante su intervención, Pilar Zorzo Gallego, presidenta de la Asociación Española de Basuras Marinas (AEBAM) señaló que "además de limpiar los fondos marinos, es una herramienta muy buena para concienciar a la ciudadanía”.
Pero advirtió que "hay que tener cuidado con trasladar la contaminación por microplásticos de las aguas a la tierra", que es el principal sustento del ser humano. Incluso cuando se toman todas las medidas pertinentes para evitarlo, los microplásticos, esa "contaminación que no vemos” se cuela en nuestros organismos. "La reutilización y el reciclaje no es la solución definitiva, debe ir acompañada por la reducción de la producción de los plásticos”, expresó Ethel Eljarrat Esebag, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).
Las cantidades mínimas de plástico que llegan al cuerpo, cuenta Eljarrat Esebag, "provocan una toxicidad crónica”, que es incluso más peligrosa que una toxicidad más inmediata en el tiempo. La cantidad de compuestos químicos que contienen los polímeros pueden, en algunos casos, ser mortales.
Si se adopta el modelo circular, "tiene que ser limpia y tener en cuenta el efecto de la toxicidad" de los materiales que se arrojan a los océanos.